Rosa Torres recrea el paisaje mediterráneo en una obra donde el color se impone a la figura

SAN SEBASTIÁN. DV. Rosa Torres (Valencia, 1948) ha inundado las paredes de la galería donostiarra Ekain de aires mediterráneos. La exposición, inaugurada ayer, es un claro ejemplo de su forma de entender la pintura y de los códigos que sigue en su obra que le dotan de una personalidad única.

Su técnica parte de la teoría minimalista de menos es más, pero siempre con un fondo realista, por encima de la pintura pura. «Creo que para contar algo siempre tiene que existir», explicaba ayer la pintora, horas antes de abrir al público su exposición. Toma una imagen y, boceto a boceto, elimina lo superfluo y convierte los elementos principales en formas geométricas cada vez más depuradas, reinterpretando la naturaleza. A pesar de esa aparente abstracción constructivista, cuando se ven las series en las que trabaja de una forma global, la temática se identifica claramente. En el caso de la galería Ekain, los paisajes son muy reconocibles, como Sicilia, La huerta, Albufera, la serie Pino mediterráneo o los paisajes de Penyagolosa, donde Rosa Torres tiene una casa.

Desde sus inicios siempre ha basado su pintura en imágenes reales, bien sea un paisaje, un animal o una obra de arte, la evolución es más que evidente, aunque siempre manteniendo un claro alejamiento de modas que le han permitido tener una obra facilmente reconocible. Comenzó colaborando con el Equipo Crónica en los años 70 y eso se refleja en su pintura de entonces: «No hay que olvidar que todavía vivía Franco y nuestra visión del mundo era bastante negra, al igual que los colores que empleábamos».

Pero una vez entrados en los 80 su paleta se vio inundada de colores, pero siempre manteniendo un equilibrio: «Si empleo un color cálido lo rodeo de fríos para que resalte. También busco cierta simetría y una estructura coherente». Azules, verdes, rojos y ocres, con el negro marcando la figura, son los tonos predominantes. Entre sus obras más conocidas de los 80 y los 90 están sus reinterpretaciones de obras de arte conocidas como la Venus de Milo o la Maja desnuda de Goya. «Siempre iconos reconocibles».

La exposición Paisajes del Mediterráneo es una especie de continuación de un proyecto que Rosa Torres hizo con cuatro literatos valencianos denominado Mediterrània, donde la pintora realizó cuatro serigrafías, cada una de ellas acompañada de un texto.