El llamado Mausoleo de los Mártires, ubicado en el cementerio de Polloe, en San Sebastián. Eloy Zufiaurre.
Memoria histórica

Gogora abre la fosa franquista de Polloe para hacer un análisis preliminar

Aranzadi determinará ahora si se pueden exhumar los restos de los 17 milicianos y gudaris allí enterrados, por los que se han interesado seis familias facilitando datos al Ayuntamiento donostiarra

A. González Egaña

San Sebastián

Lunes, 27 de junio 2022, 06:33

Técnicos forenses de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, de la mano de Gogora, abrieron el pasado miércoles la fosa del mausoleo franquista del cementerio de Polloe, en San Sebastián, donde fueron inhumados, tras la Guerra Civil, al menos 17 milicianos y gudaris. El trabajo ... de los expertos, que no se prolongó más allá de una hora, consistió en levantar la tapa y echar un vistazo para realizar un análisis preliminar, con el que determinarán si se puede llevar a cabo una exhumación que confirme que entre las 121 personas allí enterradas se hallan los citados milicianos y gudaris que murieron en la defensa de la capital guipuzcoana en julio de 1936. «Lo que se ha hecho es una cata y ahora estamos esperando el informe», explica Gogora.

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Hasta el momento, los datos que se tienen del llamado Mausoleo de los Mártires se han conocido gracias a la información documental aportada en un informe de Aranzadi hecho público el pasado 16 de mayo por el alcalde de Donostia, Eneko Goia, y la concejala de Derechos Civiles, Ane Oyarbide, en el que se indica que los cuerpos están enterrados en colectividad y que de ellos 17 confirmados y 14 dudosos son milicianos y gudaris. Hasta que el Ayuntamiento hizo público el listado descubierto por Aranzadi, los familiares de estos combatientes miembros del PCE, de la CNT, de UGT y de las Milicias Populares, desconocían que pudieran encontrarse allí enterrados. Algunos nietos y sobrinos de seis de esas personas han respondido en las últimas semanas al llamamiento realizado por el Ayuntamiento con el fin de recabar información que arroje luz sobre el caso.

Las claves

  • Mausoleo Hay 121 cuerpos: 17 han sido confirmados como milicianos y gudaris, y otros 14 son dudosos

  • El ebanista de la CNT Pedro Lakunza relata que el abuelo Eusebio murió en «un fuerte tiroteo» en el puente de Hierro

  • El Ferroviario de la UGT Eloy Zufiaurre marchó desde Altsasu al frente norte, a Donostia, y falleció en combate el 24 de julio

A través de las gestiones que ha dirigido la concejalía de Derechos Civiles, algunas familias han aportado, aunque no sean muchos, datos personales, fotografías o documentos para poder abordar la investigación. La información recabada se ha enviado a Gogora para que pueda realizar los trabajos pertinentes en cada caso.

Entre esas familias se encuentra la del palentino Eusebio Serrano Álvarez, miliciano de la CNT. Pedro Lakunza es uno de dos sus nietos y se emociona cuando recuerda a su aitona y comparte lo poco que les contó su ama, fallecida el año pasado. «El abuelo tenía 30 años y fue uno de aquellos jóvenes milicianos y gudaris que defendieron la ciudad frente al avance de los militares sublevados del cuartel de Loiola. Esos primeros días del alzamiento militar días hubo más de cien muertos en Donostia y uno de ellos fue nuestro abuelo. Murió el 21 de julio de 1936, exactamente», relata Lakunza. Su ama les contó que debió morir durante un «fuerte tiroteo» en la zona del antiguo puente de Hierro. «Algún hermano debió identificar el cadáver en algún lugar cerca de las escuelas de Amara, donde al parecer reunieron los cuerpos de las víctimas de aquellos días. Pero luego no supo dónde lo enterraron ni nada», rememora.

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Fotografía familiar

Eusebio Serrano, nacido en 1905, había llegado de Palencia con su familia, pero sus descendientes poco pudieron conocer de su vida. En una ocasión Pedro Lakunza visitó la iglesia en la que, según las indicaciones de su madre, le habían bautizado aquel año de primeros del siglo XX. Una pequeña caja de cigarrillos que su abuelo modeló y ensambló es el único objeto que guardan de él junto a una fotografía familiar, algo deteriorada, donde aparece junto a su mujer y otros familiares. «Siempre idealizas aquella época, pero desde luego poder conocer cómo murió te hace sentirte orgulloso que gente que venía de fuera defendiera la ciudad contra los militares sublevados por puro instinto y con cuatro pistolitas», describe.

Eusebio Serrano -el segundo por la izquierda, de pie-, en una fotografía familiar. Eloy Zufiaurre.

Otra de las familias que se han interesado por el caso del mausoleo franquista es la de Eloy Zufiaurre García. Nacido en febrero de 1912, era ferroviario y miembro de la UGT de Altsasu. En julio de 1936 marchó al frente norte y falleció en combate en San Sebastián el día 24 de ese mismo mes. Algunos familiares ya habían preguntado varias veces por él en Polloe, pero nunca obtuvieron respuesta. Para su familia supone «mucha tranquilidad» saber que puede estar enterrado en el cementerio donostiarra. «Es triste, pero nos ha dado alegría, al menos ahora sabemos dónde está», comparte una sobrina nieta. Eloy era un voluntario que no dudó en marcharse fue al frente en San Sebastián cuando se enteró de la sublevación y fue asesinado una semana después. «Lo que sabemos es que cayó en Loiola y allí acaban todas las huellas», detalla la familia. Un hermano de Eloy, Isidro, también está desaparecido. Estuvo en el campo de concentración de Gurs, pero su rastro se pierde en ese lugar de la Aquitania francesa.

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