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La socialista Marisol Garmendia (Zaldibia, 1963) tomará, de forma oficial, posesión del cargo de delegada del Gobierno español en Euskadi este jueves en presencia del ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres. Tras su nombramiento el pasado martes ya trabaja en su despacho de ... la sede de Vitoria en sustitución de Denis Itxaso que dejó el puesto para concurrir como cabeza de lista del PSE por Gipuzkoa el 21-A. Entre sus principales propósitos apunta que «seguirá el camino abierto para hacer visible el Gobierno de España en Euskadi» y en su análisis político vaticina que el Ejecutivo Sánchez «no va a caer porque se prorroguen los Presupuestos».
– Tras su nombramiento el pasado martes dijo que tenía previsto llamar al lehendakari, ¿lo ha hecho?
– Hablé con él por teléfono para presentarme y decirle que estoy a su disposición.
– ¿Han acordado una reunión?
– Fue una primera toma de contacto. Nos pusimos a disposición uno del otro. Hablaremos. Las agendas son las que son y la realidad política también.
–¿Se reunirá también con líderes de los partidos?
– Estamos ahora preparando el acto de toma de posesión de este jueves, día 21, al que estará invitada toda la representación institucional y también de los partidos. Tengo clarísimo que mi labor es hacer de puente, propiciar encuentros, acuerdos, colaboraciones y compartir proyectos.
– Ocupa un cargo que nunca ha gustado mucho al PNV. ¿Eso le va incomodar en su relación con el Gobierno Vasco?
– No. Para nada. Represento a un Gobierno de España que tiene acuerdos con diferentes. Hace unos días dijo el alcalde de Donostia que no ve la necesidad de que haya un delegado del Gobierno, pero discrepo totalmente. El País Vasco está imbricado en España y su gobierno tiene en el País Vasco muchos mecanismos y todavía muchas competencias que prestar y que contribuyen al bienestar cotidiano de la ciudadanía vasca. Yo conjugo el plural y el pluralismo, y soy vasca, euskaldun 'peto-petoa gainera', española y europea. Y no son incompatibles.
– ¿Cuáles son las principales tareas pendientes que hereda de la época de Itxaso?
– Llegó a la Delegación en una etapa bastante dulce porque se están haciendo realidad los compromisos que el Gobierno Sánchez adoptó con el de Euskadi de transferencia de competencias y de calendarios que se están cumpliendo. Esta misma semana se rubricaron los tres últimos traspasos.
– ¿Entre las transferencias que faltan por llegar, está ya sobre la mesa la negociación sobre puertos y aeropuertos? ¿Es ese el siguiente paso o antes se tiene que acordar la gestión económica de la Seguridad Social?
–En tres meses, tres transferencias, es un buen ritmo. Y demuestran la voluntad clara del Gobierno de Sánchez de contribuir también a la normalización de relaciones y a la mejora del bienestar de la ciudadanía vasca. Ahora habrá que seguir transfiriendo, negociando y pactando. Serán las comisiones técnicas las que vayan avanzando en las diferentes materias y será el próximo Gobierno Vasco el que tenga que negociar y ver cuáles son las prioridades. La voluntad socialista es inequívoca.
– Es la primera mujer delegada en Euskadi, ¿qué impronta le va a dar?
– Creo que las mujeres tenemos una manera diferente de gestionar, de liderar los equipos, más cercana a la gente y espero dejar también mi huella aquí.
– ¿Denis Itxaso le ha dejado el listón demasiado alto? ¿Siente cierto vértigo?
–No tengo vértigo. Tengo una experiencia y una trayectoria política, pero hay que reconocer que Denis Itxaso ha hecho una grandísima labor de apertura de la Delegación a la sociedad. Ha vivido afortunadamente unos momentos en los que también ha sido más fácil hacerlo. En los tiempos del terrorismo esa labor hubiera sido muy difícil. Él lo ha hecho muy bien, ha conectado y abierto la Delegación y ha hecho visible el Gobierno de España en Euskadi y yo seguiré también ese camino.
– ¿Le va a chocar verse pasando revista en los acuartelamientos de la Guardia Civil o asistiendo a la fiesta de la Policía Nacional?
–Yo no tengo ningún prejuicio. Hay militares, guardias civiles y policías nacionales vascos también y que hablan euskera. Pensar que el Ejército, que las fuerzas de Seguridad del Estado son ajenas a la realidad del País Vasco es una mentalidad que no concuerda con la realidad plural que somos. Estaré encantada de tener, como tengo, amigos militares, en la Ertzaintza o en la Guardia Civil.
– ¿Ha visitado alguna vez un cuartel de la Guardia Civil?
– Sí. Y unas de mis primeras visitas será a las subdelegaciones del Gobierno y a todos los centros tanto del Ejército, como de la Guardia Civil y de la Policía Nacional. Quiero conocer la realidad que viven, conocerles personalmente y descubrir también que hay muchas mujeres. Los voy a tener muy cerca y quiero que me sientan cerca.
– Dice que llega en un momento dulce, pero en Madrid no parece que lo sea tanto para su partido...
– Euskadi es un remanso de paz en comparación con lo que se está viviendo en el resto de España. Pero, conociendo algo a Pedro Sánchez, cualquier cosa puede pasarle. Jesús Eguiguren suele decir que «es un valiente» y yo también lo creo. Vivimos tiempos muy convulsos y tenemos que estar acostumbrados a sorpresas.
– ¿Esos tiempos que dice añaden más tensión al ya inestable mandato de Pedro Sánchez?
– La derecha nunca se lo ha puesto fácil a ningún gobierno del Partido Socialista. Ni se lo puso a González, ni a Zapatero. El PP está en un continuo ejercicio de deslegitimación democrática haga lo que haga Sánchez. Y nada de lo que hace es anticonstitucional, ni antidemocrático. España no se merece la derecha que tiene. Este país necesita de sosiego, de calma y de sentido de Estado, que lo tiene el presidente del Gobierno, pero no lo está mostrando el principal partido de la oposición.
– Con el anuncio de elecciones en Cataluña y de prórroga presupuestaria en España se empieza a poner en duda que el Gobierno vaya a aguantar más allá del verano...
– No va a pasar nada. El Gobierno de Pedro Sánchez no va a caer porque se prorroguen los Presupuestos. Habrá instrumentos para seguir desarrollando las políticas sociales, de avance en derechos y de reactivación económica.
– ¿Ve riesgo de que el PNV empiece a mirar al PP en España?
–¿Y a Vox? Porque eso es mirar al PP más Vox. No creo que al PNV le interese. Allá él si hace eso.
– ¿El nuevo escenario puede entorpecer en Euskadi las aspiraciones del PSE para el 21-A?
– El PSE, con su secretario general y candidato a lehendakari, Eneko Andueza, tiene muy claro cuál es el camino y el papel que representa y que va a representar en un futuro. Sabemos que vamos a ser absolutamente fundamentales en el próximo Gobierno Vasco.
– ¿Está de acuerdo en que no va a haber más opciones que gobernar con el PNV o con EH Bildu o que lo hagan ellos juntos?
– O que gobernemos nosotros.
– ¿Con qué apoyos?
–Eneko Andueza sale a ganar. Y esto de con quién vamos a pactar lo dirán los ciudadanos. Los socialistas vascos ya hemos dicho que no vamos a posibilitar un lehendakari de EH Bildu.
– ¿Y usted ve a EH Bildu apoyando un lehendakari socialista?
– Habrá que verlo. ¿Por qué no? No lo sé. Quiero decir que EH Bildu está en una estrategia de ejercicio democrático de la política, que es lo que le estábamos pidiendo. Es verdad que todavía le queda mucho camino ético por recorrer. Veremos qué pasos da. Pero ¿quién nos iba a decir que EH Bildu iba a tener sentido de Estado, que lo está teniendo, en comparación con otras formaciones?
– ¿Qué futuro le augura a la ley de amnistía tras la luz verde en el Congreso?
–Como dice nuestro presidente, Pedro Sánchez, es un instrumento de reconciliación que puede que ahora cueste un poco entender, pero que va a propiciar que Cataluña deje de ser el problema.
– ¿Debía haber dimitido Ábalos por el caso Koldo?
– Estoy satisfecha de la respuesta que ha dado mi partido a un caso puntual. En el PSOE si hay un caso de corrupción, se ataja, se saca fuera del partido y se sigue trabajando, día a día, de una manera honesta y al servicio del ciudadano.
– ¿Y Díaz Ayuso debe dimitir?
– Isabel Díaz Ayuso y el PP se tendrían que poner ante un espejo para ver qué dicen en relación a otras personas y qué dicen cuando les afecta a ellos. Aquí no hay dobles varas de medir, y todo no vale contra Sánchez. Ahora va a resultar que también es el culpable de la muerte de Manolete...
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