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La tolosarra Arantxa González Laya, exministra de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, analiza el escenario de doble crisis diplomática abierto tras anunciar que España ... reconocerá el martes el Estado palestino y después de las palabras de Javier Milei arremetiendo contra Pedro Sánchez y su esposa. En el primer caso, la actual decana de la Escuela de Asuntos Internacionales (Sciences Po) en París cree que el reconocimiento de Palestina es «el mejor apoyo que España le puede prestar hoy a Israel». En la polémica con Argentina avisa de que «ambos países tienen un enorme interés en asegurarse una situación de tranquilidad económica».
-¿Comparte la decisión de Pedro Sánchez de que España reconozca el Estado palestino este martes 28 de mayo?
-Me parece coherente con la postura española, que corresponde a la europea, de posibilitar una salida entre Israel y Palestina. Si antes se consideraba que la solución de los dos estados tenía que ser el punto de llegada de una negociación entre Israel y Palestina, lo cierto es que hoy quizás este reconocimiento sea lo que permita un punto de partida a una solución final. Me parece que es coherente con la postura tradicional española de posibilitar, apoyar e impulsar esta solución, y con el sentir de la abrumadora mayoría de los ciudadanos españoles. Pero, sobre todo, es coherente también con un respeto de España hacia ambos. No es un gesto inamistoso hacia Israel, es el mejor apoyo que España le puede prestar hoy, que es permitir una solución que garantice en el futuro que palestinos e israelíes puedan vivir en paz y en seguridad.
-Pero, precisamente, Israel ha llamado a consultas a sus embajadores en España, Noruega e Irlanda tras el anuncio del reconocimiento por parte de los tres países y ha advertido además de que prohibirá al consulado español en Jerusalén prestar servicio a los palestinos. ¿Son las primeras consecuencias de otras que podrían llegar en breve?
-Hay que respetar la reacción del Gobierno de Israel, como hay que respetar siempre las posturas de todos los gobiernos. Y hay que entender la decisión del Gobierno como un gesto de apoyo a una solución de dos estados. Esto hay que repetirlo y repetirlo.
-¿No es demasiado tarde cuando las cifras de la guerra en Gaza suman ya 35.000 palestinos muertos?
-El que hayamos llegado aquí es un drama que la comunidad internacional en su conjunto no ha podido evitar. Es una señal terrible y algo que nos va a acompañar. Por este motivo, lo que tenemos que hacer ahora colectivamente -España sola no puede- es buscar no solo reconocer a Palestina, sino también poner todos nuestros esfuerzos para lograr un alto al fuego. También hay que asegurarse la llegada de ayuda humanitaria, el retorno de los rehenes en manos de Hamás, y a medio y largo plazo afianzar esta solución de dos estados. El reconocimiento tiene que formar parte de un conjunto de medidas más amplio que España, junto con otros países por supuesto, debe seguir impulsando.
-Pero ese camino que detalla no está funcionando por ahora. ¿Qué se puede hacer?
-Se tiene que seguir buscando un consenso más amplio en la comunidad internacional. Se necesita no solo de Estados Unidos y de la UE, sino de otros actores que también hay que alinear en una solución de este tipo, sobre todo los países árabes vecinos de Israel y de Palestina. Tejer consensos lleva tiempo, pero no debemos renunciar a la búsqueda de ese punto de encuentro entre todos.
-¿Qué habría hecho usted si hubiera sido hoy la ministra de Asuntos Exteriores?
-Lo relevante es que España ha reconocido a Palestina junto con otros dos países que son también reconocidos internacionalmente por ser países tradicionalmente volcados en encontrar soluciones a conflictos muy dolorosos como los de Colombia, Timor Leste, Sri Lanka y tantos otros. No somos países conocidos por nuestro belicismo, sino por nuestro compromiso con la búsqueda de soluciones.
-No hay una postura común en Europa. ¿Hay recelo de otros países en esta vía?
-Hay otros países de la Unión que ya han reconocido a Israel y a Palestina. Hay países de Europa del Este que lo hicieron antes de entrar en la UE, y otros que reconocieron a Palestina estando dentro, como Suecia. En lo que estamos de acuerdo y comprometidos en la Unión Europea es en la solución de dos estados. Otra cosa es que algunos piensen que es más útil el reconocimiento a Palestina cuando forme parte de un acuerdo final, y otros, como es el caso de España o Irlanda, que pensamos que para mantener viva la solución podemos hacer el reconocimiento hoy como punto de partida de una negociación final.
-¿Qué les diría a los que ven un doble rasero en la comunidad internacional al ser «más tibios con Israel que con Rusia»?
-Es cierto que hay quienes afirman que hay un doble rasero y, a menudo, los que también practican esa ambigüedad son los que acusan a otros de ejercerla. El que esté libre de pecado que tire la primera piedra, porque también vemos con curiosidad países que persiguen a minorías musulmanas dentro de sus fronteras y luego se preocupan por los musulmanes fuera de sus fronteras.
-¿Israel está cometiendo un genocidio?
-El genocidio es una categoría jurídica. No es un concepto que haya que utilizar de una manera ligera. Hay un estándar internacional para los casos de genocidio y hay instancias internacionales encargadas de evaluar los casos, como hay instancias internacionales ocupadas de decidir cuándo no hay genocidio, pero sí hay crímenes de guerra o de lesa humanidad. Hay que ser muy respetuoso con la legalidad internacional. Debemos dejar que las citadas instancias hagan su trabajo. En todo caso, creo que hay un enorme sufrimiento y un enorme dolor, y hay violaciones del derecho internacional.
-¿En la crisis diplomática con Argentina se ha actuado correctamente o hubiera sido mejor resolverlo de manera discreta?
-Lo que me preocupa de lo que ha ocurrido no es tanto la cuestión de las personas, sino el mensaje que se ha vehiculado. Porque, en realidad, lo que el presidente de Argentina ha venido a decir a España, y Vox ha aplaudido, es contrario al artículo 1 de la Constitución Española que dice que los principios sobre los que se asienta el pacto español son la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político. Y lo que el presidente de Argentina ha dicho sin tapujos, es que la justicia es aberrante, el pluralismo político necesita una motosierra, la igualdad es deleznable y él sustituye libertad por libertarismo. Me preocupa quien aplaude en Vistalegre el cuestionamiento del pacto fundacional de nuestro país.
-¿Teme un efecto económico negativo para las empresas españolas y vascas en Argentina?
-Sí. Pero también es muy importante España para la economía argentina. Es el segundo mayor inversor en el país y es quien le ha apoyado en cada uno de los pasos que Argentina ha dado en el Fondo Monetario Internacional, teniendo en cuenta que tiene un enorme préstamo de ese Fondo sin el cual su economía no funcionaría. No solamente a España le importa mucho lo que ocurra en Argentina, a Argentina le importa mucho lo que esté ocurriendo en España y en las empresas españolas. Es una situación de interdependencia. Ambas partes tienen un enorme interés en asegurarse una situación de cierta tranquilidad económica.
-¿Cómo ve las críticas al Gobierno español por no haber retirado el embajador en Rusia y sí la de Argentina porque Milei insultó a la mujer de Pedro Sánchez?
-En diplomacia hay una serie de convenciones que consisten en llamar a consultas a embajadores, retirar embajadores, volver a ponerlos... Son unas convenciones entre estados para ordenar aquellas situaciones en las que hay desacuerdos, incluso profundos entre estados. A mí eso me parece que forma parte de una manera de ordenar, de una manera diplomática, los desacuerdos entre países. Forma parte de una cierta normalidad democrática internacional.
-¿Milei tendría que pedir disculpas al presidente Sánchez?
-Todas las diferencias que existen en diplomacia acaban resolviéndose, reconduciéndose de una manera o de otra. Dejemos que los cauces funcionen con una cierta normalidad y preocupémonos de entender qué nos jugamos en las próximas elecciones europeas. Pongamos ahí el debate político.
-Algunos critican que Sánchez haya entrado en la polémica con Argentina para tapar debilidades domésticas. ¿Qué les diría?
-No creo que haya nada que tapar ni que esconder, teniendo en cuenta que además España es una democracia donde si hay algo que dilucidar, tenemos instancias transparentes e independientes encargadas de hacerlo.
-¿El escenario actual pone en riesgo el Gobierno de Sánchez?
-La cuestión es navegar las convulsiones. Y podemos decir que España está navegándolas bien desde el punto de vista económico, está protegiendo a los trabajadores, impulsando la competitividad de sus empresas y siendo capaz de atraer inversiones.
-¿Cómo ha digerido las consecuencias de la polémica llegada del líder del Frente Polisario Brahim Ghali a España de la que fue exculpada por la Audiencia de Zaragoza? ¿Le sigue pesando anímicamente todo lo que pasó?
-No. Lo viví con enorme normalidad. Forma parte de la tarea de prestar un servicio público, de servir en la política. Es una etapa pasada y ahora estoy plenamente volcada en París, en una nueva fase en la que tengo como misión ayudar a formar futuros líderes, que serán quienes guíen nuestros destinos con enorme ilusión y también con mucha determinación. Necesitamos también jóvenes comprometidos con el servicio público, cosa que busco hacer ahora, desde la universidad.
-¿Sorprende lo rápido que avanza la ultraderecha en el mundo?
-Es enormemente preocupante, pero no porque se llame Milei, Trump, Abascal u Orban, la preocupación es qué hay detrás, cuál es el proyecto que representan estas fuerzas políticas. Esto es lo que me parece que tenemos que combatir, sobre todo en la Unión Europea, teniendo en cuenta que tenemos unas elecciones a la vuelta de la esquina, el 9 de junio, donde estas fuerzas políticas antes decían que querían salirse de la Unión Europea, y ahora han hecho un ejercicio preocupante de 'gatopardismo', diciendo que lo que quieren no es salirse sino cambiar la UE desde dentro, léase, dinamitarla.
-Y mientras, Núñez Feijóo abre la puerta a pactar con la ultraderechista italiana Meloni...
-Debemos tener claro en qué lado se coloca cada fuerza política en el escenario europeo. Hay que pedir que sean muy claros. Meloni hizo una campaña que nada tiene que ver con las políticas que ha desarrollado en los últimos meses. Tenemos que asegurarnos que no hay 'gatopardismo' de los partidos conservadores en Europa.
-¿Elecciones anticipadas en otoño o ve Sánchez para rato?
-Eso lo tienen que decir los ciudadanos, pero creo mucho en la política de los resultados en España, no solo de lo que se dice, sino de lo que se hace. Y veo una necesidad de fortaleza, sobre todo para enfrentar un periodo en Europa donde el papel español va a ser importante y donde nos jugamos mucho.
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