Escabechina en la derecha

Las urnas en Cataluña han proyectado la refriega política en la que está inmersa la derecha española en los últimos tiempos. El pronosticado derrumbe de Ciudadanos se confirmó anoche con toda su crudeza y su desastroso resultado se corresponde en buena parte con la errática ... trayectoria que la formación empleó desde el mismo momento en el que las urnas le dieron el triunfo hace cuatro años. Aquella victoria que fraguó Inés Arrimadas se derritió a los pocos meses de la cita electoral porque la actual líder liberal optó por esconderse y no afrontar en aquel momento la obligación que tenía como partido ganador: presentar su candidatura a la investidura, aún a sabiendas de que no prosperaría. Prefirió no dar la cara mientras los soberanistas apuraban hasta el último segundo la formación de un Govern que ha generado un sinfín de encontronazos entre ERC y JxCat. Para más inri para Ciudadanos, la formación naranja vivió hace un año el superdescalabro con la dimisión de Rivera, sustituido por la propia Arrimadas que abandonó Cataluña y dejó las riendas del partido en manos de Lorena Roldán, quien tras ser descabalgada in extremis, fue fichada a última hora por el PP. Todo un despropósito. Con los resultados de anoche, la posición de Arrimadas se hace casi insostenible.