El lehendakari Pradales y la presidenta navarra María Chivite celebraron en el Palacio foral el primer encuentro oficial tras el relevo en la makila que se materializó el pasado junio en Gernika. Dos mandatarios de la misma generación que se sentaban a hablar de las ... necesidades de sus respectivas comunidades y exhibían la mutua colaboración para que Euskadi y Navarra crezcan desde sus ámbitos territoriales. Atrás quedaron los tensos recelos de épocas pasadas cuando se aireaba la Disposición Transitoria Cuarta de la Constitución que posibilita la anexión de Navarra a la Comunidad Autónoma Vasca. Ahora vivimos otros tiempos más pragmáticos, donde las cosas del comer entre Euskadi y Navarra priman sobre las reivindicaciones identitarias.

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Y uno de los aspectos que más preocupan en los últimos meses es por dónde conectará el TAV con Navarra. Tanto Pradales como Chivite se mostraron cautos, como no podía ser menos, aunque las alegaciones del Gobierno Vasco de hace seis años fueron favorables a la opción Ezkio-Itsaso, con una alusión al tensionamiento ferroviario de la otra alternativa, Vitoria, que ha sido aireada recientemente por Pradales.

El lehendakari y Chivite emplazan al ministerio que lidera Óscar Puente para que despeje las dudas con argumentos técnicos de peso, que al fin y a la postre serán los que inclinen la balanza. Mientras que la jeltzale Eider Mendoza, que lidera el Gobierno foral de Gipuzkoa, defiende con uñas y dientes la opción de Ezkio-Itsaso que conectaría con más rapidez el eje atlántico con la Comunidad foral navarra.

Pradales recuerda que el TAV es un proyecto de país, de Euskadi, tan legítimo como que Mendoza defienda para Gipuzkoa la mejor opción para conectarse con Navarra. Es el espíritu de la foralidad, escenificado este miércoles en Pamplona entre el lehendakari y la presidenta Chivite.

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