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El lehendakari había evitado pronunciarse sobre las elecciones catalanas durante toda la campaña y el PNV había mantenido un perfil bajo que se ha limitado a dos intervenciones telemáticas para respaldar a un aliado tradicional como el PDeCAT, pero ayer, en vísperas del 14-F, ... tanto Iñigo Urkullucomo el partido jeltzale se distanciaron claramente de la decisión del independentismo catalán de levantar un cordón sanitario contra Salvador Illa. Una iniciativa para vetar al candidato del PSC de posibles pactos postelectorales que tanto el lehendakari como el EBB entienden que va en la dirección contraria a buscar soluciones duraderas para Cataluña, aunque al mismo tiempo la relativizaron como el típico posicionamiento que se hace en campaña y que muchas veces cae en el olvido una vez que se cuentan los votos.
Urkullu se mostró muy cauto en su valoración cuando fue cuestionado ayer por el veto del soberanismo sobre Illa durante la rueda de prensa en la que explicó el nuevo plan vasco para hacer frente a la pandemia. Empezó recordando que, por su «experiencia» de los últimos años en el conflicto catalán, que muchas veces ha sido turbulenta, «no me suelo pronunciar sobre este tipo de cuestiones. Prefiero esperar a ver los resultados que se producen el domingo». Añadió que, «una vez vistos los resultados, analizaré también cuáles son los posicionamientos de los partidos políticos en Cataluña». Pero al final de su respuesta dejó caer que su postura es más partidaria del entendimiento entre todos los partidos: «En todo caso, confío en que a partir de esos resultados electorales se ejercerá una responsabilidad por el bien de las instituciones catalanas», apuntó antes de excusarse con un «no voy a entrar en más consideraciones». Hay que recordar que Urkullu gobierna en coalición con los socialistas en Euskadi desde la anterior legislatura.
El portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, fue algo más lejos en su posicionamiento contrario al cordón sanitario a Illa. Reconoció que «vetar y poner líneas rojas absolutas nunca me parece una buena estrategia, porque no sabes lo que va a pasar luego, y en estos momentos ya hay acuerdos entre esos partidos en la propia Cataluña o en el Congreso». En su opinión, «ese acuerdo que se alcanzó el miércoles entre los soberanistas creo que se limita a no hacer president a Illa, pero vamos a ver en qué se concreta. He visto muchas veces que se dicen unas cosas y luego se hacen otras, y la política catalana es un tanto acuosa...».
Respecto a la influencia que las elecciones catalanas pueden tener en la legislatura española, el portavoz jeltzale en el Congreso señaló que «la mayoría inestable que tiene el Gobierno de PSOE y Unidas Podemos está muy influenciada por lo que ocurre en Cataluña, así que tampoco creo que los resultados del 14-F lo vayan a condicionar aún más. En todo caso, igual la cosa mejora un poco». En cualquier caso, apuntó que «el Gobierno español debería tener más claro que existe un problema político con Cataluña como asignatura pendiente y que también lo tiene con Euskadi, aunque en estos momentos en Cataluña esté todo más al pil-pil». Añadió que «existe un problema nacional que se debe resolver políticamente, y no metiendo a la gente en la cárcel».
Esteban también fue preguntado en una entrevista en Radio Euskadi por la polémica provocada esta semana por el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, al poner en duda que en España exista «normalidad democrática». El portavoz jeltzale aseguró que «el Estado democrático español tiene bastantes abolladuras», aunque apuntó que «no pasa nada por aceptarlas e intentar corregirlas». Tras enumerar casos como la salida del rey emérito por sus finanzas irregulares, la corrupción, la utilización de la 'policía patriótica', la «represión» en Cataluña o el caso Villarejo, Esteban se preguntó: «¿Es una democracia? Sí, pero con bastantes desconchados».
Andoni Ortuzar, presidente del PNV, estrenó la campaña electoral catalana participando de forma telemática en un acto del PDeCAT. Ayer fue Aitor Esteban, portavoz jeltzale en el Congreso, quien tomó parte en el cierre de campaña que los herederos de la antigua Convergència celebraron en Barcelona. La puesta en escena fue muy similar a la intervención inicial de Ortuzar, con el presidente de la formación soberanista, David Bonheví, y su candidata a la Generalitat, Àngels Chacón, flanqueando una pantalla desde la que intervino Esteban. Estas han sido las dos únicas intervenciones del PNV en la campaña catalana, en la que no han mostrado un respaldo expreso a ningún otro partido.
Esteban, que en este acto evitó referirse al cordón sanitario que el soberanismo ha levantado contra Salvador Illa, mostró su deseo de que vascos y catalanes puedan pronunciarse «algún día sobre cómo quieren autogobernarse, si quieren ser libres o no, y me gustaría que votasen a favor». Pero se mostró partidario de «contar a la gente cómo están las cosas en la realidad, lo que es factible y lo que no hoy. Mientras tanto, vayamos uniendo fuerzas y haciendo país, gestionando el día a día».
El portavoz jeltzale defendió que el PDeCAT representa una opción de «estabilidad» en las elecciones de mañana. «Si seguimos sin asentar el debate, sin salir de meros eslóganes, las cosas no van a mejorar, y yo quiero una solución para Cataluña. Me gustaría ver una Cataluña independiente, pero para eso hacen falta alternativas objetivas y serias que ofrezcan una solución al día a día», remarcó.
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