Xabier Ezeizabarrena presidirá la Mesa de las Juntas Generales de Gipuzkoa

El PP, al tener solo un juntero, se queda fuera de la Mesa. Con esta configuración PNV y PSE-EE se garantizan la mayoría absoluta en este órgano encargado de dirigir los plenos de las JJ GG.

Por otra parte, jeltzales y socialistas ya negocian para intentar reeditar el pacto de gobierno que mantuvieron durante la pasada legislatura en la Diputación de Gipuzkoa. Ambas formaciones se sentaron ayer por primera vez a la mesa negociadora en una reunión en la que unos y otros presentaron sus propuestas iniciales para ampliar otra legislatura el trato que les ha unido en los últimos cuatro años y permita a Markel Olano ser reelegido como diputado general en una investidura que se prevé para finales de la semana que viene.

Las dos fuerzas se habían tomado un pequeño respiro después de que el sábado se ejecutara en la mayoría de los ayuntamientos de Euskadi el pacto de coalición que habían alcanzado días atrás y fue ayer cuando abrieron un nuevo frente para tratar el futuro del Gobierno foral. No es el que tiempo apremie, pero peneuvistas y socialistas tienen por delante quince días para alcanzar un acuerdo y formar el nuevo gabinete. Es el plazo que establece la ley una vez que se constituyan las nuevas Juntas.

Así las cosas, la sesión de investidura del diputado general se debe celebrar antes del jueves 4 de julio, aunque fuentes conocedoras de las conversaciones apuntan que no será necesario apurar tanto y prevén que tenga lugar entre el miércoles y el viernes próximos.

Las dos formaciones han apostado por llevar con discreción las conversaciones, con el objetivo de que nada interfiera en ellas y así poder llevarlas a buen puerto para lograr un acuerdo que permita a Olano repetir en el cargo y presidir un gabinete que cuente con la mayoría absoluta en Cámara foral, gracias a los veinte procuradores del PNV y los nueve del PSE-EE.

La realidad es que ambos socios quieren hacer valer los resultados que obtuvieron en las elecciones del 26 de mayo. Tanto jeltzales como socialistas vieron cómo sus números mejoraban notablemente respecto a los de 2015. El PNV recabó 130.000 votos (18.000 más que cuatro años atrás), lo que le permitió aumentar en dos junteros y alcanzar los veinte. El PSE-EE, por su parte, mantiene los nueve procuradores con los que contó en la legislatura pasada, a pesar de que logró elevar el número de apoyos recibidos (62.788, que supone 3.708 más).

De esta manera, los jeltzales reivindican un mayor peso en el Ejecutivo foral en correspondencia a los resultados del 26-M, y los socialistas «generosidad» para poder desarrollar un «gobierno en coalición».