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A escasos metros de donde Pedro Sánchez reunía este martes en el Congreso al grupo parlamentario del PSOE, Alberto Núñez Feijóo instruía al suyo para hacer en el nuevo periodo de sesiones una «oposición sin cuartel» contra un Gobierno «en decadencia», que ha llegado «más ... lejos» de lo que ninguno había hecho antes para «protegerse a sí mismo». «No les vamos a dejar pasar ni una», exhortó a los diputados y senadores del PP a los que arengó para que en este 2025 sigan trabajando «más y mejor».
En su discurso, el líder conservador desgranó las razones que confirman, en su opinión, que el Ejecutivo de izquierdas no tiene más recorrido porque «no tiene mayoría y es incapaz de aprobar leyes sin subastar el Estado». Una debilidad parlamentaria siempre a expensas de lo que quieran sus socios de Junts, que los populares, recalcó, deben aprovechar para continuar ejerciendo su «labor de alternativa» como demuestra el goteo de propuestas presentadas en los últimos meses en aras de la conciliación familiar, de la reconstrucción de las zonas devastadas por la dana en Valencia o, más recientemente, para favorecer el acceso a la vivienda de los jóvenes.
El jefe de la oposición puso el foco sobre el fiscal general, del que quiere cobrarse la cabeza y al que calificó de «delincuente común» por el borrado de su teléfono móvil el mismo día en el que el Tribunal Supremo le abrió una investigación por la filtración de los datos del novio de Isabel Díaz Ayuso por un delito de fraude fiscal. Prometió además dar la batalla en los tribunales a todos los «atropellos» de Sánchez y contra el «infierno fiscal» que achaca a su Gobierno. «Pagamos más impuestos para tapar la boca al independentismo», denunció.
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