Los comunes ganan peso

Castells fue en su momento una persona clave para asesorar a Pedro Sánchez a que se atreviera a dar la batalla interna frente al establishment del PSOE, se lanzara a la aventura y mantuviera la llama de la socialdemocracia de izquierdas. Es un teórico y un intelectual de prestigio que, sin embargo, no ha logrado completar su exitosa trayectoria profesional en el seno del gabinete, donde ha tropezado con fuertes presiones e intereses muy encontrados tras dos años de trabajo. La deficiente visibilidad de Castells en el Ejecutivo es un botón de muestra revelador.

Llega ahora Joan Subirats, el hombre de Ada Colau en el Gobierno de coalición, un experto en cogobernanza que ahora tendrá que lidiar con la patata caliente del disenso universitario. Es el guía de los comunes catalanes, una pieza determinante en el complejo juego de equilibrios del poder. El sector de Podemos, en plena recomposición de su identidad con Yolanda Díaz, puede reforzar a partir de ahora su protagonismo con este nuevo ministro catalán. Su mayor apuesta será sacar adelante un proyecto de ley que no ha logrado Castells y que amenaza con quedar empantanado para otra legislatura. Su reto no es fácil. Saltar de la Academia a la realidad de la gestión en plena tormenta de polarización política es como caminar sobre el alambre, pero sin red de seguridad. Un ejercicio de alto riesgo que, viniendo Joan Subirats de la política catalana, seguro que conoce perfectamente.