«Es importante que se ponga cara al dolor de las víctimas»

Los asistentes al seminario de la Guardia Civil escucharon el emocionado testimonio de Borja Giménez Larraz, que ayer regresó 17 años atrás, a la tarde del 6 de mayo de 2001, en la que acompañaba a su padre, el senador del PP Manuel Giménez Abad, al campo de La Romareda para ver un partido del Real Zaragoza. «Salimos andando, como siempre, cuando un terrorista se acercó por detrás y descerrajó tres tiros a mi padre, dos en la espalda y uno en la cabeza. El etarra me miró impasible y huyó. En aquel momento, para mí se hizo la nada y aquellos disparos todavía resuenan en mi cabeza», rememoró.

Borja Giménez remarcó que «es importante que se ponga cara al dolor de las víctimas» y recordó que para la s familias «cada asesinato lo hemos sentido como propio. Cuando mataban a alguien nos estaban matando a todos un poco». Tras la reciente disolución de ETA, reclamó un relato justo y aseguró que no le vale «un perdón que no vaya apoyado por una colaboración con la justicia».