El anuncio de que el PP apoyará los Presupuestos de 2025 de Gipuzkoa, tal y como adelantó este periódico hace unos días, sacudió el tablero político del territorio. Su portavoz, Mikel Lezama, explica su decisión en esta entrevista: «Creo que la función de los partidos ... es tratar de mejorar la vida de la gente, aunque algunos prefieran no hacer nada por simple y pura táctica política».
–¿Por qué va a facilitar los Presupuestos forales y el año pasado no lo hizo? ¿Se arrepiente de no haberlo hecho?
–El año pasado se mezclaron muchas cosas... Y reconozco que sentí cierto vértigo a la hora de aprobar esas Cuentas. Existía, además, una coyuntura política muy diferente; era un momento de proyectos electorales y teníamos un gobierno que no lo ponía fácil. De hecho, creo que daba por buena una prórroga presupuestaria. Pero hoy, sin embargo, pienso que perdimos un año en el que pudimos hacer mucho. Fue un año en el que no se aumentaron la partidas presupuestarias, se frenaron inversiones... Por eso, si se nos ofrece decantar con nuestro voto el 'sí' o el 'no' a un Presupuesto, por responsabilidad decidimos que 'sí'. Si no a ver cómo explicamos a las personas que están esperando ayudas o que necesitan esas inversiones para mejorar sus vidas, que no se hace nada por un tacticismo político puro y duro.
–¿Cuál es la contrapartida más importante que le ha dado el Gobierno de Mendoza para que facilite el primer Presupuesto de la legislatura?
–Lo más importante es un plan piloto para canalizar, regularizar, formar e incluir la migración en nuestro territorio. Es importante también que en nuestro nivel competencial estemos a la altura de las circunstancias, entre otras cosas, porque necesitamos invertir la pirámide de población. Aumentamos además partidas en bienestar y cuidados sociales, apoyamos nuestro tejido económico en la exportación ante la coyuntura europea e invertimos en infraestructuras de ocio, deportivas y culturales.
–Usted defiende su postura por un sentido de responsabilidad hacia la sociedad guipuzcoana. ¿Es una crítica velada a quienes no respaldan el Presupuesto?
–No, en absoluto. Yo hablo de nuestra responsabilidad, no de la de otros. Nuestra institución recauda más de 6.000 millones al año, de los cuales 1.200 los invierte en el Presupuesto. Seremos de las instituciones en España, incluso de algunas regiones europeas, con mayor capacidad económica... Por eso insisto en que cómo podemos explicar a la sociedad que por pura táctica dejaremos de hacer todo el esfuerzo con ese dinero que, recordemos, es de los guipuzcoanos, no es patrimonio de un gobierno ni de un partido.
–Asegura que apoya el Presupuesto guipuzcoano para no estar en desventaja con Bizkaia, que sí lo va a tener porque su Diputación cuenta con mayoría absoluta. ¿A qué se refiere?
–A que ellos siguen creciendo y nosotros no, por lo tanto, jugamos en desventaja. Sin Presupuestos perdemos oportunidades que aprovecharán otros. Y en los últimos años ya partimos con una desventaja entroncada en las políticas públicas del Gobierno Vasco. Y es objetivo que existe un trato de favor a Bizkaia en detrimento de Gipuzkoa. No hay más que ver que el 46% de las empresas públicas dependientes del Ejecutivo de Pradales están allí, y solo un 10% aquí. Si ya estamos sufriendo ese desagravio, no podemos permitirnos el lujo de no tener Presupuestos.
–¿Le sorprendió que el teniente de diputada general, el socialista José Ignacio Asensio, pidiera a EH Bildu que recapacitase su rechazo a las Cuentas el día que usted dijo que sí?
–Además de responsabilidad, en estos Presupuestos se ha hablado también de coherencia. Por ejemplo, si nosotros nos hubiésemos abstenido en el pleno de investidura de Eider Mendoza, hoy gobernaría en Gipuzkoa EH Bildu. Esto no lo recuerda el gobierno foral. Y por coherencia y esa responsabilidad de poder ser llave para muchos acuerdos, nosotros damos nuestro voto. Me gustaría que Asensio fuera también coherente, nos pidió el voto para el pleno de investidura y, sin embargo, ahora parece despreciar al PP y ni siquiera agradece nuestro apoyo.
Retos
«Lo más importante es un plan piloto para canalizar, regularizar, formar e incluir la migración en nuestro territorio»
–¿Este respaldo supone que pueden acercarse también a la reforma fiscal que el Gobierno foral necesita aprobar?
–No cabe duda de que nosotros trataremos de alcanzar acuerdos y negociar esta reforma fiscal. Pero el gobierno no lo está planteando de la mejor manera. En primer lugar, el documento que han puesto sobre la mesa es uniforme y homogéneo para los tres territorios. Y esto parte de un error, porque ni la densidad poblacional, ni el tejido empresarial tienen nada que ver. Es un error plantearlo como simple maquillaje. Y una pena porque la reforma fiscal tiene un gran poder transformador y puede ser palanca de progreso de nuestro territorio para los próximos diez años. Podríamos ser vanguardia fiscal en Europa, codeándonos con los mejores.
–¿Cómo evaluaría la gestión del gobierno PNV-PSE? ¿Qué echa de menos en su hoja de ruta?
–Creo que hay una falta absoluta de ambición y de liderazgo. Tenemos unas capacidades económicas y competenciales que nos permitirían ser, repito, vanguardia en Europa en muchísimos aspectos. Y creo que no exprimimos al máximo todo aquello que tenemos.
–¿Piensa que la Diputación debería implicarse más en solucionar el problema de la vivienda?
–Es algo que no compete a las diputaciones, pero haremos todo lo que esté en nuestra mano. Y aunque es competencia del Gobierno Vasco, debemos remar todos en la misma dirección. Espero que cojan las riendas y no intenten disipar sus obligaciones.
Jugar en desventaja
«Es objetivo que existe un trato de favor a Bizkaia; el 46% de las empresas públicas están allí y solo un 10% aquí»
–¿Qué nota le daría a la diputada general Eider Mendoza?
–Como líder, evidentemente ella es responsable de todo lo bueno y todo lo malo de la Diputación. Pero hay una falta absoluta de ambición y de querer poner a Gipuzkoa en el mapa como merece. Ni más ni menos. Con las competencias y recursos que tenemos podemos dar mucho más de sí.
–Usted ha pactado con la Diputación una iniciativa para regularizar la inmigración. ¿Esta posición es compatible con que su partido haya estado en la protesta de las cenas solidarias en San Sebastián?
– Claro que es compatible. Se trata de que las instituciones lideren el fenómeno migratorio para evitar esos espacios vacíos que generan más desigualdades y del que se aprovechan los populismos y nacionalismos. Debemos generar oportunidades que puedan sacar a esas personas de la desigualdad en la que viven. Y formar, regularizar e integrar. Si no, las mafias dejarán en la penuria a los que vienen, dejando un vacío del que se derivan todos los problemas que vivimos en el entorno de Donostia. Es un fenómeno global, no podemos simplemente mirar hacia otro lado. Debemos liderar desde nuestro ámbito competencial.
–¿Ha recibido alguna crítica de la dirección del PP vasco por su apoyo al gobierno de PNV-PSE?
–No, ninguna. El presidente del PP vasco, Javier Andrés – al que es un gusto tener de líder porque conoce de cerca la realidad social y económica del País Vasco–, sabe perfectamente cómo es cada territorio. Él mismo dijo en una entrevista en este periódico que nos daba libertad de acción en cada uno de ellos. Y esto es importante porque él entiende la diversidad de Gipuzkoa, a diferencia de otros portavoces, como Arnaldo Otegi, que tratan de homogeneizar y uniformizar absolutamente todo, y tratan de cerrarse en tacticismos políticos.
–¿Tampoco ha recibido críticas de Génova?
–No, no, tampoco.
– Por cierto, ¿le han tirado de las orejas por haber transaccionado enmiendas con EH Bildu?
–Me rebelo contra los maximalismos y las deducciones simplistas. ¿Acaso el PSE, que es quien mencionó esto, o EH Bildu votarían en contra de nuestra iniciativa de la pasarela de Gaintxurizketa que tantos fallecidos ha provocado en estos años? ¿Acaso el PSE o Bildu creen que hay que votar en contra del estatuto del cuidador o de hacer una ponencia fiscal o en contra de una línea de autobús directa para los universitarios? Es simplemente mejorar la vida de los guipuzcoanos. Es de esto de lo que hablamos. El 90% del trabajo que se hace en las Juntas Generales es precisamente la gestión directa. Pero ellos quieren una política de bloques excluyente que lo que hace es no dar soluciones a los problemas de la gente. ¡Me rebelan estas simplificaciones de por qué se hacen las cosas!
«Tenemos un Estatuto que es un Ferrari, pero lo conducen como si fuera un 'dos caballos'»
–Imagino que su mentor en su día, Borja Sémper, le habrá dicho algo estos días. ¿Ha podido conversar con él?
–Sí, y nos trasladó todo su apoyo.
–¿Se considera usted un verso suelto dentro del PP vasco?
–No, y no me gusta esto de los versos sueltos. Yo hago política desde la humildad, desde el espacio que me dan las instituciones. Y lo que sí tengo claro es que mi partido, a diferencia de otros, no es una secta y entiende muy bien las realidades territoriales. En este sentido, delega todas las responsabilidades en cada uno de ellos.
–¿Qué líneas rojas pondría al nuevo Estatuto vasco? ¿Por qué no pasaría?
–Tenemos un Estatuto que es un Ferrari y lo están conduciendo como si fuera un 'dos caballos', y encima dicen que el problema es el Ferrari. Lo primero que les pediría es que expriman al máximo lo que tenemos, cosa que no hacen. Y después, seamos valientes, abramos el melón del estatus y demos las competencias a quien realmente las debería tener, que son los territorios.
–¿Cómo ve a Feijóo y su pulso con Sánchez? ¿Cree que llegará a la Moncloa?
–Creo que Feijóo es el mejor presidente que podríamos tener en el partido, y que será el mejor presidente para España. Pese al traje que están intentando dibujarle de populista o ultraderechista, está demostrando su voluntad de encontrar acuerdos continuamente. El problema es que se está chocando continuamente contra un muro.
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