Secciones
Servicios
Destacamos
BENITO URRABURU
Viernes, 11 de mayo 2007, 10:56
IGANTZI. DV. Salvatore Mancuso conserva como oro en paño los siete segundos de ventaja que logró en la primera etapa de la Vuelta al Bidasoa. Camino de Igantzi, Mancuso atacó en cinco ocasiones, buscó romper el pelotón, pero el grupo permaneció unido.
Volvió a moverse en la llegada a Igantzi, muy bonita, estrecha en su parte final, y precisamente el embudo que se encontró, al llegar delante un grupo de 33 corredores, hizo que el factor sorpresa se pusiese en juego.
Y ese factor sorpresa permitió que ganase un corredor del equipo Würth, Andrés Avelino Antuña, un asturiano, de Noreña, de 21 años de edad, la misma que el líder. Se coló por dentro en las vallas, sobre todo al costarricense Andrey Amador, quien se quedó cuadrado cuando comprobó que no había ganado.
Antuña no sólo venció, sino que mantuvo viva la llama de una de las mejores canteras del ciclismo español de los últimos años, a la que dejaron enormemente tocada hace un año. En Igantzi demostraron que sigue vivos.
«¿Qué has ganado este año?», preguntamos a Antuña. Y el chaval recitaba un triunfo seguido de una larga lista de puestos de honor: «Gané el Trofeo Iberdrola, fui tercero en Laukiz, cuarto en Gorla, quinto en el Balenciaga...». Un aval suficiente para decir que es un buen ciclista, sobre todo sabiendo que le dirige Juan González. Lleva tres años de aficionado, pero los dos primeros apenas si ha corrido, según nos dijo su director.
«El año pasado acumuló 18 días de competición en todo el año. La primera temporada, igual. Tiene una condromalacia en las rodillas, nada grave, pero que afecta a su desarrollo. Hay que ir con cuidado con él». A pesar de eso, corrió la Subida al Naranco con profesionales. Craso error. Primero tendrá que estar formado físicamente.
Pero ésas son otras cuestiones. Lo importante es que ayer ganó y que les birló el triunfo a los favoritos. El chaval demostró habilidad, destreza en los metros de la verdad.
«En Noreña las calles son muy estrechas, hay curvas, y allí aprendí a andar en bicicleta», nos apuntó con un deje asturiano que no admite dudas.
¿Y la carrera, se preguntarán ustedes? Mancuso realizó una exhibición. Posee un cuerpo muy formado para sus 21 años. Parece un ciclista hecho. Provocó muchos intentos de escapada, pero ninguno fructificó.
La carrera volvió a contar con un ritmo trepidante desde su comienzo. Se empezó con retraso, pero el movimiento se inició muy pronto, con escapadas multitudinarias, como la que se produjo en el kilómetro 15. Estaban, entre otros, Ruiz de Gordoa (Bidelan), Toribio (Caja Rural), Madrazo (Saunier Duval) y los rusos Schenukov y Krasnov, muy activos a lo largo de la jornada. Son corredores muy jóvenes, de 19 años, a los que se les nota esa juventud. Oblanca (Seguros Bilbao), Ríos (Comunidad Valenciana), Benedetti y Cazzago (Unidelta).
De esa escapada irían surgiendo las demás. Quince kilómetros más adelante se repetiría la misma historia. A muchos de los corredores que habían estado antes se les añadieron los nombres de los favoritos en la carrera: Héctor González (Saunier Duval), Andrey Amador (Lizarte), Fabricio Ferrari, Usabiaga y Palacio (Azpiru), los dos rusos, Schenukov y Krasnov, los dos italianos, Benedetti y Cazzago, Arturo Mora (Würth), Larralde y Ruiz de Gordoa (Bidelan).
El estallido del grupo llegaría al coronar Saldias. Mancuso comenzaría un recital que no terminó hasta que se bajó el puerto de Belate. Primero le acompañó Ania (Saunier Duval). Luego se quedó solo. Le volvió a coger Balbuena (La Pomme) y le soltó.
Momento clave
Se formaría un grupo con Mancuso, Héctor González, Amador, Delgado y De la Parte (Azysa), Delio Fernández y Toribio (Caja Rural), Larralde (Bidelan), Antuña (Würth), Fabricio Ferrari (Azpiru), Iván Suarez (SuperFroiz) y el ruso Schenukov. Se les uniría después Aitor Olano (Bidelan).
Era una camada ideal para marcar diferencias, pero no había forma de que se consiguiesen segundos decisivos. Todo volvió a comenzar de nuevo, con el pelotón unido. Mancuso volvía a atacar, seguido de Héctor González y de Pablo Araujo (SuperFroiz). Se les unirían Delio Fernández (Caja Rural), Larralde (Bidelan), Amador (Lizarte) y Ferrari (Azpiru).
Decíamos que bajando Belate todo se terminó. La explicación más lógica es pensar que de la forma en que se rueda, con tanta velocidad, es imposible marcar diferencias. Los escapados tendrían que volar y eso todavía no ha llegado al ciclismo.
Todo parece estar muy igualado, salvo que Jaizkibel marque hoy diferencias. Los siete segundos que logró el líder en Hendaia podrían bastarle para ganar la Vuelta al Bidasoa. Para dejar a Salvatore Mancuso tendrán que atacarle mucho, buscar algún momento en el que su solidez física se resquebraje.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Los libros vuelven a la Biblioteca Municipal de Santander
El Diario Montañés
El origen de la expresión 'joder la marrana' y su conexión con el vino
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Favoritos de los suscriptores
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.