Borrar

Desgaste pandémico

La debilidad en la que se encuentra el poder político se disimula porque la oposición parlamentaria es aun más endeble

Sábado, 16 de enero 2021, 09:34

La 'fatiga pandémica', que la OMS tardó diez meses en consignar, no afecta solo a los ciudadanos. Afecta también a la gobernación del país. No solo porque, presumiblemente, los gestores públicos padecen estrés, apatía y hasta cansancio físico, como les ocurre a sus representados. Además ... se resiente la credibilidad de las instituciones, mientras crece el escepticismo social. Como ocurre con la 'fatiga pandémica' sobre los ciudadanos, el desgaste de la política es imperceptible. Entre otras razones porque dedica buena parte de sus energías a disimularlo. La primera ola dio lugar a una gobernación de excepcionalidad que, a través del estado de alarma y el confinamiento, condujo a una concentración del poder sin precedentes en democracia, a la práctica restricción de las libertades, a la neutralización efectiva de los mecanismos de control y a la drástica rebaja de la transparencia informativa. Todo ello, admitido como algo inevitable, pudo generar entre los gobernantes una sensación de omnipotencia que compensaba la incertidumbre; mientras la confrontación partidaria daba la espalda a la emergencia.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariovasco Desgaste pandémico