Pudo llamarse 'Vascos Suman', pero ha acabado siendo simplemente PP+Cs. Conservadores y liberales estrenan estos días su coalición para las elecciones autonómicas reivindicándose como refugio para los constitucionalistas y poniendo en su punto de mira la gestión del PNV.
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Carlos Iturgaiz, candidato a lehendakari de ... PP+Cs, ha calificado como «histórica» una entente que abre la puerta, eso esperan al menos los populares, a la reunificación del centro derecha español. Aunque para hablar del primer ensayo hay que mirar a Pamplona. Navarra Suma, coalición que une a ambos partidos pero que lidera UPN, ha cumplido esta semana un año de vigencia. Se constituyó de aquella manera –Casado y Rivera evitaron fotografiarse juntos– para ejercer de contrapeso al nacionalismo e intentar recuperar el Gobierno foral y el Ayuntamiento de la capital. Solo se logró lo segundo.
Doce meses después de la firma, los tres partidos implicados dan por buena la experiencia navarra. Fuentes de PP y Cs coinciden en recordar que la coalición ganó las forales y elevó sus votos respecto a los resultados obtenidos por las formaciones en solitario en 2015. Y, sobre todo, reivindican que la marca se ha convertido en punta de lanza contra los gobiernos de Chivite y Sánchez.
El 'laboratorio' navarro abrió el año pasado la puerta a explorar otro tipo de coaliciones. Especialmente, tras el varapalo sufrido por el PP en Euskadi en las generales de abril. El miedo al vacío llevó a descolgar el teléfono y abrir negociaciones con los liberales pese a que su discurso contra la foralidad y el Concierto puede llegar a restar más que a sumar. En septiembre, a las puertas de la segunda convocatoria electoral, Rivera abortó en el último momento la coalición 'Vascos Suman', pero el paso ya estaba dado.
PP+Cs nació el mes pasado generando una tormenta política mayúscula que se llevó por delante a Alfonso Alonso. Llegó Iturgaiz y pareciera que conservadores y liberales siempre hubieran ido de la mano. Se apela al voto de los socialistas desencantados para evitar la sangría de votos que atribuyen las encuestas a los populares, aunque en Ciudadanos todos son sonrisas: tendrán uno o dos escaños en el Parlamento de Euskadi, cifra que ni el más optimista hubiera imaginado.
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¿Y a partir de ahí? «De fusión ná de ná», advierte Inés Arrimadas. Es lo que quisiera el PP de cara a las próximas generales, consciente de que la política de bloques gana terreno, aunque de momento buscará ganar peso en Cataluña. Por eso las concesiones en Euskadi.
Los gobiernos conjuntos en Madrid y Andalucía avanzan sin grandes jirones, aunque la negativa de Núñez Feijóo a la unión ha sido una primera piedra en el camino. La segunda será retener al votante de centro si los populares realizan acercamientos a los postulados de Vox para pescar en su caladero de votos.
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