«Hoy tenemos más asesinatos sin resolver que etarras en prisión»

Un premio conjunto cuyo objetivo es «honrar el papel heroico» que durante tantos años desempeñó Lagun, «resistiendo al acoso y a las agresiones de ETA» y reconocer el papel de la literatura «como pilar fundamental de la memoria». Así presentó la hermana de Gregorio Ordóñez, el edil del PP asesinado por ETA hace 29 años, los galardones que se entregaron en San Sebastián en un acto que reunió a víctimas, representantes políticos y ciudadanos anónimos, y que comenzó con un minuto de silencio por las víctimas de la DANA.

Calabresi recibió el miércoles en Donostia el Premio Euskadi de Plata que concede el Gremio de Librerías de Gipuzkoa, y este sábado el galardón que le otorgó Covite. Sabe muy bien Calabresi, dijo Ordóñez, lo que significó que intelectuales muy reconocidos en su país, Italia, optaran por sumarse a la campaña de difamaciones y calumnias contra su padre, el comisario Luigi Calabresi. La librería Lagun, por su parte, ostenta el «perturbador récord» de ser la librería que más ataques ha sufrido en España.

«Tanto Calabresi en su extraordinaria obra 'Salir de la noche', como la librería Lagun a lo largo de su admirable trayectoria, nos han enseñado el peso que tienen las palabras a la hora de conformar una realidad», aseguró. Y cómo esa realidad puede volverse «monstruosa, pero a su vez ser asumida con aparente normalidad». «¿Cuántas veces nos gritaron 'vosotros, fascistas, sois los terroristas'?», se preguntó.

Calabresi, que agradeció los dos premios que se lleva «de esta ciudad», defendió «el valor de la verdad, de la justicia y de la memoria». Tras lamentar que las víctimas del terrorismo han sido «invisibles» durante años en Italia, el periodista explicó que escribió 'Salir de la noche' para dar a conocer el punto de vista de este colectivo y que nadie pudiera decir que «no sabía cuánto sufrimiento, cuánta injusticia y cuánto dolor sembraron quienes habían elegido la lucha armada».

Ignacio Latierro, uno de los fundadores de librería donostiarra, recordó a su esposa Rosa Cueva y a María Castells, ya fallecidas, porque sin ellas Lagun no hubiera podido estar «al pie del cañón al día siguiente de la pintada o de la rotura de cristales o del cóctel molotov o de la bomba».

Durante su intervención, Ordóñez lamentó que «el terrorismo puede disolverse pero una víctima nunca deja de serlo». Y reivindicó que nunca han combatido el odio con más odio: «Al contrario, siempre hemos sido ejemplo de convivencia democrática y pacífica». También criticó que a las víctimas se les pide pasar página en beneficio de «una idealizada convivencia y hasta asumir la impunidad». En este sentido, condenó que los perpetradores hayan visto reducidas sus penas de prisión y lamentó que, «los terroristas aún acumulan un apoyo social y electoral». Para Ordóñez, pocas personas vinculadas a ETA condenan sin ambigüedades el terrorismo. «Así, Pello Otxandiano se permite decir que ETA fue un ciclo político sin que esta afirmación le penalice en las elecciones. También Arnaldo Otegi puede permitir autofelicitarse por el final de la actividad armada de ETA».