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Es la tormenta perfecta judicial y parlamentaria. Una riada de comparecencias en los tribunales por causas distintas y en la 'comisión Koldo' del Senado que se va a concentrar en los primeros 25 días de abril y que, con toda probabilidad, va a impedir tanto al Gobierno como al Partido Popular controlar su propia agenda durante casi todo el mes, incluidas la Semana Santa y la de Pascua.
El particular mes de Pasión para los partidos de Pedro Sánchez y de Alberto Núñez Feijóo incluye citaciones de tres ministros; del novio de Isabel Díaz Ayuso; del hermano de Pedro Sánchez; de Jésica Rodríguez, la expareja de José Luis Ábalos; o de la exconsejera de Carlos Mazón Salomé Pradas. En total, diez hitos marcados en rojo en el calendario con 15 citas diferentes que afectan a los cinco sumarios que ahora mismo más preocupan en Ferraz (casos Begoña Gómez, David Sánchez y Ábalos-Aldama-Koldo) y en Génova (el de Alberto González Amador y el de la gestión de la dana).
El PP, que controla la comisión en el Senado que investiga la trama corrupta que dirigía el conseguidor Víctor de Aldama, no está dispuesto a dar tregua. Su nuevo ariete es Jésica Rodríguez, después constatar que la antigua amante de Ábalos puede contribuir a la erosión del Gobierno tras su la comparecencia en el Supremo, donde confesó haber cobrado sueldos de empresas públicas sin trabajar gracias al supuesto enchufe del entonces ministro y mano derecha de Sánchez.
La citación de la más famosa de las parejas de Ábalos en el Senado será el plato fuerte de esa estrategia de desgaste. Rodríguez está llamada a declarar en la comisión de la Cámara alta el 14 de abril, lunes santo, en una comparecencia con tintes de 'salseo' que ha provocado una gran expectación, sobre todo por ver y escuchar a la mujer que el 27 de febrero se presentó en el Supremo embozada y escondida tras una peluca y unas gafas oscuras.
Pero antes de Jésica 'el gota a gota' con el que el PP aspira a marcar el paso incluye los interrogatorios en el Senado de los directivos de las empresas públicas que le dieron trabajo y, sobre todo, de los ministros de Agricultura, Luis Planas, y de Transporte, Óscar Puente, como últimos responsables de esas firmas de titularidad estatal (Tragsatec e Ineco, respectivamente). Con todo, el 'caso Koldo' no solo se va a jugar en sede parlamentaria en las próximas fechas. En la Audiencia Nacional el juez Santiago Pedraz, instructor del sumario sobre la macroestafa de los hidrocarburos en la que está encausado De Aldama, ha citado este martes, 1 de abril, a Luis Alberto Escolano, el socio del cabecilla corrupto que se encargaba de pagar a modo de testaferro el apartamento de lujo en la Plaza de España de Madrid de Jésica Rodríguez.
Los otros dos focos de preocupación en el PSOE están también en los tribunales, esta vez en los ordinarios de Madrid y Badajoz. En la capital española, el juez Juan Carlos Peinado, el instructor que mantiene imputada a Begoña Gómez por hasta cuatro delitos, ha citado como testigo en pleno miércoles santo al ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, para que arroje luz sobre una de las sospechas más sensibles de estas diligencias previas contra la mujer de Pedro Sánchez: la contratación por parte de Moncloa de María Cristina Álvarez, la alto cargo de Presidencia quien, a pesar de recibir un sueldo público, trabajaba para la cátedra extraordinaria en la Complutense que codirigía Begoña Gómez. Que el magistrado Peinado no acabe elevando al Supremo una exposición razonada pidiendo la imputación de Bolaños en la pieza separada que ha creado 'ad hoc' para investigar el fichaje de Álvarez es algo que nadie se atreve a descartar ya en los juzgados de Plaza de Castilla.
El último flanco es el más preocupante a priori para Ferraz, sobre todo por los antecedentes. David Sánchez volverá a ser interrogado el 25 de abril como imputado por la jueza Beatriz Biedma, después de que el hermano del presidente, en su primera comparecencia el pasado 9 de enero, no supiera ni explicar las funciones de la Oficina de Artes Escénicas que dirigía en Badajoz ni dónde estaba su puesto de trabajo. Biedma lo ha vuelto a citar a declarar por prevaricación y tráfico de influencias, entre otras cosas, después de que se descubriera que buscaba piso en Badajoz antes de que se le otorgara la plaza.
En Génova, por su parte, la tormenta será intensa aunque más concentrada en solo dos jornadas previas a la Semana Santa: el 10 y el 11 de abril. El primero de estos dos días será el turno de la pareja de Ayuso. González Amador vuelve al Juzgado de Instrucción 19 de Madrid para declarar como imputado, pero ya no solo por la acusación primigenia de dos delitos fiscales y falsificación documental, sino por cargos de mayor entidad: corrupción en los negocios –es decir, pago de sobornos entre empresas para obtener ventajas competitivas–, un ilícito castigado con hasta cuatro años de privación de libertad; y administración desleal, que en su versión agravada está penada con hasta seis.
Al día siguiente, en Valencia, será el turno de la exconsejera de Justicia e Interior de la Generalitat en la causa penal que indaga la muerte de 228 personas a consecuencia de las inundaciones del pasado 29 de octubre. El interrogatorio de esta exalto cargo, que está investigada por homicidio y lesiones imprudentes, podría marcar el futuro del cuestionado Carlos Mazón. Génova contienen la respiración ante esta cita que podría trastocar la estrategia de contención de los apuros a los que el president está sometiendo a Feijóo.
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A. González Egaña y Javier Bienzobas (Gráficos)
Lucía Palacios | Madrid
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