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La cosa se va liando en el peor momento

A nivel de ocasiones, las que ha habido en la primera parte han sido jugadas del Villarreal, buscando siempre el espacio. Chukwueze le ha dejado sentado a Ahien, pero, afortunadamente para los intereses realistas, su regate no ha tenido consecuencias ante la portería de Remiro.

Los mejores momentos de la Real han llegado tras el descanso. Zubimendi, a balón parado, ha rematado solo pero desviado. Dos minutos después, Kubo ha enviado el balón al larguero tras una gran jugada personal y el propio Kubo le ha puesto una pelota franca a Merino, cuyo disparo ha salido fuera por poco. Pero el Villarreal también seguía creando peligro en los pies de Chukwueze, que ha regateado a tres jugadores y a Zubimendi no le ha quedado otro remedio que hacer penalti. Parejo no ha dudado y ha abierto la lata.

Tengo la sensación de que nuestros laterales han dado un paso adelante en la faceta ofensiva, han puesto muy buenos centros al área rival, pero echo en falta al rematador, a Shorlot o Kubo. Salvo que llegue Merino, son centros que acaban en tierra de nadie y es una pena. Jackson ha roto el partido en una jugada individual. La Real estaba asumiendo muchos riesgos en defensa al buscar el empate y al encajar el segundo gol, el partido ya estaba finiquitado. El Villarreal acabó con diez jugadores por la expulsión del propio Jackson, pero no había tiempo para mucho más.

Cuando mejor ha estado la Real ha sido al inicio de ambas partes. Luego se ha ido diluyendo. Imanol ha sacado del campo a sus dos delanteros. A Cho le falta velocidad o ritmo de juego. El equipo tiene una forma de jugar muy marcada, pero los partidos se les hacen largos y falta eficacia. Salvo a Silva, a quien da gusto verle.

A partir de ahora, la Real no puede fallar ante rivales directos porque si lo hace notará su aliento en la nuca. Hay que pensar en positivo. Queda tiempo, hay que ser optimistas. La Real es mucha Real.