– Enhorabuena. Ha conseguido su acta de parlamentario por los pelos, gracias al recuento de los votos emitidos en el extranjero...
– La 'foto' del Parlamento, con una mayoría de PNV y EH Bildu, me entristece. Ahora bien, hemos conseguido un segundo escaño, lo que demuestra que hasta el último voto constitucionalista cuenta. Y es especialmente satisfactorio que sea a costa de EH Bildu. Por tanto, doble alegría y doble victoria.
– Han pasado de no tener representación a lograr dos escaños. No obstante, la suma PP+Cs ha cosechado 60.299 votos , mientras que hace cuatro años, por separado, sumaron 129.248. El batacazo es incontestable...
– Han sido unas elecciones especiales, con una participación muy baja. Por otra parte, los nacionalistas tienen un votante muy activo, están muy movilizados. La campaña ha sido extraña, con un lehendakari monopolizando los medios de comunicación, mientras que el resto de los candidatos hemos sufrido muchas limitaciones. No hemos podido hacer una campaña al uso, debido a unas medidas de seguridad totalmente necesarias. Por tanto, no es aconsejable establecer paralelismos con otras elecciones.
– Sí, pero se hizo una coalición para sumar y el resultado es que ha restado la mitad de los votos...
– Se hizo una coalición para no perder ni un voto constitucionalista y lo hemos demostrado con este último escaño por Bizkaia.
– Ir de la mano del PP les ha salido rentable. Sin embargo Iturgaiz ha reconocido que el tándem ha supuesto un «retroceso». ¿Cree que la estrategia de ir juntos se mantendrá en Euskadi o el PP se lo pensará?
– Decidimos ser generosos por ambas partes y construir una alternativa conjunta para los constitucionalistas. El resultado es el que es. A partir de ahora hay que analizar el retroceso y plantear una alternativa fuerte frente a las políticas nacionalistas.
«La coalición con el PP ha cumplido su objetivo, que era que no se perdiera ni un solo voto constitucionalista»
«Nunca lo hemos rechazado y somos sus mayores defensores; pero exigimos transparencia en la gestión»
– ¿Con qué PP seguirían yendo de la mano, con un PP moderado o con un PP escorado a la derecha para competir con Vox?
– Somos un partido de centro liberal y queremos llegar a acuerdos en este marco. La relación personal con Iturgaiz es excelente y los seis parlamentarios estamos muy bien compenetrados y deseando ponernos a trabajar.
– En España ahora están echando una manita a Sánchez y aquí van con el PP. ¿No están despistando a su posibles votantes?
– Somos un partido de centro. Por tanto, intentamos ser positivos y lograr políticas públicas útiles para la sociedad. El Gobierno de Sánchez e Iglesias no nos gusta en absoluto, pero en una situación de crisis gravísima hemos votado conjuntamente una serie de medidas positivas. El frentismo preventivo a lo único que lleva es a que no se hable de lo realmente importante, es decir, qué políticas públicas hay que adoptar para salir de la crisis.
– ¿Cs corre el peligro de quedar diluido dentro del PP?
– Formamos parte de una coalición y nos integraremos en un único grupo, PP-Cs. No creemos en personalismos. El objetivo es sacar adelante nuestro programa.
– ¿No irán al grupo mixto?
– Somos gente de palabra. Queremos un grupo fuerte para hacer frente a las políticas nacionalistas que se nos vienen encima.
– ¿Estarían dispuestos a pactar el presupuesto con un Gobierno PNV-PSE?
– No queremos un pacto global. Otra cosa es llegar a acuerdos puntuales, como pueden ser los presupuestos, en el caso de que nuestras propuestas sean incluidas.
– ¿Qué ocurriría si, por ejemplo, Cs optara por el acuerdo y el PP por votar en contra?
– Las discrepancias se solucionarían dentro del grupo parlamentario. No vamos a ir por separado.
– Eso suena a una posición subordinada de Cs...
– Suena a que hemos redactado un programa que secundaremos para que las propuestas salgan adelante.
– ¿Cuál será la postura de Cs ante la renovación del Estatuto?
– La propuesta nacionalista distingue entre ciudadanos de primera y de segunda. Lucharemos contra eso. En España tenemos una estructura pseudofederal que requiere reformas, pero analizando los beneficios para los ciudadanos y el coste real. Un Estatuto que sirva para echarse al monte, o que sea un paso previo para ese fin, contará con nuestro rechazo.
– ¿Tienen algún reparo en sentarse a negociar con EH Bildu?
– Estamos dispuestos a escuchar a todo el mundo, incluso a los que nos tiran piedras, pero son tantas las cosas que nos separan que cualquier tipo de acuerdo es inviable, es ciencia ficción. No hay que olvidar que todavía no han condenado la violencia de ETA. Nuestros proyectos políticos son totalmente antagónicos y Cs tiene de hecho como objetivo vencer a EH Bildu en las instituciones.
– ¿Su inicial rechazo al Concierto Económico, luego matizado, ha sido un lastre?
– Nunca hemos rechazo el Concierto, está recogido en la Constitución y lo respetamos. Ahora bien, exigimos transparencia en su gestión. El PNV ha politizado este tema. Somos los principales defensores del Concierto, porque queremos que sea un instrumento para que revierta en un mayor beneficio de los ciudadanos.
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