
Confebask y EH Bildu han mantenido una reunión este lunes en Bilbao en la que la patronal ha puesto el foco en la reforma fiscal ... acordada hace apenas cuatro días entre PNV, PSE y Podemos. Ha trasladado a la coalición abertzale su preocupación por la nueva norma económica y le ha recordado que las empresas vascas son «las primeras contribuyentes al estado del bienestar en Euskadi» y que, «sin su aportación y sin una empresa competitiva», no habría los actuales «beneficios sociales y colectivos». La izquierda independentista, por su parte, ha pedido a Confebask que participe «en el diálogo para alcanzar un acuerdo sobre el SMI vasco».
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La patronal vasca ha recibido a una delegación del grupo parlamentario de EH Bildu, entre ellos, su portavoz parlamentario, Pello Otxandiano, además de Nerea Kortajarena y Ander Goikoetxea. Por parte de Confebask, la delegación ha estado encabezada por su presidenta, Tamara Yagüe, y su director general, Eduardo Aretxaga. Confebask ha precisado que esta reunión se enmarca dentro de los contactos habituales que mantiene de manera periódica con los diferentes partidos y grupos parlamentarios de la Cámara Vasca.
El portavoz parlamentario de EH Bildu, Pello Otxandiano, ha explicado tras el encuentro que «existe una propuesta conjunta por parte de todos los sindicatos del país que consideramos muy posibilista», en referencia a la posibilidad de implementar un Salario Mínimo Interprofesional vasco. «En este sentido, creemos que la patronal debe sentarse a negociar, ya que no se comprende su negativa a hacerlo», ha recalcado. Y ha emplazado a que el Gobierno Vasco juegue «un papel activo como intermediador en la negociación que deben llevar a cabo los sindicatos vascos y la patronal. Consideramos que, actualmente, el ejecutivo no está desempeñando ese rol de forma adecuada».
Otxandiano ha recalcado que, «evidentemente, las posiciones políticas de EH Bildu y Confebask están bastante alejadas en prácticamente todos los ámbitos, pero creemos que es muy importante escuchar y compartir puntos de vista con todos los actores que influyen, de una forma u otra, en la vida social y económica del país».
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La patronal vasca no se ha referido en el comunicado enviado tras la reunión al SMI, y ha explicado que ha aprovechado el encuentro para transmitir al grupo parlamentario de EH Bildu su punto de vista sobre cuestiones que preocupan a las empresas vascas, como «la reciente reforma fiscal aprobada, el alza de los costes laborales, el alto nivel de absentismo en la empresa vasca, o los riesgos geopolíticos que ponen en peligro la competitividad de las empresas».
Asimismo, Confebask ha aprovechado para recordar a EH Bildu que las empresas vascas son las primeras contribuyentes al estado del bienestar en Euskadi y que, «sin su aportación y sin una empresa competitiva», no habría los «beneficios sociales y colectivos» de los que se disfruta en la actualidad.
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La cita llegará apenas cuatro días después de que PNV, PSE y Podemos hayan acordado la reforma fiscal. Una revisión de la polÍtica tributaria que introduce novedades en IRPF o el Impuesto de Sociedades, que alivia la presión a las rentas bajas y aumenta la carga impositiva a las grandes empresas. Un pacto, por cierto, que no ha gustado ni a la patronal ni a la coalición abertzale.
La presidenta de la patronal vasca, Tamara Yagüe, aseguró el pasado viernes en una entrevista concedida a una radio local que «tenemos que leer bien la letra pequeña, pero la sensación general es de desánimo total. Es un castigo al mundo empresarial y no entendemos». Yagüe recordó que la patronal solicitó entre sus propuestas que se redujera el tipo mínimo del 17 al 15%, «como tiene el Estado u otros países europeos, y ahora lo aumentan al 19%. Ya no es pagar proporcionalmente más, sino que ahora será un impuesto más».
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Endureciendo su mensaje, la máxima dirigente de la confederación empresarial vasca sentenció que la reforma «no contribuye a la competitividad ni a la atracción de proyectos tractores. Creo que es una decisión política y no se han medido las consecuencias económicas. Además, se contradicen los mensajes porque en teoría quieren hacer más grandes las empresas, se fomenta eso, y cuando lo consigues te meten más impuestos. La vaca no da más leche. Hay que recordar que para mantener el bienestar social que tenemos, todo viene de la recaudación y esa recaudación viene de las empresas».
Fue en 2018 cuando tras una reunión entre EH Bildu y Confebask, la izquierda independentista anunció «un nuevo ciclo de relaciones normalizadas» con la patronal. Fue la primera vez que el secretario general de la coalición abertzale, Arnaldo Otegi, participó en este tipo de encuentros. En aquello ocasión ambas delegaciones se emplazaron a mantener las reuniones que se consideren «necesarias para seguir conociendo de primera mano y sin intermediarios su opinión sobre los distintos temas que afecten a la economía y la sociedad vasca».
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