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A.V.
Miércoles, 6 de diciembre 2006, 02:23
En el día después de la nueva puerta abierta en el surf de olas grandes en Gipuzkoa, Ibon Amatriain y Mikel Agote reflexionaban sobre la joya surfeada entre Orio y San Sebastián. «Sabíamos que algunos surfistas donostiarras la venían vigilando desde hace muchos años, pero nosotros nos encontramos con una ola de mucha calidad y de mucho peligro, más alejada de la costa de lo que podíamos imaginar. A pesar de todo, las rocas están muy cerca y una caída te puede arrastrar hasta la orilla en un abrir y cerrar de ojos. Es muy peligrosa», cuenta Amatriain. Su compañero, Agote, confiesa la satisfacción que supone surfear una ola de semejante tamaño cerca de casa. «Estamos super contentos. Ver las fotografías y pensar que nosotros hemos tenido esa oportunidad no se puede comparar con nada del mundo». Tanto uno como otro se plantean ya nuevas perspectivas. «En Asturias y Galicia hay también muchas posibilidades de surfear grandes olas que pocos imaginan».
Quien sí sabe in situ lo que puede dar de sí la costa gallega, es Asier Muniain, quien junto a Iñigo Idígoras se trasladó recientemente a Galicia para explorar nuevas olas. No tuvieron suerte con la climatología y debieron abordar en el último momento la posibilidad de surfear cerca de Laxe. Para contrarrestar tan largo viaje, ambos, más Mikel Larrañaga y Pablo García, además de Ganix, bodyboarder de Getaria, protagonizaron también el pasado lunes otra gran sesión en Playa Gris. El largo viaje a Galicia quedó en el olvido.
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