El consejero de Seguridad, Bingen Zupiria, llega a Miramar pertrechado con un paraguas.
Primer Consejo de Gobierno

De los bañadores a las gabardinas en Miramar por la tormenta: «Vaya día»

El tiempo gris y lluvioso empañó la primera foto del nuevo ejecutivo frente a la bahía de La Concha y el lehendakari aprovechó la tarde para comprar en el mercado y ver las regatas

Ander Balanzategi

San Sebastián

Jueves, 29 de agosto 2024, 10:50

Un fuerte chaparrónón dio la bienvenida ayer a Donostia al lehendakari y los consejeros del Gobierno Vasco. No lució en especial la foto anual que el ejecutivo de Pradales se sacó en el Palacio Miramar de espaldas a la bahía de La Concha, porque las oscuras nubes y la lluvia dieron un apagado color gris al marco incomparable. «Un tiempo muy donostiarra», zanjaba la diputada general de Gipuzkoa, Eider Mendoza, mientras los presentes, todavía con el bronceado de las vacaciones, se acordaban de los días de playa.

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Los protagonistas de la llegada al primer Consejo de Gobierno fueron los paraguas. Los miembros del Ejecutivo vasco esquivaron los charcos hasta el pórtico del Palacio Miramar, donde les esperaban la diputada general de Gipuzkoa, Eider Mendoza; el presidente de las Juntas Generales, Xabier Ezeizabarrena, y la primera teniente de alcalde de Donostia y delegada de Urbanismo, Nekane Arzallus —que sustituyó al alcalde Eneko Goia al encontrarse todavía de vacaciones—. La lluvia, a veces en forma de intenso aguacero, rompió por completo el protocolo previsto, que tuvo que desarrollarse solo en el interior del edificio.

«Vaya día», comentaba el vicelehendakari segundo, Mikel Torres, y miraba al cielo con un resoplido. El consejero de Industria, Transición Energética y Sostenibilidad, Mikel Jauregi, le decía en tono bromista a Mendoza que tuviese cuidado para no mojarse y Pradales, con cierta ironía, señalaba qué hacía un tiempo «maravilloso». «Aquí es muy cambiante y eso nos gusta», le respondía la diputada general. Lo decía todo el 'look' del consejero de Educación, Juan Ignacio Pérez, que evitaba mojarse con una gabardina azul.

Al son de la Banda Municipal de Txistularis, como manda la costumbre, el lehendakari y los consejeros entraron al palacio para sentarse y celebrar el Consejo de Gobierno. No sin antes aprovechar para conversar y preguntarse sobre las vacaciones.

La rueda de prensa del lehendakari tuvo tintes emotivos al acordarse de los vascos fallecidos cuando estaban de vacaciones en otros países y también del exdiputado de Hacienda Jokin Perona. En la entrada del recinto del palacio varios colectivos protestaron, como suele ser habitual en estas citas. Por un lado los críticos de Geroa y por otro los sindiatos de la Ertzaintza.

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Mercado y regatas

Pero la jornada de Pradales no se limitó a la cita institucional en Miramar con sus consejeros sino que fue una verdadera jornada de inmersión donostiarra, un baño de costumbrismo. Hacia el mediodía, ya después del Consejo, la diputada general, de GIpuzkoa Eider Mendoza y el propio lehendakari aprovecharon un hueco en la agenda para visitar el mercado de San Martín y comprar un queso de los pastores de la sierra de Aralar y algo embutido. A la tarde disfrutó además de la clasificatoria de la Bandera de La Concha desde el muelle.

Según confesaban sus propios colaboradores, la jornada transcurrió por unas coordenadas plenamente donostiarras –con el sirimiri cómplice en determinados momentos– en la que el lehendakari se quitó la corbata en un ambiente muy distendido ya que, apuntaron en su entorno, tiene muchos conocidos en el mundo del remo y es un apasionado de Donostia en la fiesta de las regatas.

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