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La 'operación Cerdán' agita el puzle navarro

La 'operación Cerdán' agita el puzle navarro

El dirigente de la Ejecutiva del PSOE impulsa una futura coalición entre el PSN y Geroa Bai | Los socialistas exploran un polo de izquierdas fuerte para tejer acuerdos con Uxue Barkos en la próxima legislatura foral

Alberto Surio

SAN SEBASTIÁN.

Domingo, 18 de noviembre 2018, 13:00

Un técnico en electrónica nacido en Milagro (Navarra) en 1969, afiliado al PSOE en 1999, exresponsable de Organización del PSN y actual dirigente de la Ejecutiva Federal apunta en su cuaderno rojo sus funciones de enlace entre Pedro Sánchez y el partido. Y también sus apuestas estratégicas.

Es Santos Cerdán, técnico en mantenimiento industrial en diversas empresas del sector agroalimentario, hoy en excedencia, y 'pata negra' del socialismo de la comarca de la Ribera. En su cabeza figura una operación compleja que, si prospera, puede desembocar en serios cambios en la política de la Comunidad foral en los próximos meses.

El Gobierno foral presidido por Uxue Barkos -apoyado por Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e Izquierda-Ezkerra- tiene voluntad de continuar. Pero a poco que se produzca un leve movimiento en el mapa político el panorama podría cambiar drásticamente. Nunca un escaño puede ser tan determinante. El cuaderno rojo de Cerdán recoge esta posibilidad y los fulminantes efectos que acarrearía.

En las pasadas elecciones forales de mayo de 2015, Ciudadanos estuvo a punto -doscientos votos- de lograr un escaño. Si el partido liderado por Albert Rivera hubiera conseguido representación, la denominada 'mayoría del cambio' no hubiera obtenido la mayoría absoluta de la Cámara y los partidos no nacionalistas hubiesen alcanzado la suficiente capacidad para condicionar las futuras alianzas del territorio. Una previsible presencia de Ciudadanos en la futura Cámara foral -algunas encuestas les otorgan entre dos o tres escaños- puede trastocar todos los actuales equilibrios.

En este escenario de naturaleza tan volátil no se descarta que a partir del próximo mayo un discreto reajuste en la relación de fuerzas tenga consecuencias en la conformación del futuro Ejecutivo. En concreto, en los últimos meses se ha producido un notable deshielo en las relaciones entre Geroa Bai y el Partido Socialista de Navarra. Y Cerdán tiene un papel clave en esta operación, desarrollada fuera de los focos.

Una entrada de C's a la Cámara foral y el desgaste de Podemos pueden trastocar los equilibrios

El acercamiento del PSN suscita dudas en Geroa Bai, en donde pesa mucho la historia de desencuentros

En determinadas fuentes se interpreta que este acercamiento es un claro síntoma de lo que podría ocurrir en un futuro si los números resultaran necesarios para impedir que el centro-derecha recupere el poder en el territorio foral. La opción sobre la mesa es la de un Ejecutivo de coalición entre nacionalistas, socialistas, Podemos e Izquierda-Ezkerra. Todavía estamos en un territorio muy preliminar pero los medios consultados apuntan que esta posibilidad empieza a despuntar en el horizonte.

El PSN juega fuerte esta baza -la de un pacto con Podemos, Izquierda-Ezkerra y Geroa Bai- lo que implica un punto de inflexión respecto a su anterior estrategia de acuerdos con el centro-derecha navarrista. Sin embargo, el debate está bastante más abierto en Geroa Bai, en donde oficialmente la apuesta pasa por mantener el actual modelo de coalición. No obstante, el PNV, que integra la alianza, se muestra más abierto a esa posibilidad que la corriente Zabaltzen, en donde pesa aún mucho la desconfianza y la memoria histórica de la pésima relación entre las fuerzas abertzales y el socialismo navarro.

Será la aritmética la que determine los movimientos. Pero la llegada de Pedro Sánchez a La Moncloa facilita la aproximación de posiciones y refuerza las tesis de quienes consideran que el mejor escenario para Navarra sería la formación de una mayoría de gobierno «transversal, plural y progresista», un acuerdo «entre diferentes», entre nacionalistas y no nacionalistas, que no se enrede en cuestiones identitarias y que se aleje de los polos, en referencia tanto a los navarristas de UPN como a los partidos de centro-derecha y a la propia izquierda abertzale.

Un factor planea con fuerza en los últimos meses de legislatura. Se trata de la crisis interna que sufre Podemos en Navarra y que podría llevar de nuevo a un sector de sus electores a los caladeros de la abstención. La ruptura del grupo parlamentario entre ambas tendencias es un hecho. Por un lado, el sector crítico a la dirección de Pablo Iglesias, encabezada por la exsecretaria general, Laura Pérez, y que tiene mayoría en el grupo parlamentario, pero que está ya fuera de la organización. De hecho, estos cuatro diputados tiene bloqueadas en el Parlamento las retribuciones económicas al grupo parlamentario y amenazan con presentarse con un nuevo partido a los comicios forales.

Además, todavía tiene que despejarse otra incógnita y es si finalmente Izquierda-Ezkerra concurre en coalición con Podemos, como ocurre en la mayoría de las Comunidades Autónomas. En Navarra, Izquierda-Ezkerra agrupa a la organización procedente de Izquierda Unida y a la corriente nucleada en torno a Batzarre. Si bien esta última es favorable a la alianza, la discusión no está zanjada en el primer sector.

La estrategia del PSN en su búsqueda de futuros pactos con Geroa Bai pasaría primero por fortalecer un polo «de izquierdas» potente con Podemos y con Izquierda-Ezkerra que le permita afrontar una futura negociación con Geroa Bai desde una posición de mayor equilibrio.

Las viejas heridas

Si se produce este cambio en las alianzas EH Bildu dejaría de ser socio de gobierno en las instituciones navarras, lo que podría repercutir en la pérdida de poder local, ya que su incorporación al cuatripartito le proporcionó su llegada a importantes alcaldías, entre otras la de Pamplona, y al propio Ejecutivo foral.

El principal muñidor del acercamiento entre el PSN y los nacionalistas es Santos Cerdán, que tuvo un papel determinante en las primarias internas de Pedro Sánchez y desempeñó un protagonismo decisivo en las negociaciones con los nacionalistas vascos durante los días previos a la moción de censura contra Rajoy.

De materializarse un acercamiento entre el PSN y Geroa Bai se abriría una nueva dinámica en la política navarra después de años de un profundo desencuentro histórico entre el PSN y los partidos nacionalistas que dejó hondas heridas. El socialismo navarro fue expresamente desautorizado en 2006 por la Ejecutiva Federal del PSOE -entonces liderada por Alfredo Pérez Rubalcaba- en su apuesta por explorar un acuerdo con Nafarroa Bai y cuya viabilidad dependía de la abstención de la izquierda abertzale. El entonces candidato del PSN, Fernando Puras, tuvo que renunciar a su cargo tras la decisión de Ferraz.

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