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Los primeros 45 minutos fueron de lo más completo que he podido ver en un campo de fútbol en los últimos tiempos, y no por el cariño que le tengo a la Real y el menor cariño que le tengo al Madrid. Solo hablo de ... fútbol. Fue tremendamente bonito, con dos equipos poderosos haciendo las cosas muy bien, dos estilos diferentes imponiéndose por fases. Un primer tiempo bueno, bueno, bueno, con un Kubo superlativo. En el inicio, una vez más, la Real mandó un mensaje muy claro de lo que es, apretando arriba a todo un Real Madrid y dando la sensación de ser un equipo potente. Fue una prueba más de la personalidad de este equipo. Imanol ordenó a la gente divinamente para apretar arriba, robar y aprovechar rápido esas pérdidas.
Barrenetxea no ha tenido pretemporada porque no ha parado y no está notando que es el inicio de la campaña. Está pletórico y junto a Kubo son los dos estandartes del ataque de la Real ahora mismo. La idea de inicio fue fantástica y el duelo entre ambos equipos fue tremendamente bonito. Vi en el Real Madrid algo que no se ve, dos o tres subidas de los centrales buscando romper y lograr el empate. Una idea muy ambiciosa para un partido a todo o nada, de intensidad altísima.
Jarro de agua fría nada más empezar el segundo tiempo y una vez más, prueba de madurez para el equipo, para ver cómo reacciona a un golpe muy duro. La Real mantuvo el criterio y tuvo posesiones largas que generaron pitos en el Bernabéu. Pero es lo que tienen estos equipos, que con dos zarpazos le dan la vuelta al marcador, y luego ya es difícil.
Me sorprendió el primer cambio, un lateral perdiendo 2-1, pero es otra cosa lo que me preocupa. Hemos vuelto a ver que con los cambios ofensivos la segunda unidad baja mucho el nivel. Los Sadiq, Cho... Siento decirlo, pero no generan. El partido estaba para seguir llevando el peso y meter atrás al Madrid, que se limitaba a contener a base de ir metiendo centrocampistas. La segunda unidad de ataque generó muy poco ante un equipo que se parapetó atrás. Lo llevo viendo varias semanas, que hay demasiada diferencia, incluso en la idea de juego. Es una pena.
No es ninguna deshonra perder 2-1 en el Bernabéu, pero es una pena irte a casa sin nada después del primer tiempo y del 0-1. Pero ya hemos vivido de estas antes...
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