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En plena desescalada del confinamiento, y con Euskadi acariciando la fase 2, el lehendakari Urkullu no sorprendió y al final convocó las elecciones el 12 ... de julio, en el arranque de un verano que será sin duda diferente porque las heridas de la devastadora pandemia aún estarán abiertas. En teoría, a principios de julio la 'nueva normalidad' será un hecho en todos los territorios y habrá sido enterrado el estado de alarma que mañana quiere sacar adelante Pedro Sánchez en el Congreso. Urkullu se ha decantado por la opción estival –a pesar de que la abstención es la principal amenaza de esta cita– porque tiene garantizado un potente despliegue logístico como para facilitar el sufragio de los electores en unas circunstancias que seguirán siendo cuando menos delicadas. Habrá que conocer el plan al detalle. Convocar elecciones en esas fechas tiene sus riesgos, ya que si se produce algún calambrazo en la complicada cogobernanza de esta desescalada los focos enseguida iluminarán al candidato del PNV a la reelección. Los socialistas, sus socios en el gabinete de Lakua, también pueden caminar sobre el alambre en la campaña si algo se tuerce en la gestión de Moncloa, sobre todo cuando hablamos de un virus, que puede rebrotar en el momento más inoportuno. Ese será otro riesgo.

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diariovasco Los desafíos del 12-J