Aitor López Rekarte: «Apenas comí el fin de semana de Vigo»

Fue una década de contrastes, la de «la noria», tal y como definió Antxon Blanco, jefe de redacción de EL DIARIO VASCO que moderó una mesa redonda en la que compartieron impresiones Aitor López Rekarte, que fue subcampeón pero también descendió, Xabi Prieto, el último gran 'one club man' de la Real y Bittor Alkiza, que volvió para jugar la Champions y dejó una de las reflexiones más aplaudidas. Minutos antes, Larrañaga había dicho que muchos de su generación estuvieron en la Real «porque quisimos estar». El de Herrera le matizó: «Otros también quisimos estar y no pudimos», dijo en referencia al momento en el que fue traspasado al Athletic Club en los noventa.

El canterano txuri-urdin regresó desde San Mamés en la campaña 03/04, en la que la Real se estrenaba en la Liga de Campeones y se llevó el DV de Oro tras ser el más regular en una campaña irregular, en la que al conjunto guipuzcoano le pesó participar en la máxima competición continental y tuvo que sufrir hasta las últimas jornadas para mantener la categoría: «Volví con ganas. Habían peleado el último título y la lástima es que las cosas no fueron bien. De hecho, el DV de Oro me lo llevé yo, lo que no es buena señal», bromeó.

La carrera que mejor representa la montaña rusa que supuso aquella década con la que arrancó el siglo es la de Aitor López Rekarte. Vivió aquella tarde-noche de Vigo en la que se escapó el tercer título liguero: «Salir a Balaídos a calentar y ver a 9.000 personas que te están esperando es indescriptible». La Real perdió 3-2. ¿Le pudo la presión? Probablemente. El arrasatearra confiesa que «apenas comí ese fin de semana por la tensión». Sólo cuatro años después se consumó el descenso: «Todavía me acuerdo de Darko saliendo llorando de las oficinas después de descender porque no seguía».

En aquel equipo ya estaba Xabi Prieto, que se convirtió en uno de los estandartes de la catarsis que vivió el club en Segunda División: «Por cómo terminaron, esas tres temporadas en Segunda fueron maravillosas y fueron un aprendizaje que nos valió para valorar lo que significa jugar en la elite».

Quizá se hizo buena aquella frase de John Toshack, que llegó a afirmar, antes del descenso, que al club le podría venir bien bajar para volver a empezar. «En el momento me hubiera gustado no bajar, pero vino bien para darle la vuelta, para volver a confiar en Zubieta y para volver a ser un gran club», reflexionó Xabi Prieto en esa línea.

El donostiarra sería un bastión del conjunto txuri-urdin también durante la siguiente década y colgó las botas en 2018 convertido en uno de los únicos cinco jugadores que superaron los 500 partidos con la elástica blanquiazul. Es el último gran capitán, pero aseguró que Illarra y Oyarzabal «siguen siéndolo ahora» y subrayó que él tuvo grandes maestros para aprender.

Otros como Asier Riesgo, Claudio Bravo, Xabi Alonso, Savio Bortolini, Darko Kovacevic o Agustín Aranzabal también coparon el primer puesto del DV de Oro durante aquella década en la que llegó al cargo Jokin Aperribay con su equipo.