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Alicia Gómez Cuadrado, hija del cocinero Francisco Gómez Vaquero, asesinado por ETA en el atentado de la cafetería Rolando de Madrid el 13 de septiembre ... de 1974, ha lamentado este martes en Bilbao que el «silencio institucional y social» que sufrieron las víctimas y sus familias y ha reivindicado que «merecen ser escuchadas» porque «la memoria no es solo un acto de justicia, sino un compromiso moral con la verdad». Fue la primera masacre de ETA, pero la banda terrorista no se atrevió a reconocer la autoría e incluso culpó a otros grupos hasta que echó la persiana en 2018.
La hija del cocinero ha indicado también que la exposición «no solo es un homenaje a las víctimas, es un trabajo de investigación absoluto, fiel, real» que ha permitido «arrojar luz sobre los hechos ocurridos», lo que es «un regalo» para todas las víctimas. Ha lamentado que «nunca vino nadie a decirnos cómo iba la investigación del atentado. No tuvimos en aquel momento ningún tipo de ayuda, ni psicológica, ni económica, ni siquiera un 'cómo estás'. Tampoco hubo solidaridad social para con las víctimas». Según ha explicado, ese día «mi padre no volvió a casa, cerramos la puerta y nadie llamó a ella. Y ese silencio lleva la soledad, y la soledad al olvido, y fuimos olvidados. Y durante 50 años ningún gobierno ni institución quiso hablar de este atentado».
Gómez ha participado en la inauguración de la exposición 'Rolando 2:15 2:45. 50 años de la primera masacre de ETA' en el edificio La Bolsa de Bilbao, donde se podrá visitar hasta el próximo 31 de marzo. La muestra recala en la capital vizcaína de la mano del Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos-Gogora y el Centro Memorial de Víctimas del Terrorismo. Comisariada por Gaizka Fernández Soldevilla, responsable del Área de Archivo, Investigación y Documentación del Centro Memorial de Víctimas del Terrorismo, y Ana Escauriaza Escudero, investigadora de la Universidad de Navarra, la muestra está estructurada en 22 paneles, con códigos QR que aportan más información.
En ellos, se intercalan los diferentes hitos del atentado que se produjo el 13 de septiembre de 1974 y en el que murieron 13 personas y 70 resultaron heridas, con la historia personal de las víctimas mortales. Uno de los paneles está dedicado a las personas que arriesgaron su vida para ayudar a los afectados como el policía Pedro Chicote Alonso, así como vecinos, empleados de los establecimientos afectados, bomberos, policías, sanitarios y taxistas.
La muestra se inauguró el pasado mes de septiembre en Vitoria coincidiendo con el 50º aniversario del atentado de la cafetería Rolnado, con el que «ETA quiso causar una matanza de policías y provocó una matanza de civiles», en palabras del director del Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo, Florencio Domínguez. La exposición, que llega ahora a Bilbao y ha recorrido ya numerosas universidades, busca «informar, poner el foco sobre aquello que ocurrió hace ya 50 años, que los jóvenes lo conozcan y que en ellos se asiente la idea de que los objetivos políticos no justifican la vulneración de derechos humanos», ha apuntado Domínguez.
Durante la inauguración, la consejera de Justicia y Derechos Humanos, la socialista María Jesús San José, ha subrayado el compromiso del Ejecutivo de impulsar una memoria «anclada en el rigor histórico» y en la que «la diversidad, el derecho a la diferencia, la pluralidad, todos ellos valores básicos en la construcción de sociedades democráticas, les ganen el terreno a los mensajes de odio, a la exclusión del diferente, a la uniformidad cultural». En este sentido, ha realizado «un llamamiento para que, entre todos, podamos construir una memoria que sea capaz de neutralizar las pasiones, de arrinconar los viejos relatos de héroes y traidores que tanto daño han hecho a esta sociedad».
San José ha remarcado que «el atentado de la calle Correo marca un momento clave en la particular historia de la sinrazón, crueldad y dolor» que se puede olvidar. «Se lo debemos no sólo a quienes quedaron profundamente marcados por el dolor, quienes siguen sufriendo la ausencia de sus seres más queridos, sobre todo se lo debemos a las nuevas generaciones», ha señalado.
También ha participado en este acto el director del Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos-Gogora, Alberto Alonso, que ha recordado que el próximo día 20 se celebrará una mesa redonda en Gogora en relación al atentado de la cafetería Rolando y «lo que supuso, una de tantas posibilidades que ETA tuvo de dejar las armas« aunque »una minoría decidió seguir con la locura y la sinrazón».
Han asistido también varias víctimas del terrorismo como Dori Monasterio, hija de Fermín Monasterio, asesinado por ETA en 1969, y Asun Olaeta, víctima de la violencia de persecución por parte de ETA y miembro de la Asociación Zaitu.
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