El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, participará este sábado en el homenaje que el PSE tributará en Bilbao a su histórico dirigente Rodolfo Ares, fallecido ... el pasado 26 de enero tras luchar contra una larga enfermedad. Los socialistas vascos han preparado un gran acto de reconocimiento al que fuera alma mater del PSE y exconsejero de Interior en el gobierno del lehendakari Patxi López, entre 2009 y 2012 y lo harán bajo un lema que pretenden acuñar como el ADN de la jornada:'Un socialista imprescindible'. El evento tendrá lugar en el teatro Campos Eliseos de la capital vizcaína y sus detalles aun siguen ultimándose.
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Los socialistas vascos quieren volcarse con este homenaje a quien, precisamente, fue una pieza clave en la organización del partido en País Vasco, con un papel decisivo durante los años del terrorismo de ETA, bajo una fuerte presión que se cebaba contra los cargos públicos de esta formación. La moral de resistencia y el respaldo del PSOE fueron muy relevantes para que el cuerpo militante del partido soportara la intimidación. El PSE pretende también sumar al acto a otros representantes de la política y la sociedad vasca para que el homenaje implique un reconocimiento de la pluralidad de la ciudadanía vasca y no solo de sus compañeros de militancia política.
El PSE quiere aprovechar la presencia de Sánchez, también, para poner a punto al partido ante la próxima cita electoral del 28 de mayo. El protagonismo del presidente del Gobierno en actos políticos antes de esa fecha es objeto de un minucioso análisis desde Moncloa, que optan por enclaves estratégicos en los que esté en juego la elección de un escaño por escaño margen. Sánchez ha participado hace poco tiempo en la presentación de la candidata del PSE a la Alcaldía de Vitoria, Maider Etxebarria.
Durante años, los socialistas vascos solían celebrar su máxima festividad interna en la denominada Fiesta de la Rosa durante el mes de mayo.
Ares -que inició su compromiso como concejal de Urbanismo y Vivienda de Bilbao en los años 80- desempeñó una tarea crucial en los preparativos para la llegada de Patxi López a Ajuria Enea. Tejió notables complicidades con otras formaciones políticas y desarrolló una estrategia clave para la derrota de ETA junto al exministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba.
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