![Helados, a pesar del calor](https://s3.ppllstatics.com/diariovasco/real-sociedad/multimedia/2023/08/19/1470265322-kqH-U20010407683287w-1200x840@Diario%20Vasco.jpg)
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Ayer hizo un calor del copón en Donostia, pero todos nos quedamos helados cuando el Celta empató en el descuento. Y no podemos decir que no fuera merecido, pero después de ver la primera parte, con Benítez cambiando de sistema al verse incapaz de apagar ... todos los fuegos que tenía, y con el equipo jugando a gran nivel, las expectativas sobre el resultado eran otras muy diferentes.
El equipo salió como a Imanol le gusta. Dominador, poderoso y con chispa. Y gran parte de culpa la tuvieron Barrenetxea y Kubo. Crearon muchas situaciones de peligro desde las bandas que el Celta no pudo parar. Sobre 'Barrene', más allá del gol, que le vendrá muy bien para su confianza, demostró estar físicamente un punto por encima del resto. Seguramente el haber tenido la competición con la selección en verano le ha venido bien.
Rafa Benítez cambió a la media hora de juego su dibujo táctico, ya con 1-0. Pero no lo hizo para buscar el empate. Lo que quería era detener todo ese caudal ofensivo. Benítez quería llegar al descanso perdiendo por un gol. A partir de ahí, el Celta ajustó y Aspas empezó a aparecer. Es un jugador muy determinante en su equipo a pesar de sus 36 años, como lo había sido Silva aquí. Colaboró a crear más juego ofensivo.
El gran cambio de la Real, que ya lo vi la semana pasada contra el Girona también, es que con la entrada de Sadiq y Cho el equipo juega a otra cosa. Desde que Imanol dirige a la Real, si algo caracteriza al txuri-urdin es que es un equipo coordinado, ofensivo, trabajado en la salida del balón... Y en el momento que entran estos jugadores, como son individuales, generan un volumen de pérdidas de balón que es enorme para un conjunto que quiere tener la posesión, madurar jugadas, llevar el balón de dentro a fuera y hacer unos contra unos.
El hecho de que cada vez que estos jugadores, que tienen su momento de juego para determinadas situaciones, reciban el balón, hagan sus jugadas y pierdan la posesión provoca que haya muchos contragolpes del rival y que vayan cargando a los defensores de tarjetas en sus intentos de cortar esas contras. ¡Y menos mal que Remiro estuvo acertado! El portero fue para mí, de largo, el mejor de la Real. Salvó con media docena de buenas paradas el resultado de un partido que al descanso parecía encarrilado.
Si algo han tenido los equipos de Imanol ha sido que han comenzado muy bien las temporadas. Físicamente y a nivel de resultados. Este inicio está siendo más trabado. Son puntos que te vas dejando, y dentro de poco llega la Champions, una competición muy exigente y en la que los jugadores van a estar muy centrados en ella. A todo el mundo le gusta jugarla.
Los puntos que se ha dejado la Real, para el nivel y la exigencia que estaba demostrando el equipo los últimos años, pueden ser determinantes.
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