Secciones
Servicios
Destacamos
El presidente del Gobierno afronta una legislatura de infarto. El convulso pleno del miércoles en el que salvó 'in extremis' las medidas anticrisis es una ... buena prueba de ello. Fue un escalón más a añadir a un año que arrancó con el acuerdo con EH Bildu para aprobar una moción de censura en Pamplona que ha colocado a Joseba Asiron como alcalde y que elevó la tensión política al máximo. Si a ello sumamos el problema catalán, el frente judicial por la ley de amnistía, la oposición férrea del PP, la minoría con la que cuenta el Ejecutivo en el Congreso y las disensiones con Podemos, quizá cabría concluir que a Pedro Sánchez le quedan dos telediarios. Sin embargo, igual no es así. Cuatro politólogos consultados por este periódico estiman que el presidente dispone de los mimbres suficientes para acabar la legislatura.
Pablo Simón, Politólogo
«Mi intuición es que el Gobierno de Sánchez tiene vocación de permanencia y que puede aguantar». Así se expresa el conocido politólogo Pablo Simón, profesor en el departamento de Ciencias Sociales de la Universidad Carlos III. Recuerda que en nuestro sistema institucional para que triunfe una moción de censura se requiere una mayoría absoluta en el Congreso. Por tanto, señala que «haría falta una especie de traición de alguno de los socios de investidura de Sánchez, por ejemplo el PNV, para hacer presidente a Alberto Núñez Feijóo». En consecuencia, vaticina que aunque el Ejecutivo pierda votaciones y apoyos en el Congreso, este escenario provocaría que quedase bloqueado, «pero eso no significa necesariamente que nos viéramos abocados a unas nuevas elecciones o que el Gobierno cayese».
Simón indica que otra de las cartas a favor del presidente radica en Vox. En su opinión, será difícil que sus socios en el Congreso se desvíen a la hora de votar si ello supone aliarse con la formación de Abascal. «La presencia de la ultraderecha hace muy complicado que los partidos nacionalistas moderados se desvíen del carril. El PNV y Junts -resalta el politólogo- son antes nacionalistas que de derechas y no van a realizar ningún maridaje con Vox. Este es un hecho que utilizará Sánchez para ganar las votaciones. Ocurre lo mismo con Podemos, que no votaría junto a la extrema derecha», salvo excepciones con la de este miércoles.
Entre las fortalezas que contribuirían a apuntalar al Ejecutivo Simón enumera que la salida de los morados del Gobierno conlleva que Sumar se consolide como socio del PSOE «que más allá de la discrepancias, será más leal al espíritu de la coalición».
Ahora bien, el politólogo indica que el problema catalán es un peligro latente para la estabilidad de la legislatura. Recuerda que las elecciones autonómicas en esa comunidad tendrán lugar en febrero de 2025 y que su resultado «arrojará un sudoku complicado», especialmente porque la competición entre Junts y ERC puede elevar el nivel de presión sobre el Gobierno. Además, explica Simón, es posible que esos comicios los gane el PSC. «Sería un regalo envenenado -vaticina- porque los socialistas tendrían la tentación de formar gobierno, pero significaría que alguno de los socios prioritarios de Sánchez en el Congreso se quedaría en la oposición en Cataluña». El politólogo concluye que la ley de amnistía también supone un problema para Sánchez porque abrirá un frente judicial difícilmente controlable, porque desembocará en la UE.
Pilar Mera (UNED)
La profesora de Historia Social y del Pensamiento Político de la UNED reconoce que el escenario para el Ejecutivo es complejo. Recalca que necesita reeditar en cada votación la mayoría de la investidura no sólo porque los números en el Congreso no dan, sino también porque el control del Senado por el PP obliga al Ejecutivo a amarrar una mayoría absoluta en cada acuerdo si quiere levantar los eventuales vetos que lleguen desde la Cámara alta.
Sin embargo, añade que en circunstancias muy difíciles «este Gobierno ha dado muestras de una considerable capacidad negociadora que, al menos, permite afrontar con esperanza de continuidad esta nueva legislatura». Así, recuerda que fuera de sus socios habituales acaba de cerrar un acuerdo con el PP para una reforma constitucional y vuelve a estar sobre la mesa la renovación del Consejo General del Poder Judicial. «Debería ser una señal para aquellos que cada semana vaticinan que la legislatura se acabará en la siguiente porque, vista la experiencia, quienes no serán capaces de aguantar bajo esa sensación de sprint constante serán las fuerzas de la oposición. Más vale poner la vista en el medio y largo plazo».
Por otra parte, Mera coincide con Simón en que no parece nada probable que pueda articularse una mayoría suficiente para promover una moción de censura. «Y aquí está la clave porque aunque es seguro que el Gobierno de coalición se encontrará con muchas dificultades y que alguno de sus socios eventualmente tratará de buscar vías para desgastarlo, es muy difícil imaginar que Junts o PNV lleguen a apoyar a Feijóo para descabezar a Sánchez cuando el resultado inmediato sería un gobierno con Santiago Abascal ejerciendo de vicepresidente, sea dentro del Gobierno, o como apoyo indispensable en el Parlamento».
En cuanto a las debilidades del Ejecutivo, la profesora de la UNED destaca las disensiones en el espacio de la izquierda. Recuerda que las autonómicas del 28-M «mostraron a las claras que la división penalizaba, y mucho. El millón de votos que se dejaron por el camino Podemos y las confluencias fue la principal causa de que, sin un cambio trascendental de votos entre bloques, la derecha se hiciese con la práctica totalidad del poder institucional».
Jonatan García (UPV)
Jonatan García, doctor en Ciencias Políticas y de la Administración por la UPV y profesor en esta universidad, no oculta que la legislatura está plagada de dificultades. No obstante, recuerda que en la anterior también hubo quien vaticinó que sería corta, pero «Sánchez resistió a los diferentes frentes que fueron surgiendo». García estima que si el Gobierno es capaz de sacar adelante el presupuesto de este año, ello conllevaría «una cierta estabilidad y capacidad de gestión».
En el lado positivo de la balanza para el presidente sitúa también, como el resto de los expertos consultados, que cualquier alternativa para tumbar al Ejecutivo y que pase por Vox está abocada al fracaso. Por contra, Sánchez corre el riesgo de enfrentarse a una reconfiguración del tablero político que le complicaría en extremo la legislatura. Así, en el caso de Euskadi, García explica que si en las elecciones autonómicas EH Bildu sale reforzada, incluso aunque no se haga con la Lehendakaritza, «puede hacer que en Madrid adquiera otro protagonismo o que el PNV busque recuperar su rol preferencial reclamando el traspaso total de las transferencias». Otra cuestión «recurrente» será Cataluña, que con una agenda en la que figura la amnistía, la financiación, el papel de Puigdemont y las elecciones autonómicas, «quizá suponga el inicio de una complicada relación entre el Gobierno central y algunos ejecutivos autonómicos».
Paola Lo Cascio (Universitat de Barcelona)
«Ciertamente, la bronca política es de nivel alto pero, en temas sustanciales, me gustaría saber hasta qué punto se refleja en la sociedad». Con estas palabras Paola Lo Cascio, licenciada en Ciencias Políticas y profesora de la Universitat de Barcelona, relativiza el efecto de la tensión existente entre los partidos. Considera que los fundamentos sobre los que se sustenta el nuevo ejecutivo «son bastante sólidos», aunque reconoce que puede verse afectado por los «terremotos» que se originen en la mayoría parlamentaria que lo sostiene.
La principal fortaleza del Ejecutivo, señala la también doctora en Historia, radica en que en la legislatura anterior supo conectar «con la mayoría social del país. Se han dado avances que incluso los sectores conservadores del país los han ido asumiendo como positivos, entre ellos la gestión del Covid y las políticas laborales».Lo Cascio considera, al igual que los otros tres politólogos consultados, que una moción de censura para tumbar al Gobierno resulta inviable. Explica que un acuerdo entre los partidos nacionalistas y Vox no es factible. Tampoco ve claro que el PP se quiera apoyar en Abascal. «¿Está dispuesto el PP a participar en la estrategia de Manfred Weber -líder de los populares europeos- de incluir a la extrema derecha en el Gobierno, con todo lo que ello comporta?»La profesora de la Universitat de Barcelona sí estima que el conflicto catalán tiene un potencial desestabilizador. En su opinión, la competencia entre Junts y ERC en las elecciones autonómicas «generará episodios de ceguera e irresponsabilidad».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones para ti
No te pierdas...
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.