Urgente 20 heridos en un atropello en Múnich

Recibo con profunda tristeza la noticia del fallecimiento de Rodolfo. Recuerdo sobre todo al compañero y al amigo. Sí, porque a veces la política, además ... de compañeros de viaje, hace amigos.

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Hubo un tiempo en Euskadi en el que la diferencia política y el libre pensamiento suponían exponerse a ser asesinado. Los totalitarios quisieron asesinar a Ares. En 2008, la policía francesa encontró la llave del domicilio de Rodolfo en poder de un terrorista de ETA en el momento de su detención. Asesinándolo, querían arrancar de cuajo sus ideas y a la importante parte de la sociedad vasca que Rodolfo Ares representaba.

Rodolfo siempre fue una persona con la que se podía llegar a acuerdos. Defendía con pasión sus puntos de vista, pero esos acuerdos siempre se cumplían. En momentos de mucha dureza y confrontación política, compartí con él franqueza, cercanía y complicidad. Tratamos juntos de hacer posible una Euskadi en la que las diferentes identidades y sensibilidades políticas construyésemos un futuro común. Trabajamos también para que la gran mayoría de la sociedad vasca que compartía un ansia común de libertad hiciese frente al terror desde la unidad. Estuvimos juntos en las conversaciones de Loiola, donde el actual lehendakari, Iñigo Urkullu, y yo mismo defendimos con firmeza la libertad de Rodolfo y del socialismo que él representaba, frente a los intentos totalitarios de acallarlos con la amenaza.

Cuando ETA desapareció, una hija de Rodolfo me envió físicamente aquella llave para que la guardase: la llave de la libertad que por fin habíamos conseguido. Hoy todos los vascos tenemos esa llave de la libertad. Una libertad a la que Rodolfo contribuyó decisivamente a lo largo de toda su vida. Gracias, compañero.

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