El PP de Gipuzkoa va poco a poco allanando el camino para designar a su nuevo presidente después de que Borja Sémper dijera adiós a la política en enero del año pasado. El próximo 9 de mayo, la formación celebrará su congreso -que combinará ... la presencialidad con las vías telemáticas- para votar quién cogerá las riendas de un partido que va perdiendo presencia institucional en cada convocatoria electoral. Una ardua tarea que todavía no tiene asignado un capitán al mando y que, además, romperá la interinidad del partido, hoy en manos de José Luis Arrúe como presidente en funciones.
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De momento, el partido se debate entre la designación de Mikel Lezama, concejal en Donostia, portavoz y coordinador general del PP vasco, o Muriel Larrea, parlamentaria de la coalición PP+Cs. Dos rostros asentados en la vida pública y orgánica del partido que cuentan con el beneplácito de Carlos Iturgaiz. De ahí que en el partido busquen de cara al congreso aunar en una misma candidatura la fuerza de ambos dirigentes para alcanzar el consenso y evitar las reticencias internas que pudiera despertar la elección de alguno de ellos. El objetivo final: desterrar la confrontación que acabe fracturando en dos a un PP de Gipuzkoa frágil en las urnas.
Gipuzkoa, en todo caso, se ha convertido en la piedra en el zapato de Iturgaiz al ser el único territorio aún con dudas. El PP de Bizkaia, que celebrará después su congreso, previsiblemente reelegirá a Raquel González como presidenta. El mismo camino por el que transitará Iñaki Oyarzábal el 24 de abril en el PP alavés.
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