«Andoni se quiere ir, pero no le dejan». Un rival político de Ortuzar, que no es militante jeltzale y mantiene con él una espléndida relación personal, explicaba hace varias semanas con esta frase la intrahistoria que rodea el relevo al frente del PNV y ... el inesperado anuncio del presidente del partido de volver al plan A: no concurrir a la reelección y contribuir a la renovación dando ejemplo él mismo.
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Ortuzar ya había pensado en el relevo cuando hace cuatro años fue reelegido por tercera vez presidente del EBB, según fuentes conocedoras del actual proceso. «Andoni ya traslada este mensaje al EBB. Entiende entonces que el partido tiene que hacer cambios». Lo hace después de que en 2019, el PNV empezara a mostrar ciertos síntomas de fatiga electoral, que después sería más intensa. Pese a ello, la dirección del PNV no ve aún la necesidad de abordar ese debate.
Toda esta historia de distanciamientos tiene un momento clave el 8 de julio de 2024. El EBB celebra una reunión extraordinaria fuera de Sabin Etxea. Es una cumbre monográfica. El objetivo de las cita pasa por una palabra mantra: renovación interna. «Andoni les traslada al EBB la convicción de que su tiempo ya ha pasado. Y que él, si acaso, puede ser un plan B, un plan B de seguridad para el caso de que no haya un relevo. pero a la vez plantea la necesidad de buscar un plan A, alguien que conecte con los nuevos tiempos».
Después de la renovación de las ejecutivas territoriales en noviembre de 2024, un grupo de personas, encomendado por el EBB, llega a la conclusión de que no hay una alternativa a Ortuzar con suficiente apoyo territorial. «Le dicen a Andoni que ante la falta de un plan A, hay que recurrir a un plan B de seguridad y entonces le piden que reconsidere su decisión y es lo que hace en la carta del 18 de enero».
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Jorge Sainz
La novedad es que, según las fuentes consultadas, la opción alternativa para liderar Sabin Etxea «se estaba montando y organizando hace tiempo, no fue producto espontáneo de los resultados de unos batzokis en Gipuzkoa». En la corriente de Esteban se niega este extremo, y se pone en valor el espontáneo respaldo en los primeros batzokis guipuzcoanos para entender la inercia posterior. El sector crítico alternativo habla a su vez de «presiones empresariales» para entender el desenlace de ayer.
Detrás del desencuentro operan claves personales y agravios. Algunos ven como telón de fondo el mar de fondo del relevo de Iñigo Urkullu como lehendakari o de la presidencia del Bizkai Buru Batzar de Itxaso Atutxa, que es la esposa del propio Esteban.
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