Las diez noticias clave de la jornada
El líder de Nafarroa Bai, Patxi Zabaleta, en su despacho profesional en Pamplona. [MIKEL FRAILE]
PATXI ZABALETA LÍDER DE NAFARROA BAI

«Ahora el PSN tiene miedo a dejar que UPN gobierne en minoría»

A pesar de todo, Zabaleta mantiene las esperanzas de poder formar un gobierno de progreso. «No arrojamos la toalla hasta el 8 de agosto», asegura

JAVIER ROLDÁN

Domingo, 29 de julio 2007, 11:48

Patxi Zabaleta, líder de Nafarroa Bai, no pierde la esperanza de poder dar antes del 18 de agosto la «voltereta» a un resultado que algunos ya cantan a favor de UPN. Después de que los socialistas rompieran las negociaciones con la coalición nacionalista para formar un gobierno en Navarra, Zabaleta, sereno y confiado en la fortaleza de su formación, dice que la opinión de la militancia del PSE está a favor de un ejecutivo alternativo. «Ahora el PSN tiene miedo a los efectos de dejar gobernar a UPN en minoría», sostiene.

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-Dos meses después de las elecciones y Navarra no tiene Gobierno. ¿Es normal?

-Antes la ley otorgaba el Gobierno de Navarra a la fuerza que hubiera logrado el mayor número de votos aunque fuera en minoría. Así gobernaron Urralburu y Sanz, entre otros. El único de mayoría que había existido hasta el último Ejecutivo de UPN era el de Otano. Aquí siempre se ha gobernado con minorías amplias con apoyos externos y se recurría a la fórmula de la minoría mayoritaria hasta agotar los plazos. Esta situación no es nueva en Navarra, pero tampoco es normal.

-¿Qué esta ocurriendo en los partidos navarros para que el acuerdo entre ustedes parezca imposible?

-La razón de fondo es la novedad de que Nafarroa Bai sea la segunda fuerza. Además, después de las elecciones, en las encuestas que salen la coalición se consolida como segundo partido y acercándose al primero. Éste es un hecho estructural, diferente a los anteriores y que tarda en ser asimilado por el resto de las fuerzas y de la estructura política.

-¿Si NaBai no entra en el futuro Gobierno navarro sería un fracaso?

-No hemos conseguido la Alcaldía de Pamplona, que para nosotros era un objetivo emblemático, y que podía ser un signo de cambio en Navarra. En este caso, tuvimos una especie de frustración por no haberlo logrado y haber permitido que la señora Barcina gobierne en minoría. Había que superarlo y así lo hemos hecho. Una situación parecida se dio con el acuerdo objetivo que hubo entre UPN y PSN en la Mesa del Parlamento. Y en este caso los socialistas ya no tenían la excusa de que estaba ANV, una justificación que sí la dieron para no sumar sus votos a los nuestros en el Ayuntamiento. Sin embargo, a pesar de todo, la responsabilidad nos dictó que teníamos que seguir intentando un gobierno plural, de progreso y amplio. En ese objetivo seguimos, aunque cuanto más tiempo pasa hay más dificultades.

-¿Se siente engañado por Puras?

-Subjetivamente, no. Conozco las debilidades de Puras, con quien tengo una relación personal antigua. Le conozco bien y sé que siempre ha estado en la política un poco al margen y nunca ha estado en primera persona. Por este motivo, sé que no ha querido actuar con voluntad de engañar, aunque objetivamente no apruebe su forma de actuar, por ejemplo en el caso de la Mesa del Parlamento. Fue un fiasco lo que hizo. Por otro lado, también me gustaría remarcar con satisfacción que hemos sintonizado muy bien con los militante y con buena parte de los votantes del PSN. Por este motivo, creemos que en Navarra el cambio ya se está produciendo. Es cuestión de tiempo que haya un gobierno de progreso.

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Imagen estable

-¿Y qué le parecen las explicaciones tan cambiantes que está dando el candidato socialista en las últimas semanas?

-Van en detrimento de su imagen política y de su propia figura política. Sin embargo, ante esta situación nosotros tenemos que dar una imagen lo más estable y sólida posible porque la garantía de que en Navarra haya un gobierno alternativo pasa por la presencia de NaBai en ese ejecutivo.

-¿Mantiene la esperanza de que pueda haber un gobierno de progreso con NaBai dentro?

-Hasta el 18 de agosto, sí. Guardo la esperanza con reservas. No vamos a arrojar la toalla hasta esa fecha, ni tampoco vamos a hacer ninguna jugarreta para adelantar las elecciones, aunque seríamos los más beneficiados en esa hipótesis.

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-¿Está seguro de que no habrá de nuevo elecciones?

-Sí. Esa posibilidad la excluyo porque podría ser un verdadero desastre para el PSN y tampoco creo que sea una aventura que le convenga a UPN. En realidad, esta hipótesis nos favorecería a NaBai por dos razones: porque somos una formación en ascenso y porque nos beneficiaría que esos comicios no se celebraran junto a unas elecciones estatales. De esta manera, PSN y UPN no se aprovecharían de un llamado 'efecto atracción'. Nafarroa Bai tampoco ha jugado la baraja de unas elecciones adelantadas por cuestión de responsabilidad.

-Después de dos meses negociando con los socialistas, ¿quién cree que lleva la batuta, el aparato de Ferraz, Moncloa o Puras?

-Yo he sacado varias conclusiones. La primera, que el Partido Socialista es una formación muy centralizada en donde el dictamen de Madrid siempre prevalece. Una segunda conclusión, bastante crítica, es que en el PSOE sobre todo mandan las encuestas, es decir, las previsiones de carácter electoral. Precisamente, este hecho ha sido un acicate para NaBai porque nos ha obligado a ganar la batalla en los medios por medio de una lucha ideológica. Buena parte de los dirigentes socialistas que aparecen a favor de una coalición con nosotros defienden que se antepongan los principios a las posibles consecuencias electorales, pero también advierten de que habría efectos negativos si se cierra la puerta a un gobierno alternativo con UPN.

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-¿Cree que el PSN tiene miedo a tomar una decisión?

-Para no pactar con nosotros tenían ese miedo, pero ahora tienen miedo a dejar a UPN que gobierne en minoría. Primero decían que si pactaban con NaBai perdían unos votos, seguramente sería verdad. Y ahora están en la tesitura de que si no pactan con NaBai y dejan solo a UPN también pueden perder apoyos.

-¿Qué cree que el PSN va a decidir al final?

-Pienso que están abiertas las dos posibilidades. Después de hablar esta semana con Miguel Sanz en Tudela, creo que los que más creen que vamos hacer un gobierno alternativo son los de UPN. ¿Por qué? Porque no las tienen todas consigo.

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-¿Inclinará la balanza el presidente Rodríguez Zapatero?

-Sin duda alguna será muy importante lo que diga. Zapatero siempre que aborda esta cuestión ha dicho lo mismo: 'que decidan los navarros'. Eso es tanto como decir que no pone el veto. Habrá que ver.

-¿Qué le parece que Patxi López asegure que él hubiera apostado por una coalición con su formación?

-Nos pareció un pronunciamiento importante y audaz.

-¿El mensaje del líder del PSE puede calar en Puras?

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-Tendrá su influencia, pero no puedo decir más.

-¿Le sorprende que algunos dirigentes socialistas, como el anterior secretario general Juan José Lizarbe, pidan a Puras que abran el diálogo con NaBai?

-Creo que Lizarbe y otros dirigentes que están con él se han decantado por esta opción. Nuestra constatación es que en la actualidad es muy mayoritaria la postura de los militantes que desearían un gobierno alternativo al de UPN.

-¿Es cierto que entre ustedes y el PSN sólo les separó el reparto de carteras?

-No. El debate es si ha de haber un gobierno de coalición o no. Si siendo la segunda fuerza hemos renunciado a ostentar la presidencia del Gobierno de Navarra, no nos parece de recibo que nos imputen que tenemos ansias de sillón. No, sin duda alguna, ésa no es la razón. Después de lo que ha pasado con el Ayuntamiento de Pamplona y de la Mesa del Parlamento, si el PSN quiere formar un gobierno con Nafarroa Bai debe ser un ejecutivo de coalición en toda la regla. Y para eso, las pautas generales deben ser pactadas entre sus socios. La estructura de gobierno que presentaron encima de la mesa era totalmente inaceptable. Otra cosa es que cuando hablan de independientes, pues igual los proponemos nosotros también. Está claro que a la hora de formar un gobierno no nos vamos a ceñir en militantes para ocupar esos cargos.

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Sin vetos

-¿Qué estarían dispuestos a ceder para formar un ejecutivo de progreso con los socialistas?

-Yo no seré vicepresidente. Si hay un gobierno de coalición que se forma de manera paritaria, las titulaciones de las consejerías no van a ser un problema, pero también exigiremos un requisito indispensable, que no haya vetos, es decir, que NaBai tiene que estar presente como tal formación en un gobierno de coalición.

-¿Cree que si ETA hubiera mantenido el alto el fuego, Nafarroa Bai estaría ya gobernando en Navarra?

-No veo una razón de causa efecto en este punto. Sin embargo, quizá en el caso de Pamplona pudo influir. En otro escenario los ediles socialistas hubieran votado a Uxue Barkos, cosa que no hicieron, a pesar de que habían anunciado con anterioridad que lo iban a hacer. La ruptura de la tregua quizá pudo tener su influencia.

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-¿Mantienen su postura de no activar la Disposición Transitoria Cuarta de la Constitución -la que permite incorporar Navarra a la CAV- ni impulsar una consulta sobre este asunto?

-Eso forma parte del acuerdo que cerramos en su día con el PSN. Nos comprometimos a no activar ni a derogar la Disposición Transitoria Cuarta, y también a proponer una modificación del Amejoramiento para adecuarlo a la actual situación. Así, se sometería a referéndum el nuevo texto del Amejoramiento. Navarra es un ámbito de decisión política, pero hay que ejercitarlo para que sea de hecho, no teóricamente. En este sentido, UPN no ha propugnado la voluntad de los navarros. A navarristas, les ganamos a los de UPN.

«Creo que se acabaron los procesos de paz como idea»

-¿Hay alguna posibilidad de que pueda abrirse un nuevo proceso de paz?

-Después de archivar el proceso, la única posibilidad que queda es la de actuar de otra manera. Ya no puede haber más proceso en el sentido clásico porque han quedado obsoletas las condiciones que tenían las estructuras antiguas de esos procesos, que eran la credibilidad de ETA para mantener una tregua, la capacidad de diálogo de la organización, las garantías de unas fuerzas políticas que en el futuro pudieran garantizar la gestión de los acuerdos y la posibilidad de que esos pactos pudieran ser aceptados por los agentes políticos. Todo esto se ha desvanecido tras la ruptura de la tregua sin previo aviso. El día 30 de diciembre, con el atentado en Barajas, ETA acabó con uno de los activos que siempre tuvo, la credibilidad. Nadie puede creer en una tregua.

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-¿Y entonces qué fórmula se debería utilizar?

-Tendremos que partir de otro punto totalmente diferente. Debería haber un cese definitivo de la actividad armada, sin contraprestaciones políticas y garantizado. Y entonces habrá unas condiciones políticas diferentes que las gestionarán los agentes políticos y no la organización. Creo que se acabaron los procesos. El proceso está definitivamente archivado como idea.

-¿Y qué fórmula le sustituiría?

-Un cauce de diálogo y negociación política entre los partidos y una actuación unilateral de ETA, conclusión a la que por argumentos políticos llego yo, y conclusión a la que por argumentos militares llegaba la antigua dirección de ETA, conocida como colectivo Artapalo, en la famosa carta de cuya filtración se me acusó y por la que fui declarada 'persona no grata' por un colectivo. Es la demostración de la extraordinaria importancia de aquella carta por el hecho de que esa conclusión es también a la que se llega por otros cauces y otros argumentos. Yo no participo de sus argumentos, pero sí de sus conclusiones.

-¿Cuál es la única salida de ETA?

-Sólo tiene una. El cese de su actividad armada, que se hable de los presos y de las víctimas con ellos, y que de política hablemos los demás. La gran aportación de Aralar ha sido la ideológica, tanto es así que la hicieron suya teóricamente en Anoeta. Porque claro, cada vez que dicen que la condición del arreglo es la autodeterminación están perjudicando esta reivindicación.

-¿A qué le suena que Ibarretxe diga que en los próximos cuatro años veremos la paz?

-No me gusta hablar de plazos, pero me suena bien porque la forma de arriesgarse siempre es positiva. En este país hay que defender la pluralidad y la transversalidad como modelo de futuro, al margen de defender el diálogo como cauce exclusivo.

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-¿Cómo ve la salud del tripartito del Gobierno Vasco tras el voto que EB le dio al PSE en Álava?

-Creo que hay que ir a fórmulas de futuro. Y en este punto la transversalidad tiene que estar dibujada con más fortaleza. No le veo una alternativa al tripartito por parte del PSE si sigue actuando en solitario. Ante lo que sucedió en Álava, soy crítico tanto con el PNV como con el PSE porque realmente un gobierno en unas juntas con los apoyos que tiene el PNV y EA, con 16 procuradores, no es gobernable. Tampoco se puede jugar a la ruleta rusa con el puesto de diputado general. Es un riesgo.

-¿Cómo ve la situación de Batasuna con Otegi en la cárcel?

-La persona de Arnaldo Otegi, gran comunicador a pesar de que ahora le falte mensaje, no se puede olvidar y humanamente me solidarizo con él. En este momento Batasuna debería cambiar y acercarse mucho más a las posturas que hemos defendido otros. Ya ha hecho algún acercamiento, como convertirse en líder de la autonomía cuando antes la rechazaba. Lo que pasa es que no se puede ser un adelantado en la defensa de la autonomía sin partir de ésta. Tiene que cambiar más en profundidad a otros parámetros. Ha dado algunos pasos, tiene que dar otros, y ahí le seguiremos esperando.

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