Secciones
Servicios
Destacamos
Han pasado ocho meses desde la llegada de la socialista María Jesús San José a la Consejería de Justicia y Derechos Humanos y en los ... últimos meses ha tenido que lidiar con una complicada situación en las cárceles vascas, con críticas sindicales por la falta de personal sumadas al aumento de la población reclusa. San José asegura que no hay masificación y encuadra en la normalidad el traslado a otras prisiones de 93 funcionarios. «Es su derecho concursar y acercarse al destino ideal o a su entorno familiar», afirma. Su solución ahora es una provisión escalonada de los puestos, con las personas formadas de las bolsas de trabajo y con comisiones de servicio. A futuro, una OPE que espera que «esté resuelta para 2026». La consejera repasa muchos de los retos que afronta su Departamento y anuncia múltiples actos divulgativos, de debate y conmemorativos tanto en memoria reciente como histórica.
–¿Esperaba encontrarse una situación tan complicada en las cárceles, unida a la marcha de funcionarios por el concurso de traslados?
–La gestión penitenciaria es un tema muy sensible, pero no solamente para esta administración autonómica. Desde el Gobierno Vasco estamos trabajando, desde el principio, sobre todo para mejorar las condiciones laborales de los funcionarios, la cualificación profesional, la formación y la dotación de más personal con la RPT.
–Pero la realidad es que 86 funcionarios se han marchado este jueves para empezar a trabajar en otros centros penitenciarios.
–El concurso de traslados lo encuadro en la normalidad. Es un derecho de los funcionarios de carrera concursar y acercarse al destino ideal o a su entorno familiar. Nosotros agradecemos la labor desarrollada por todos ellos, porque lo han hecho con profesionalidad y dedicación. Teníamos la posibilidad de mantenerlos durante tres meses obligatoriamente, pero no tenemos necesidad de mantener a unas personas que no se quieren quedar. Vamos a hacer una provisión escalonada de los puestos con las personas formadas de las bolsas de trabajo y con comisiones de servicio. Y, desde luego, está garantizada una situación normalizada en la gestión ordinaria.
–Los sindicatos consideran un «despropósito» que se cubran esos puestos con interinos sin experiencia.
–La cobertura con funcionarios interinos es una situación temporal, y en este caso mucho más, porque prevemos la convocatoria de una oposición cuanto antes.
–¿Qué significa «cuanto antes»?
–Espero que esté resuelta para 2026.
–Los sindicatos también se quejan porque el número de trabajadores «no es suficiente» con una población reclusa que sobrepasa los 1.700 internos, 400 más de los que había en 2021 cuando se traspasó Prisiones a Euskadi. ¿Qué está pasando para se dé ese incremento?
–El aumento de reclusos siempre es un desafío para la gestión penitenciaria. El arraigo ha supuesto que un número importante de reclusos de otros centros haya venido a Euskadi, un total de 308, de los que 105 eran presos de ETA. A eso hay que sumar el incremento de la delincuencia, pero en ningún caso se puede hablar de masificación. Pero la sobreocupación se corrige diariamente porque hay traslados entre los tres centros vascos e incluso de otras comunidades porque hay reclusos que vienen aquí cautelarmente. La situación en todo caso la va a aliviar la apertura de Zubieta, que va a suponer 300 plazas más y una estructura modular.
–¿Y para cuándo estará lista la cárcel de Zubieta?
–Yo calculo que finales de este año.
–La Audiencia Nacional ha recurrido el tercer grado concedido a Xabier Zabalo, el primero de un total de 14 acordados desde que asumió la cartera de Justicia. ¿Qué ha pasado en esta ocasión?
–Nuestras resoluciones se adecúan estrictamente a la legalidad. Nuestros esfuerzos han ido en mejorar la motivación de esas resoluciones, sobre todo en cumplimiento del artículo 72.6 que establece unos requisitos como la evolución, el arrepentimiento del hecho causado y el alejamiento de la banda terrorista. Esperamos ver la resolución para saber si tenemos que corregir algo.
–¿Va a haber en breve otros terceros grados a presos de ETA?
–Hay uno más en marcha.
–Covite sigue manteniendo sus críticas a estas semilibertades porque afirma que los reclusos de ETA «no están arrepentidos».
–Lo deseable es un arrepentimiento público del hecho causado. Lo que pasa es que yo no voy a reclamar nada que la ley no vaya a exigir para la concesión del tercer grado.
–Desde el entorno de los presos de ETA, por contra, se critica que se les está imponiendo «una ley de excepción». ¿Ha hablado con Sare de este tema o se ha reunido con ellos?
–No me he reunido porque no han solicitado una reunión, pero sería deseable que intervinieran para que los presos que ellos representan, que en este momento es una parte muy pequeña de todos los que hay en los centros penitenciarios, hagan ese recorrido de reconocimiento del daño injusto causado y yo les animo a que lo realicen.
–Hace unos días salió de la cárcel el primer preso al que se le han contabilizado los años de pena cumplidos en Francia tras la polémica reforma legal. ¿Se prevé en breve más salidas en estas circunstancias?
–Desde el departamento respetamos las decisiones que se adoptan en el marco de las normas internacionales sobre el cumplimiento de penas, como no podía ser de otra forma. Cuando salió la polémica hubo mucha precipitación, fue una polémica forzada y hubo quien dio datos incluso de presos que ya habían cumplido su condena. Tendrán que analizarlo caso por caso y ver la situación de cada uno de los internos.
–Usted es defensora de las políticas de reinserción y es de hecho uno de sus retos en el Departamento, pero no ha trascendido nada de que se hayan dado encuentros restaurativos entre presos de ETA y víctimas. ¿Es porque no se han realizado?
–Los encuentros restaurativos forman parte de una evolución personal del recluso y se producen en ese ámbito. Sí se han producido, pero debemos guardar la confidencialidad porque forma parte de la intimidad de las víctimas y hay muchas que no quieren que se sepa. Siempre se hace en beneficio de la víctima, poniéndola en el centro y cubriendo sus necesidades.
–¿Cómo son sus relaciones con las asociaciones de víctimas? ¿Ya se ha producido el encuentro que quedó pendiente con la AVT?
–El Departamento se ha reunido con la AVT, pero tenemos pendiente una reunión que se suspendió en enero y no la hemos retomado porque ellos con quien se quieren reunir primero es con el lehendakari. Pero hay una relación fluidísima con la AVT y con todas las asociaciones y fundaciones. El diálogo es constante.
–Maite Araluce, presidenta de la AVT, dijo el 11-M que estar con las víctimas «es muy impopular». ¿Qué le parece la afirmación?
–A mí estar con las víctimas me satisface muchísimo, para mí es lo mejor de mi trabajo porque creo que necesitan ese acompañamiento y ser escuchadas. Esa atención que creo que es fundamental. Un abrazo vale más que mil palabras.
–En el homenaje a Fernando Buesa y a Jorge Díez Elorza en Vitoria, la madre del ertzaina asesinado reprochó la presencia de EH Bildu en el acto. ¿Entiende la reacción?
–Entiendo el dolor y el sufrimiento de esa madre que ve que viene a depositar una flor quien todavía no ha hecho un recorrido de reconocimiento del daño causado y que ETA nunca debió de existir.
–¿Es una señal de que todavía no ha llegado el tiempo de alcanzar acuerdos de gobierno con una formación como EH Bildu?
–Con Bildu se hacen acuerdos puntuales en el Parlamento, lo vemos todos los jueves en los plenos ordinarios y son acuerdos muy sociales, en beneficio de la sociedad. No nos encontramos todavía en ese recorrido que le falta hacer a Bildu de reconocimiento del dolor, el sufrimiento y la barbaridad que fue esta banda terrorista aquí en Euskadi, de lo que supuso y todavía lo que supone para muchas víctimas con el dolor y el sufrimiento que tienen.
–Eneko Andueza pidió el pasado fin de semana en Arrasate a la izquierda abertzale que hable con los suyos para que víctimas como la familia de Isaías Carrasco no tengan que encontrarse con fotos de presos y pancartas cuando salen de su casa. ¿Por qué ocurren todavía estas cosas?
–Tenemos que adoptar una actitud proactiva y no dar por bueno esa manifestación pública que tanto daño hace a las víctimas. Tenemos que censurarlo porque también lo haríamos en el caso de otras víctimas como son las de maltrato, de violencia machista o de violencia sexual o de cualquier otro delito económico. ¿Por qué no reaccionamos ante esto? En la sociedad tenemos que hacer mucho trabajo divulgativo, pedagógico y en esa línea nos vamos a mover.
–Pero aún hay una parte de la sociedad que ve normal colocar fotos de presos, pancartas...
–Sí, sobre todo entre la juventud. Justamente ellos van a ser nuestra prioridad en el plan de gestión de Gogora dirigido a la divulgación en el ámbito educativo. Se van a crear herramientas didácticas para la inserción de la materia de nuestra memoria reciente en el currículum académico. Es una acción específica que vamos a trabajar junto con el Departamento de Educación para incluir esta materia en los colegios. Nos vamos a empeñar en que los alumnos vascos de Secundaria empiecen a estudiar la historia del terrorismo en Euskadi el próximo curso. A esto se suman programas como Herenegun! y Adi-adian que nos van a permitir que los jóvenes conozcan todo esto.
–¿Se examinarán de esa materia entonces en la selectividad?
–Desde Gogora estamos colaborando para que todos los contenidos que necesite la UPV se les haga llegar. No será este año porque no ha habido tiempo para prepararlos. Pero estamos colaborando para que esto sea una realidad el año que viene.
–¿Qué datos actualizados tienen de la experiencia de víctimas educadoras Adi-adian?
–En 2024 el número de centros escolares de Secundaria fueron 31, la gran mayoría de ellos concertados. Por territorios fueron 20 de Bizkaia, 8 de Gipuzkoa y 3 de Álava. También tomaron parte 8 facultades universitarias. En cuanto al número alumnos de Secundaria fueron 2.630. Y en la Universidad 1.165. Participaron en el programa 21 víctimas educadoras, que nos trasladaban una sensación de satisfacción y de necesidad de hacer estas actividades en más centros, sobre todo públicos. Como dato más global de 2014 a 2024 han participado 312 centros, con 600 sesiones y 37.900 alumnos.
–¿Y del polémico Herenegun!?
–En este caso han participado 20 colegios, de los que solo uno es público. El total de alumnos desde 2021 han sido 4.146. Hay colegios que lo piden todos los años. Sobre este material pensamos que hay que hacer una revisión desde el punto de vista pedagógico.
–Cuando llegó a la Consejería se propuso abrir una nueva etapa en temas de memoria. ¿En qué se nota que Gogora es diferente a lo que ha sido con el PNV al cargo?
–Creo que la apertura de Gogora a la sociedad es muy importante. Ya lo está haciendo y para ello hay un montón de actos previstos. El Instituto de la Memoria es también investigación y esos actos van a explicar en cierto modo el cambio de rumbo, que es realmente hacer algo distinto pero aprovechando lo que se ha hecho hasta ahora. Habrá más actuaciones cualitativas que cuantitativas, explicar el contexto de todo eso que se ha hecho, cosas que hasta ahora no se habían explicado porque a una víctima lo que la define es el contexto.
–Los cambios en los miembros del Instituto de la Memoria designados por el Parlamento Vasco fueron criticados por EH Bildu que aseguró que se marginaba a las víctimas de la violencia del Estado. ¿Qué tiene que decir?
–Lo que se ha hecho es un ejercicio democrático, que las mayorías designen a los representantes y con eso me voy a quedar.
–Gogora ha presentado estos días el plan estratégico para los próximos cuatro años y su plan de gestión. ¿Qué actuaciones concretas se van a llevar a cabo?
–Llevamos mucho tiempo trabajando, por ejemplo, en la identificación de las personas que sufrieron una condena en las cárceles franquistas entre 1936 y 1945 y ahora vamos a pasar a una visión más cualitativa. Para ello, Gogora ha impulsado ya una investigación destinada a explicar el contexto desde diferentes perspectivas, se está trabajando para explicar a la ciudadanía cómo se explotaba como esclavos a los presos en los batallones de trabajadores y también el papel de las mujeres tanto dentro como fuera de las cárceles franquistas. También un estudio sobre las formas de actuar de los grupos terroristas de extrema derecha, el BVE, los Guerrilleros de Cristo Rey, la Triple A. No se trata solo de identificar a las víctimas, sino también conocer qué había detrás de estos grupos, cómo actuaron y cuáles eran sus objetivos políticos. Está además la pasada efeméride de la masacre de ETAen la cafetería Rolando, sobre el que este martes se inaugura en Gogora la exposición del Centro Memorial y el jueves habrá una mesa redonda para debatir sobre el impacto que tuvo ese atentado en el seno del mundo abertzale de la época. Vamos a escuchar testimonios que desmontan esa idea idealizada de mucha gente sobre una organización terrorista monolítica.
–¿A qué se refiere?
–Queremos demostrar que a lo largo de la historia, dentro de ETA hubo escisiones, dudas, abandonos y arrepentimientos, sobretodo oportunidades de dejar las armas. Vamos a hablar de la escisión de la rama político-militar y también de 'Pertur', de Onaindia, de un giro del entorno abertzale hacia la vía democrática. Pongo este ejemplo como una nueva forma de trabajar de Gogora.
–¿Cómo lo va a hacer?
–Gogora quiere trasladar este debate a la sociedad y explicar desde ese rigor histórico facetas de nuestro pasado que han quedado silenciadas y que son fundamentales para comprender esas oportunidades perdidas para habernos ahorrado más de 40 años de sinrazón terrorista.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Pillado en la A-1 drogado, con un arma y con más de 39.000 euros
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.