

Secciones
Servicios
Destacamos
El lehendakari presidió ayer su primer consejo de dirección de Gogora, en el que aprovechó para reivindicar «una memoria colectiva» que se construya sobre «diferentes ... interpretaciones de un pasado común», pero «cimentada sobre el respeto incuestionable de la dignidad de las personas y los derechos humanos». Imanol Pradales se puso como reto seguir aglutinando a todas las personas que conforman la comunidad en torno a una memoria «en común» y advirtió de que «todos los relatos tienen que sustentarse en la convivencia entre diferentes, en la asunción de que ninguno puede pretender imponerse a los demás, y tampoco justificar el uso de la violencia, en el presente o en el pasado»,
En la sede bilbaína del Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos, acompañado de la consejera de Justicia y Derechos Humanos, María Jesús San José y el director de Gogora, Alberto Alonso, que relevó en el cargo a Aintzane Ezenarro, explicó que cada generación, cada colectivo, cada sensibilidad política, social o cultural «podrá acercarse al pasado de forma diferente, buscando sus propias respuestas». «Nos une la memoria y nos une, también, el objetivo de reforzar la convivencia», apuntó para insistir en que las interpretaciones «de nuestro pasado común pueden ser diversas». Subrayó que «nada ni nadie está por encima de los derechos básicos de cada persona, comenzando por el derecho a la vida».
El lehendakari, que dirigió un reconocimiento al trabajo desarrollado por esta institución a lo largo de sus diez primeros años de vida y agradeció su impulso, en especial, a Iñigo Urkullu, explicó que a lo largo de ese tiempo «hemos avanzado en la construcción de una memoria para la convivencia y en la consolidación de una convivencia de las memorias».
Reconoció que el camino sigue siendo largo, que queda mucho por hacer y que, junto a la memoria y la convivencia, «nuestro compromiso se centra en el respeto a los derechos humanos en Euskadi y también en el mundo». Advirtió en ese punto que «crece en muchos lugares el cuestionamiento de los pilares de la democracia, la libertad y los derechos humanos, así como las visiones excluyentes y totalitarias, la tendencia a la imposición o la manipulación que conduce a señalar al diferente como enemigo».
Pradales lamentó que los vascos han conocido las consecuencias a las que puede conducir «transitar por ese camino». «Sabemos lo que significa vivir día a día con quienes no tienen otro objetivo que erosionar la democracia y la libertad», expresó.
También mencionó que la historia más reciente de Euskadi «está repleta de heridas y cicatrices causadas por quienes, al igual que ocurre hoy en día, pretendían imponer su proyecto totalitario». Recordó así que el Instituto Gogora recuerda a todas las víctimas de la guerra civil, el franquismo, el terrorismo de ETA, los grupos de extrema derecha, el GAL, el abuso de poder o el uso ilegítimo de violencia policial. «Todas ellas han marcado indeleblemente a varias generaciones de vascos», citó para reclamar «un esfuerzo especial con la juventud vasca».
Pradales instó a «condenar todas las violencias». «Es nuestra obligación y se lo debemos a los que vienen. Es nuestra responsabilidad ofrecer a la sociedad, en especial a las jóvenes generaciones, herramientas para compartir una reflexión crítica que cierre para siempre las puertas a la violencia y al terrorismo», manifestó.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El mastodonte de Las Contiendas y las diferencias con un mamut
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.