Las 10 noticias clave de la jornada

La oferta realizada por EH Bildu para negociar con los gobiernos de coalición PNV-PSE de Euskadi y de cada uno de los territorios históricos los presupuestos de 2025 ha sido desestimada por el lehendakari Pradales, alegando que le parece más una «táctica política» que ... un planteamiento «sincero y realista». Al tiempo que los jeltzales ven en la iniciativa de Pello Otxandiano el afán de corregir de facto la organización institucional del País Vasco mediante una decisión «vertical» que afectaría a las atribuciones propias de los órganos forales. Claro que la propuesta de la izquierda abertzale es táctica, y en un doble sentido. Trata de proyectar la sensación de que EH Bildu es capaz de detenerse a idear una política presupuestaria alternativa -de cambio de ciclo-, y obliga a Pradales a descartarla. El lehendakari no podría enredarse en una negociación que brinde a los de Otegi la naturalización que les falta para el 'sorpasso'. Con lo que Otxandiano elaborará una enmienda a la totalidad al proyecto de Ajuria Enea para escenificar que están a un paso de gobernar.

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Parece más que elocuente que el Ejecutivo Sánchez pueda contar con el apoyo incondicional de EH Bildu también para las finanzas de la Administración central, y que en Navarra María Chivite lleve cinco años recibiendo el voto favorable de la izquierda abertzale para las suyas, mientras que resulta inconcebible algo así respecto a las instituciones presididas por el PNV en Euskadi. Porque la izquierda abertzale surgió con el ánimo de reemplazar a los jeltzales al frente del país, y no de acomodarles en las instituciones de una democracia a la que todavía se resisten a reconocer. Mientras que en Madrid y Pamplona EH Bildu está interesado en blanquearse en la desmemoria junto a los socialistas. A los que llegado el momento requerirán su apoyo en Euskadi para deshacerse del PNV. La evolución del sanchismo podría brindárselo en la próxima legislatura autonómica, siempre que el presidente consiga ser investido dentro de tres años. Máxime si el soberanismo «gradual» y el compromiso por la «confederación» española hacen variar hacia el pragmatismo la letra y la música de los herederos de ETA.

Dado que EH Bildu ha planteado abordar al unísono los presupuestos de la Comunidad Autónoma y los de Álava, Bizkaia y Gipuzkoa, podía haberse animado también a proponer que el nuevo estatus de autogobierno contemple una novación centralizadora de las competencias forales. Lo que permitiría evitar duplicidades, disfunciones y costes añadidos por la 'confederación' vasca para así mejorar las «políticas públicas» que la izquierda abertzale dice estar comprometida en transformar. Sólo que el éxito electoral obtenido por Bildu en Álava y los ecos de su nuevo navarrismo persuaden a los de Otegi. No les interesa aparecer como jacobinos. Y, además, parece hasta lógico suponer que, de desbancar, desbancarán a los jeltzales empezando por Gipuzkoa.

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