Secciones
Servicios
Destacamos
alberto surio
Jueves, 22 de julio 2021, 06:56
«La presión hace diamantes«. La frase corresponde al general norteamericano, George Patton, protagonista de la Segunda Guerra Mundial, y fue ayer utilizada por un diputado de una de las formaciones que apoyan al Gobierno de Pedro Sánchez para explicar gráficamente el alto voltaje negociador. ... Otros recurren al clásico »hacer de la necesidad virtud«. Pero lo cierto es que el Ejecutivo de coalición se encuentra en una evidente minoría parlamentaria y cada vez que tropieza con dificultades se tiene que mover con cintura negociadora y con destreza en el Congreso para recabar apoyos. La convalidación de los decretos planteaba un escenario delicado que el Ejecutivo logró aprobar al final a pesar de las dudas de última hora.
En este contexto, las posiciones del PNV y de EH Bildu en el pleno de ayer resultaban determinantes, además de las de Esquerra Republicana de Catalunya. Los partidos nacionalistas vascos están en la recámara de los socios de investidura y ayer volvieron a demostrarse las diferencias tácticas entre ambos a la hora de relacionarse con el Ejecutivo de coalición y de librar entre sí un pulso por la interlocución. Sobre todo en la discusión sobre la obligatoriedad de las mascarillas, o su flexibilización, en la que EH Bildu mostró una posición más conciliadora y más comprensiva con el Gobierno de Sánchez que, por ejemplo, el PNV.
Más información
Paula De las Heras
Se notaba que, de víspera, el lehendalari Iñigo Urkullu había enviado sin éxito una carta al presidente del Gobierno en el que le instaba a reconsiderar la puesta en marcha de determinadas medida urgentes para contrarrestar una pandemia que se encuentra en este momento desbocada, sobre todo entre los jóvenes. Y en la que también le instaba a reconsiderar la supresión de la obligatoriedad de las mascarillas. El portazo del jefe del Ejecutivo ha dolido en especial al PNV. «La actitud de Sánchez cansa», han señaló el poresidente del EBB, Andoni Ortuzar. Todo un aviso para navegantes.
El PNV se siente dolido con la manera de gobernar del PSOE – escenificada en este caso con la negociación a contrarreloj de los reales decretos-leyes– y con su supuesta falta de tacto a la hora de gestionar las cuestiones más espinosas. Y EH Bildu, a través de Mertxe Aizpurua, quiso rebajar el tono de confrontación política con el PSOE en este tema al esgrimir la necesidad de «escuchar a la comunidad científica».
Sin embargo, sí puso el acento en la crítica «por invasión competencial» en la propuesta de los interinos, que posibilita la regularización en la función pública de casi 300.000 trabajadores del sector público a través de una oposición. E intentó dejar de relieve el perfil social y de izquierda en la polémica sobre el precio de la luz. Los diputados de Unidas Podemos siguieron, de hecho, con gran atención el discurso de Oskar Matute.
Las votaciones de ayer son un verdadero bautismo de fuego para el nuevo Gobierno que demuestra la fragilidad de sus respaldos parlamentarios y la 'geometría variable' en estado químicamente puro. El nuevo ministro de Presidencia, Félix Bolaños, respiraba bastante aliviado tras las votaciones en la Cámara. Los resultados daban aire al Ejecutivo de coalición y la última encuesta del CIS tranquilizaba los nervios en Moncloa. El serial continuará.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El pueblo de Castilla y León que se congela a 7,1 grados bajo cero
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.