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Alberto Surio
Martes, 18 de marzo 2025, 00:04
La reforma fiscal vasca pactada entre los gobiernos forales PNV-PSE con Podemos ha ahondado las distancias entre los jeltzales y la cúpula empresarial vasca, ... que atraviesan un serio alejamiento en los últimos tiempos. Confebask volvió ayer a expresar su drástica oposición a este acuerdo tras reunirse con EH Bildu por entender que perjudica a los intereses de la empresa y de la industria vasca.
El desencuentro adquiere una mayor relevancia en un contexto de fuerte incertidumbre sobre el futuro económico, con una guerra comercial abierta en canal por el proteccionismo de la Administración de Donald Trump y la adopción de fuertes aranceles. La industria europea se encuentra ante la necesidad de sortear las amenazas y recuperar la iniciativa. Las instituciones de la Unión diseñan un proyecto de rearme para garantizar la seguridad del continente y, a su vez, mantener el modelo social europeo como garantía del Estado de bienestar.
El PNV intenta ofrecer en esta coyuntura convulsa un perfil conciliador y busca rebajar el tono de los reproches a pesar de que la brecha ha aumentado. Tanto la diputada general de Gipuzkoa, Eider Mendoza, como el portavoz en el Parlamento Vasco del PNV, el alavés Joseba Díez Antxustegi, han lanzado mensajes en las últimas horas con el objetivo de tranquilizar y apaciguar a los sectores económicos, preocupados por el rumbo que pudiera tener que esta alianza conPodemos se traslade a otros ámbitos. Mendoza insistió en que esta reforma ofrece precisamente beneficios para la mayoría de la sociedad y no va dirigida contra los empresarios.
Joseba Díez Antxustegi
Portavoz del PNV en el Parlamento Vasco
Y Díaz Antxustegi dejó bien claro que no es una 'reforma de izquierdas', como la describe Podemos. El portavoz del PNV en la Cámara vasca se ha posicionado a favor de que su partido ofrezca un perfil de 'partido de orden', serio y responsable. La estrategia de fondo diseñada desde Sabin Etxea pasa por polarizar con EH Bildu pero también con el PP. 'Centralidad', aseguran fuentes jeltzales.
La reforma fiscal avala en todo caso una tendencia que ya es anterior y es que la falta de solidez en el terreno de las alianzas conduce al debate a un terreno resbaladizo, con aliados cambiantes y un cierto desdibujamiento de los liderazgos. Para las élites económicas, este bajo perfil y el campo de juego embarrado por el tacticismo complican el juego.
El desencuentro alimenta una imagen del PNV más orientada hacia el centroizquierda, algo que los propios jeltzales matizan al sostener que el debate ideológio clásico se ve superado por el principio de realidad. Recuerdan, por ejemplo, que son el mismo partido que alienta un plan de reindustrialización junto a entidades financieras, Elkargi y las EPSV, por el que el Gobierno Vasco se compromete a aportar hasta 1.000 millones de euros, con la confianza de obtener hasta 3.000 millones más en recursos privados.
Tamara Yagüe
Presidenta de Confebask
En este movimiento nacionalista influye, además de la lógica necesidad de obtener mayorías, la presión de EH Bildu desde la izquierda y su actual relación de aliado del PSE, cuyo secretario general, Eneko Andueza, fijó como línea roja no apoyar los contenidos de la propuesta fiscal del PP, pese a una opinión favorable en un principio a negociar con ellos por parte del PNV.
Eider Mendoza
Diputada general
En este deslizamiento operan otras claves como la falta de certezas en un panorama marcado por una implacable rivalidad entre diferentes familias políticas e ideológicas, la alianza jeltzale con Pedro Sánchez y un deslizamiento de la imagen peneuvista en el campo ideológico del centro-derecha hacia el centroizquierda en el que se sitúan la mayoría de sus votantes, según las encuestas del Deustobarómetro. Andoni Ortuzar ha ubicado al PNV –un partido de tradición socialcristiana– en un territorio ideológico de centro lindante con la socialdemocracia tradicional y aliado con los liberales en Europa.
Los jeltzales han criticado en los últimos meses la posición de Confebask de no participar a última hora en el Consejo de Relaciones Laborales de Euskadi para avalar un nuevo Salario Mínimo Interprofesional en Euskadi con los cuatro sindicatos vascos. En su día, la CEOE tampoco participó en las negociaciones de la Ley de la Reforma Laboral. A diferencia de Junts, por ejemplo, los jeltzales se han mostrado dispuestos a apoyar la reducción de la jornada laboral si era por acuerdo social.
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