ANA MARÍA BRIONGOS ESCRITORA

«El exotismo no te deja ir más allá de lo que se ve a primera vista»

La escritora y viajera hablará mañana en el Aula de Cultura DV sobre el caos y la vitalidad que recorren Calcuta

ALBERTO MOYANOamoyano@diariovasco.com

Jueves, 8 de febrero 2007, 03:12

Como un potente imán, Oriente ejerce un gran poder de atracción sobre Ana María Briongos (Barcelona, 1946) y si en un principio frecuentó las tierras de Irán y Afganistán, últimamente ha realizado varios viajes a la India. Calcuta, en concreto, es la gran protagonista de su último libro, así como de la conferencia que ofrecerá mañana en Donostia.

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- ¿Es una ciudad que engancha?

- Sí, en realidad, me enganchan todas las ciudades en las que he vivido un tiempo largo. Primero fue Teherán, luego Isfahad y antes habían sido Kabul y Kandahar. Son lugares a los que siempre regreso porque encuentro afinidades, hago amigos y creo un círculo de gente con la cual me siento a gusto y que pasan a formar parte de mi vida.

- A mucha gente le repele el paisaje humano de Calcuta e incluso sus olores.

- Cuando empecé con este proyecto de escribir un libro sobre una saga familiar me daba mucha rabia que ocurriese en Calcuta, una ciudad con mala imagen. Es el símbolo del subdesarrollo, de la pobreza y del hambre. Cuando va, se instala, vive y empieza a conocer lo que realmente es aquello se da cuenta de que hay muchísimas más cosas, aparte de lo evidente en un primer vistazo.

- ¿Y cuáles son esas cosas que un turista no llega a ver?

- Lo primero es que un turista no va a Calcuta. Allí sólo van los que quieren hacer caridad, el turismo de conciencia, una variedad que se desarrolla en el mundo y cuyo principal punto de acogida es Calcuta, la ciudad con más ONG por metro cuadrado de todo el mundo. El que va directo a eso sólo ve eso porque llega a un barrio determinado, le acoge una gente determinada y va a parar a unos sitios dirigidos al mundo de la caridad.

- ¿Hay una industria de la caridad?

- Evidentemente, muy boyante, con toda la picaresca correspondiente: desde los que verdaderamente están haciendo una labor admirable hasta los que viven a base de subvenciones, pasando por los que se hacen el listillo. Además, Calcuta es una ciudad de millones de habitantes en la que muchos trabajan y hacen un gran esfuerzo por salir adelante y que ya han entrado en esa dinámica de crecimiento de la India.

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- ¿Cuánto daño ha hecho Dominique Lapierre!

- Pues sí, de verdad que sí porque muchas veces, practicar la caridad significa que una parte de la población se acostumbra a vivir de ella y no recibe los medios para hacer el esfuerzo que les permita salir adelante.

- Se asocia la ciudad a la imagen de miles de personas en las aceras.

- Hay gente que vive en las aceras, pero aquella imagen, que dio la vuelta al mundo, se produjo tras la guerra de independencia de Bangladesh, que fue la que provocó una avalancha de refugiados que la ciudad no pudo absorber. La sociedad ha hecho un esfuerzo enorme por dar la vuelta a esa situación. Muchas de aquellas personas han podido rehacer su vida.

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- ¿Qué son los bajos fondos de Sudder Street?

- Forman parte del gran mercado, en el que están los comerciantes de arroz, los que tienen los tenderetes y los que llevan los sacos. Está abierto al público de día y de noche. Mucha gente duerme en las traseras de las tiendas, mientras otros participan en timbas de cartas. Claro, dentro de ese mundo variopinto crecen las mafias y las extorsiones. Es un barrio en el que conviven varias religiones. Cuando estallaron los problemas entre comunidades religiosas, hubo unas matanzas tremendas. Gandhi se instaló allí para intentar calmar las cosas.

- ¿Cree que los tópicos habituales sobre la sabiduría oriental y todo eso ocultan la verdadera India?

- Sí, pero creo que está cambiando. El orientalismo es algo que ha funcionado desde el siglo XIX hasta ahora, pero ya hay un cambio radical cuando vemos a los indios modernos que compran en las sastrerías del mundo o a la juventud, con su músicas y modas. Por otro lado, Bollywood fomenta ese exotismo porque a los indios les gusta ver a príncipes y princesas en los cines, y no quieren que les hablen de lloros y de desgracias.

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- ¿La India sigue siendo el viaje de licenciatura para los viajeros?

- India sigue siendo un país tremendo, de contrastes impresionantes, tan distinto el norte del sur y aún encuentras cosas que te pueden maravillar.

- ¿Qué es para usted el exotismo?

- Los tópicos de los turbantes, los bailes, las vestimentas, las danzas y lo más vistoso, que copa el pensamiento y no te deja ir más allá de lo que se ve a primera vista.

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