![Chivite sitúa en el mismo plano a Navarra Suma y EH Bildu para negociar los Presupuestos forales](https://s3.ppllstatics.com/diariovasco/www/multimedia/201911/26/media/cortadas/50507826--624x481.jpg)
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La necesidad de obtener el respaldo de al menos un grupo de la oposición para aprobar los Presupuestos por el hecho de gobernar en minoría ha obligado de nuevo a la presidenta de Navarra, la socialista María Chivite, a moverse en un complicado equilibrio para ... abrir oficialmente las negociaciones. Las Cuentas y la política fiscal constituyen la primera gran prueba de fuego de la jefa del Ejecutivo foral y, consciente de que de entrada no puede enojar ni a Navarra Suma ni a EH Bildu, las dos únicas fuerzas que podrían apoyarle, ha optado por convocarlas al mismo tiempo para concederles idéntico rango. Y lo ha hecho a pesar de que la entente entre regionalistas, populares y Ciudadanos tiene veinte escaños, frente a los siete de la izquierda abertzale, cuya abstención parcial resultó determinante en el éxito de la investidura.
Chivite ha remitido sendas cartas en las que invita a sentarse en una mesa a dos formaciones, Navarra Suma y EH Bildu, antagónicas a todos los niveles, en un intento de mostrarles su disposición al diálogo. A diferencia de Pedro Sánchez, que siempre ha evitado reunirse con la coalición soberanista en las rondas oficiales de contactos con los partidos, la también secretaria general del PSN ha apostado por citarla públicamente, consciente de que dejarla al margen podría haber supuesto una ruptura casi inmediata sin ni siquiera empezar a hablar. Tanto regionalistas como soberanistas se han mostrado receptivos a la petición de la presidenta y acudirán a las reuniones con la «mejor voluntad» y dispuestos «a dialogar y negociar».
Desde el punto de vista de las políticas sociales, el tripartito integrado por los socialistas, Geroa Bai y Podemos está más cerca de Bildu que de Navarra Suma. Lo confesó la propia Chivite en una entrevista con este periódico y lo corroboró ayer el portavoz del PSN, Ramón Alzórriz: «Con EH Bildu podemos tener diferencias en cuanto a infraestructuras y en ello podemos tener mayor connivencia con Navarra Suma, pero es cierto que en cuestiones fundamentales como los servicios públicos puede haber más connivencia con EH Bildu».
El Ejecutivo sabe que si consigue llegar a un acuerdo con alguna de las dos coaliciones perderá de inmediato la confianza de la otra, que pasaría a ejercer una oposición férrea. El punto de partida de la negociación es el contenido del programa que suscribieron las tres fuerzas que sustentan el Gabinete, así que de entrada su talante se ajusta más a los planteamientos de los soberanistas que a los de los foralistas. Sin embargo, hay un factor que puede pesar en las conversaciones y en su resolución. Y es que si la presión sobre Chivite fue elevada cuando EH Bildu se abstuvo en la sesión de investidura, todo apunta a que crecería de forma considerable si pacta con la izquierda abertzale los Presupuestos, la piedra angular de cualquier institución.
Navarra Suma acudirá a la llamada de la presidenta, pero ya ha advertido de que, en su opinión, remitir la misma carta a EH Bildu que a ellos le parece «una falta de coherencia» y un «error».
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