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Imanol Pradales muestra una postura clara respecto a la polémica en torno a la conexión del TAV con Navarra. En una entrevista en las instalaciones ... de DV en Miramón, un año después de las elecciones autonómicas que le auparon a la Lehendakaritza, Pradales afirma que «nuestra posición es la misma que la de 2018», en relación al informe de alegaciones del Ejecutivo vasco en el que concluye que la mejor opción es la de Gipuzkoa. Asegura también que afronta con «preocupación» la incertidumbre de la guerra de los aranceles de Trump convencido de que Euskadi tiene resortes para reaccionar a tiempo aunque, precisa, debe hacerlo de la mano de Europa. Además, analiza un momento político marcado por el debate del estatus de autogobierno y apuesta por buscar «una fórmula pactada sobre el derecho a decidir».
–En 2018, el Gobierno Vasco era contundente en su defensa de Ezkio-Itsaso como la mejor conexión de la 'Y' vasca con Navarra. ¿Hoy lo sigue defendiendo o ha cambiado de postura?
–El Gobierno Vasco y el Gobierno de Navarra solo nos hemos pronunciado en una ocasión, desde el punto de vista oficial, en relación con la conexión con Navarra. Fue en 2018, cuando presentamos una serie de alegaciones al Ministerio de Fomento de la época, hoy de Transportes. La posición del Gobierno sigue siendo la misma, en ese sentido. Cuestión distinta es que, como hemos reiterado en los últimos meses, aquí hay varias cuestiones. Primero, la solicitud permanente al Gobierno español de que acelere las obras del tren de alta velocidad y las conexiones, tanto con la península como con el continente europeo. Segundo, que acelere, en relación con la conexión con Navarra, todos los estudios de carácter ambiental, económico, técnico, de saturación o no saturación de la vía que afectan a esa conexión. Y, además, hay un acuerdo político por el cual los gobiernos español, vasco y navarro tenemos que compartir la decisión.
–¿Cuál propugna usted?
–La posición del Gobierno Vasco y el Gobierno de Navarra se fijó en 2018. Si cogemos el mapa vasco mirado desde arriba, si nos abstraemos de la orografía, es bastante obvio cuál es la mejor conexión, pero debemos atender todos los estudios ambientales, técnicos, económicos... para compartir esa información entre los tres gobiernos y tomar la decisión definitiva. Y creo que lo que toca ahora es contar con toda esa información de la que hoy no disponemos. Por lo tanto, vuelvo a interpelar al Gobierno español para que acelere y agilice todos esos informes que nos permitan compartir la información y tomar la mejor decisión para Euskadi.
–Este asunto está levantando ampollas en su partido, el PNV, con cruces de reproches entre, por ejemplo, el alcalde de San Sebastián y el diputado general de Álava. ¿Usted ha adoptado una posición lo más neutral posible para evitar problemas internos?
–La posición del PNV se ha fijado claramente en la última Asamblea General, en la que hubo debate interno y los territorios defendían posiciones distintas, sobre todo Álava y Gipuzkoa, también Navarra, pero se adoptó una posición política (la de contemplar las tres opciones que están sobre la mesa) y yo estoy absolutamente cómodo con esa decisión.
–Viendo lo que se va a invertir en las estaciones del TAV en Bilbao, Vitoria y Donostia, ¿existe un desequilibrio en el que Gipuzkoa sale mal parada?
–Si hablamos de inversiones, hay que ver el global de las inversiones en todos los ámbitos que se producen entre las administraciones públicas vascas. Lo primero es que las decisiones respecto a las inversiones de soterramiento o no soterramiento en el tren de alta velocidad se tomaron en un momento determinado. Si se tomaron de una determinada manera será porque se vio que era la manera más oportuna de hacerla. Y lo que sí me parece es que Gipuzkoa tiene que estar orgullosa de la posición que ocupa en el país, de liderazgo en muchos ámbitos, en la que otros territorios del país le miran con envidia.
Vivienda
-La vivienda se ha colocado como la principal preocupación de la sociedad vasca. ¿Las políticas que está llevando a cabo su Gobierno llegan tarde?
-Euskadi, si destaca por algo, es por el liderazgo que ha tenido en política de vivienda y de promoción de vivienda pública. Si comparamos datos de vivienda protegida en Euskadi con el resto del Estado estamos a años luz, tenemos un 9% del parque de VPO frente a una media que no sé si alcanza el 3% en el Estado. Pero tenemos que articular medidas quizás más ambiciosas, porque hay una necesidad y una presión social a la que hay que atender. Por eso hemos anunciado recientemente que vamos a llevar al Parlamento una ley de medidas urgentes para modificar la ley de Suelo, para aflorar más oferta en el mercado de vivienda, para ser más ágiles en las promociones y en las tramitaciones. Y esto combinándolo con una gestión de la demanda a través de la declaración de zonas tensionadas y de la limitación de los precios al alquiler en los lugares en los que más presión de precios existe.
-Vivienda está en manos de los socialistas. ¿Tiene plena sintonía con el PSE en asuntos como las zonas tensionadas?
-Estamos absolutamente en sintonía. El consejero Itxaso y yo hemos trabajado codo con codo la batería de medidas urgentes. Compartimos una visión en la que hay que actuar sobre la demanda y sobre la oferta. Y esta combinación inteligente de la actuación sobre demanda y oferta creo que nos puede permitir volver a ir un paso por delante respecto a otros en la promoción de políticas de vivienda.
-¿Por qué ha costado tanto engrasar la relación con ayuntamientos como el de Donostia?
-Me quedo con que la relación está engrasada. Más que mirar al pasado, miro al futuro.
Salud
-Desde que fue nombrado candidato a lehendakari dijo que su máxima prioridad sería mejorar Osakidetza. ¿Ha conseguido cambiar algo o necesitará más tiempo?
-Por ahora hemos conseguido un consenso muy amplio en que Osakidetza tenía que estar en la agenda, en la prioridad número uno, y que teníamos que implicarnos todos, sindicatos, partidos, colegios profesionales, asociaciones de pacientes, profesionales de Osakidetza y el Gobierno, todos a una para buscar una solución para el corto y el largo plazo. Para el corto plazo con un plan de choque que tenía que atacar los problemas en la Atención Primaria desde el punto de vista de la accesibilidad, que nos reciba el médico rápido y se reduzcan las listas de espera. Si uno coge los datos, vamos por el buen camino. Y, por otro lado, que pudiéramos ir sentando las bases de la transformación del sistema, teniendo en cuenta que la sociedad vasca ha envejecido, que hay mucha más presión asistencial, que nos faltan profesionales... Estamos trabajando con mucha honestidad en un pacto de salud. Me gustaría que llegáramos a fin de junio con un consenso. Creo que lo merece este país y su Sistema Público de Salud, que es un buen sistema.
-En Gipuzkoa faltan 57 médicos de familia en los ambulatorios. ¿Sabe si en su ambulatorio falta algún médico?
-Faltan médicos de familia en todo el sistema de Atención Primaria y este déficit se extenderá durante tres o cuatro años todavía. No es un problema de recursos, es que hay un déficit de profesionales. Pero vamos a poner en marcha todo tipo de iniciativas para atraer profesionales sanitarios de otras partes del Estado, de Europa y del mundo.
Euskera
-¿Es partidario de reducir la exigencia del euskera en algunas OPE para optar a más profesionales?
-En todas las ofertas públicas de empleo que hace Osakidetza se tiene muy en cuenta la realidad sociolingüística de los entornos, y ha demostrado su flexibilidad en términos de atención a la realidad en la que opera desde el punto de vista de la lengua. También ha demostrado flexibilidad para atraer profesionales de otras partes del mundo y del Estado, aunque no tengan el conocimiento de euskera, con el compromiso de que luego puedan ir realizando un aprendizaje del mismo. Hemos sido capaces de combinar hasta la fecha que la lengua tiene que ser un elemento que permita empatizar en todo momento con el paciente, y no podemos pensar que la lengua, y en este caso el euskera, es un elemento limitativo, porque no lo es. De hecho, es un elemento de empatía con el paciente en muchas ocasiones, y esto hay que ponerlo en valor y hay que protegerlo también.
-¿Supone una barrera para contratar a profesionales foráneos?
-Están entrando en nuestro sistema médicos de otras partes del mundo que, obviamente, no tienen conocimiento del euskera. Hay que combinar, por un lado, responder a las necesidades que tiene un paciente, no solo en términos asistenciales, sino en términos de derechos y de la empatía que necesita ese paciente para su cura, y ahí la lengua es un elemento fundamental. Y, por otro lado, las necesidades que tiene el sistema de incorporar profesionales para atender este déficit de profesionales que tenemos. En ese equilibrio, Osakidetza está haciendo las cosas relativamente bien.
Huelgas
-Los sindicatos de la Educación pública han anunciado una nueva semana de huelga de los docentes en mayo, una situación que está generando malestar social. ¿Es tan difícil llegar a un acuerdo?
-Es importante que situemos el contexto en el que se producen las huelgas y cuáles son los retos del sistema educativo vasco. Los retos del sistema educativo vasco tienen que ver con la acogida de las personas migrantes, con el reto del euskera como lengua vehicular, con la segregación, la salud mental, las pantallas... Estos son los retos que tiene el sistema educativo y el gran objetivo del Gobierno es mejorar sus resultados. Por otro lado están una serie de reivindicaciones sindicales que ponen el foco en incremento salarial, menos horas lectivas y prejubilaciones. No casan los retos del sistema con las reivindicaciones que tienen los sindicatos en la escuela pública vasca en estos momentos. La voluntad del Gobierno es la de dialogar, negociar y llegar a un acuerdo. Quiero pensar que se puede producir, pero el acuerdo tiene que pivotar sobre los retos que tenemos en el sistema, y no sobre otras cuestiones. Le haríamos flaco favor al sistema educativo vasco si no acabáramos de responder a sus necesidades.
-Más allá de las huelgas en Educación, ¿le preocupa que la conflictividad laboral vaya en aumento en los próximos meses?
-El momento que estamos viviendo exige que todos arrimemos el hombro. El momento económico e internacional de incertidumbre exige pensar en lo que está en juego. No digo ayudar al Gobierno, no, no; arrimar el hombro y actuar como un único país, porque el entorno va a ser muy complicado.
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