La paradoja de un frontón 'vintage' para conectar con los más jóvenes

Junto a los jóvenes, las mujeres. Esteban ha asegurado que serán una prioridad «desde hoy mismo». Pero la falta de paridad del nuevo EBB convierte el asunto en una asignatura pendiente. Pero el PNV asegura que nadie le trazará el camino. En eso sí que es el último partido analógico de Europa.

Referencias constantes a la pelota. Un «partido se juega a 22 tantos, o más, puede llegar incluso a 40». Y una generación «solo juega un tanto». Atención al matiz, que pone perspectiva histórica. La sentencia de Ajuriaguerra se colaba entre el graderío del frontón. «Se vive hasta que persiste el recuerdo».

Esteban se estrenó con pedagogía. «En la cancha de la vida hay que saber cuándo estás más fuerte que el contrario, cuando toca arriesgar en el frontón y cuándo toca lanzar al rebote». En el público se palpaba bastante emoción contenida. El nacionalismo vasco se lleva, también, en el ADN de la genética y sube de temperatura social a la hora del aperitivo de un suave domingo de primavera.

No faltaron incluso las pullas para los 'desleales' que, ajenos a la cultura jeltzale, se han dedicado, señaló Esteban, a lanzar «insidias» en el proceso interno. La escisión dejó en el PNV unos potentes anticuerpos y eso se nota en estas ocasiones cuando se pone el foco en quienes se han dedicado a «volcarse en el insulto y en la desinformación». Y un aviso a navegantes. Quienes ayuden a nuestros adversarios ideológicos no pueden ser considerados jeltzales. Palabra de Aitor.