Alex Petxarroman: «Me voy con la espina clavada de no debutar porque soy donostiarra y de la Real Sociedad»

– Ya de vacaciones... ¿Cómo ha sido el año en lo deportivo?

– Ha sido un año duro por la incertidumbre del virus, bastante loco, pero ha sido un año increíble a nivel personal y grupal que encima termina con el sueño del ascenso. Ahora toca despejar la mente.

– Han pasado unos días desde la no continuidad, ¿cómo se siente, decepcionado?

– No diría decepción, es algo que podía pasar. He estado 11 años en el club, han sido preciosos, pero siempre cuentas con que se puede acabar. Sí que me da un poco de pena la rutina; vivo al lado de Zubieta y lo voy a echar de menos. El fútbol es así, he hecho un buen año, hemos ascendido y me voy con la cabeza muy alta y muy orgulloso.

– ¿Cree que merecía la renovación?

– Hemos conseguido algo histórico y me voy sin saber la sensación de cómo es un año con el Sanse en Segunda. He tenido la opción de seguir, pero no hemos llegado a un acuerdo por cosas ajenas a mí, me da muchísima pena, pero el fútbol sigue y hay que tirar para adelante.

– ¿La Real le ofrece seguir, pero llega tarde?

– No es llegar tarde, lo que creo es que tengo que mirar por mí. Tuve la propuesta de seguir, pero lo valoramos y no fue la mejor o la más idónea para mi. Tengo 24 años, ya no soy sub-23 y quiero experimentar otras cosas. Me han presentado unas condiciones diferentes a lo que yo me podía esperar.

– Cuente cómo han sido sus etapas en la Real.

– Llego en Infantil de Honor y me entrena Jon Mikel Arrieta y hago dos años. En Cadete Vasca iba a ser Beñat San José pero le llega una oferta y nos entrena Luki Iriarte. Más tarde llega Mitxel Badiola; en Juvenil Nacional lo hago con Iñigo Cortés, al que le guardo un cariño especial. En División de Honor de nuevo nos coge Jon Mikel Arrieta y aquel año fue precioso porque fuimos campeones. Al año siguiente subo al Berio, pero luego salgo cedido al Gernika hasta que subo al Sanse. Primero con Imanol, luego Zulaika y los dos años con Xabi. Tengo un buen recuerdo de todos los técnicos porque ellos son los que hacen grande a la Real.

– ¿Cómo es la relación con Xabi? Le ha entrenado uno de los mejores centrocampistas de la historia.

– Al principio es una sensación de admiración. En la primera charla impone y todo, pero luego es muy cercano. He tenido buen feeling, es cercano, te hace bromas y luego entiende el fútbol de una manera diferente. Me siento muy identificado con él, muy agradecido, pero con pena de no seguir con él.

– Háblenos de la lesión. ¿Pensaba que iba a recuperar el nivel?

– Fue un golpe muy duro. Llevaba seis partidos jugados a buen nivel, era mi último año sub-23 y la última temporada para debutar en el primer equipo. Tuve mala suerte y te entran dudas, pero salió todo bien. Xabi me dio confianza y me crecí. Me ha hecho mucho mejor jugador, te cambia la manera de ver las cosas.

– ¿Se marcha con esa espina de no debutar?

– Desde que llego al Sanse ya sé el rol que tengo, está Sola y es candidato a subir. Hago méritos para ello, pero no siempre llegan todos. Me da pena porque soy donostiarra y de la Real, todo el mundo que entra en Zubieta sueña con jugar en la Real. Creo que he hecho méritos, pero no depende todo de ti. Entran los entrenadores en juego, los momentos no coincidieron y luego llegó la lesión que creo que me lastra. Me voy con la espina clavada porque soy de la Real, pero tengo claro que donde juegue voy a defender ese escudo a muerte.

– ¿Le da rabia la apuesta por Sola, un compañero que pasó algo similar que usted?

– Rabia no, me alegro muchísimo por Alex. Llevo años con él, es mi compañero y amigo y le deseo lo mejor. Al final hay un entrenador en el primer equipo, un director deportivo y ellos son los que toman las decisiones, pero no le guardo rabia a nadie porque son cosas que pasan en el fútbol. Lo asumo con naturalidad y me alegro por todos los que llegan, si yo no llego ya llegaré en otro sitio.

– ¿Qué cree que le ha faltado para llegar al primer equipo?

– Buena pregunta (risas), pero algo ha faltado. La lesión me influyó mucho porque lo paso en blanco. He tenido un camino de 11 años maravillosos, es un camino que me ha costado labrarme con mucho sacrificio y si no he dado el salto es porque no lo tenía que dar aquí en la Real. El fútbol es así, es bonito ver jugar a amigos en Primera, pero quiero destacar todo el trabajo que hay detrás en Zubieta, que es enorme, unos llegan y otros no, pero hay que mirar al futuro.

– ¿Quién es el que más le ha sorprendido este año?

– El nivel de todos ha sido altísimo, pero ninguno me ha sorprendido porque les conozco a todos y ya sabes la calidad que hay en Zubieta. Me quedo con el bloque del equipo; hemos sido muy sólidos atrás con un porterazo como Gaizka, los dos centrales Pacheco y Aramba, Urko, el nivel de Navarro... En el playoff tengo que destacar el trabajo que ha hecho Lobete. Bien lo sabes tú, al final unos se llevan las portadas, pero lo que importa es el trabajo del equipo. Ha habido un ambientazo, pero lo que ha hecho que el de al lado sea mejor todos los días es la relación que tenemos nosotros. Si el grupo no funciona, no vas a ningún lado.

– ¿Y ahora qué, cerca del Athletic?

– Estamos hablando con ellos, el contacto viene de atrás y no sé nada oficial. Es algo que está en el aire, que está cerca y puede pasar, pero a día de hoy no hay nada oficial.

– ¿Le vemos en pretemporada con Marcelino?

– (Risas) Puede ser, puede ser, no te voy a decir que sí porque no sé nada más.