«El derecho a decidir es un principio democrático y una cuestión clave para acordar un nuevo estatus»

–Comienza el curso parlamentario y EH Bildu ha registrado una batería de preguntas y solicitudes para el nuevo ejecutivo. ¿Qué tipo de oposición van a hacer al Gobierno de Pradales?

–EH Bildu tiene 27 parlamentarios, un grupo bastante importante, y es la primera formación de la oposición, empatada en escaños con el PNV, que es la primera fuerza política de Euskadi. Por lo tanto, nos corresponde hacer una oposición responsable. Además, incorporamos esa perspectiva de la colaboración, porque, como hemos dicho por activa y por pasiva, tenemos entre manos problemas y retos como la situación de Osakidetza. A la vez, creo que eso no está reñido con hacer un control al gobierno. De hecho, considero que eso es fundamental en una democracia saludable.

–El lehendakari ha propuesto llegar a pactos entre partidos en cuestiones estructurales. Uno de ellos es el acuerdo ético y ha señalado que es importante para acabar con los «tics del pasado». A pesar de que todavía no se ha desgranado esa propuesta, ¿se ven dentro?

–No tenemos más información más allá de las vagas ideas que han salido al respecto. Es importante preservar el clima que se respira en el Parlamento de Vitoria, donde cada uno plantea sus ideas políticas con espacio para la colaboración y para la confrontación. Deberíamos vivir también la confrontación con mayor naturalidad, pero siempre desde el respeto y atendiendo muy bien a lo que la sociedad de Gipuzkoa, Bizkaia y Álava han manifestado en las urnas.

–En relación a esos «tics del pasado», han aparecido pintadas en el frontón de Igeldo contra los consejeros Denis Itxaso y Bingen Zupiria, ¿las condena?

–Juan Karlos Izagirre, nuestro portavoz en el Ayuntamiento de Donostia, rechazó esas pintadas y ya manifestó que no aportan a la convivencia que necesitamos. También mostró su solidaridad tanto con Denis Itxaso como con Bingen Zupiria.

–¿Esa convivencia a la que alude pasa por la condena de EH Bildu al terrorismo de ETA?

–La posición de EH Bildu es clarísima respecto a la construcción de un futuro en paz y convivencia. Nosotras vamos a seguir trabajando incesantemente en esa labor.

–El PSN, socio de su partido en Navarra, les ha pedido que den pasos en cuestiones relacionadas con la violencia pasada. Si se diesen esos avances, ¿cree que estaría más cerca la alianza en Euskadi con los socialistas?

–Nuestro compromiso con la paz y la convivencia es claro. Seguiremos trabajando en esta línea y seguiremos abriendo puertas para la colaboración y para el trabajo con otras fuerzas políticas.

–¿Pasa por ahí que EH Bildu pueda llegar a liderar el Gobierno Vasco en las próximas elecciones?

–Tenemos una legislatura por delante, el próximo ciclo electoral todavía queda muy lejos y hay muchas cosas por las que tenemos que trabajar. Más adelante veremos qué alianzas y posibilidades surgen y, qué complicidades se tejen por el camino.

– ¿Que la cartera de Justicia haya recaído en el PSE es una «dejación de funciones» por parte del PNV como ha señalado Otegi?

–Nos sorprendió que el PNV dejase en manos del PSE esa cartera y, en cierta medida, sí que comparto con Otegi que pueda ser una dejación, porque es una consejería importante en la que los trabajos que se tienen que desarrollar tienen una influencia grande. Nosotros lo que esperamos es que podamos seguir construyendo un futuro con una memoria inclusiva y una memoria integradora.

–¿Les preocupa que los socialistas puedan no llevar esa línea?

–Lo tenemos que ver. Todavía no sabemos cuáles son las intenciones de los consejeros y consejeras, por dónde van a llevar sus políticas, cuáles van a ser los planteamientos. Tendremos que esperar a escucharles.

–¿Qué le van a pedir al nuevo consejero de Salud en las reuniones que comenzarán en septiembre para llegar a un pacto por Osakidetza?

–Tenemos un problema con Osakidetza y eso no lo puede negar nadie. Este mismo verano se ha vuelto a ver que las urgencias están sin personal. Hay que abrir la perspectiva del diagnóstico de lo que está ocurriendo en Osakidetza y hay que compartir con el resto de agentes lo que ocurre. Además, hay que reconocer lo que esos agentes puedan aportar en la resolución del problema.

–Otro de los temas clave de la legislatura será la actualización del Estatuto. ¿Ven voluntad en el PNV de llegar a un acuerdo?

–Todos hemos manifestado la importancia de este asunto y la urgencia también de empezar a trabajar. Y creo que, más allá de hablar de voluntades de cada uno, lo que tiene que entrar a estas cuestiones es una fase resolutiva. Llevamos un montón de tiempo dando vueltas en una rotonda. Muchos de los retos a los que nos enfrentamos requieren de la clave de la soberanía.

–¿Y el PSE entrará en esos acuerdos que su partido pretende impulsar con un eje abertzale?

– Hay una ventana de oportunidad que se ha abierto en Madrid y hay que aprovecharlo porque puede ser un momento muy importante. Septiembre será clave para ver cómo se desarrolla esta cuestión. Nosotros hemos dicho muchas veces que no deberíamos dejar pasar la oportunidad.

–¿Priorizarán un acuerdo de consenso ante cuestiones como el derecho a decidir que puedan imposibilitar un pacto sobre el nuevo estatus?

–Hay que entender que el derecho a decidir es un principio democrático, es una cuestión clave y hemos manifestado abiertamente que somos una coalición independentista, soberanista y abertzale. Hay ocasiones en las que se quieren generar esas disyuntivas. Se hace referencia a las cosas del comer y a las cuestiones identitarias por separado. Pero las dos están estrictamente ligadas. Esto nos daría la capacidad de decidir por nuevas especialidades en Osakidetza o por un salario mínimo acorde con el nivel de vida de Gipuzkoa, Bizkaia y Álava. Es el momento de reconocer que el Estado español es plurinacional y que Euskal Herria es una nación.

– GKS ha denunciado un veto político por parte de la izquierda abertzale al no poder colocar txosnas en las fiestas de Bilbao y Vitoria. ¿Se les prohíbe participar en las fiestas?

– Las txosnas son espacios autogestionados y son los grupos que se organizan en torno a esos espacios los que deciden su funcionamiento, las normas y los acuerdos. A nosotros no nos corresponde participar en eso. En todo caso, no creo que haya un veto político.

– ¿Existe una pugna entre el entorno de la izquierda abertzale y GKS por el control de los movimientos sociales?

– No lo creo.