Secciones
Servicios
Destacamos
Álvaro Odriozola habla deprisa, corre, sube categorías a una velocidad vertiginosa, no hay muchos jugadores tan rápidos como él, le gustan las carreras de caballos... Todo lo ha hecho de forma meteórica. También su fichaje por el Real Madrid. En un pis pas. ... Pero él no tiene vértigo. «Siempre he querido más, más y más. En esto del fútbol va todo tan rápido que muchas veces no te das cuenta de lo que has hecho o de lo que viene. Piensas: 'a por otra'. Y poco a poco he ido cumpliendo sueños. Muy, muy rápido, pero ha tocado así y no puedo estar más feliz de cómo están saliendo las cosas», confesaba en el transcurso del Mundial en estas mismas páginas.
Estudiante de Empresariales a distancia en la Universidad Isabel I, Álvaro Odriozola era la guindilla del patio en el colegio Aldapeta, en el que empezó a dar sus primeras patadas. Jugó en el S.A.N.S.E y se destapó en el fútbol playero. La Real le seleccionó a él y a otros tres chavales para jugar el Torneo del Canal+ en alevines, en el que llegó a disputar la final contra el Villarreal. Además de Álvaro, le acompañaron a Brunete el portero Michele Colombo, el defensa Javi Moral y Luca Sangalli. Todos ellos acabaron en Zubieta. En el equipo de fútbol playa también estaba Ignacio Aperribay, el hijo del presidente.
Desde muy pronto en Zubieta vieron que Odriozola tenía una buena toma de decisión y visión de juego desde el lateral, jugase atrás en la banda o de extremo. Ya era muy rápido y veloz, lo que le hacía superar rivales con facilidad.
Los jóvenes de aquella generación de la Real Sociedad, en infantiles, se proclamaron campeones de Euskadi y subcampeones de la Nike Cup en cadete txiki tras perder a penaltis ante el Rácing en la final.
Odriozola jugaba de extremo por la derecha, su lado natural, aunque en juveniles también lo hizo a banda contraria para explotar las diagonales interiores y su buen disparo de media distancia. Futbolista rápido, vertical, agresivo y descarado, debutó en edad juvenil con el Sanse, con el que llegó a jugar 86 partidos y marcó tres goles. En el filial se convirtió en un lateral con alma ofensiva, un extremo reconvertido a la última línea.
Hasta debutar en Primera el 16 de enero de 2017 en Málaga. Desde entonces ha jugado 57 partidos (50 de Liga, seis de Europa League y uno de Copa). Ha seguido jugando en Primera igual que en el Sanse lo que le ha llevado a romper las defensas rivales con su velocidad y también a olvidar a veces que había que volver atrás. Eso no ha impedido que se haya ganado el cariño del aficionado de la Real Sociedad con sus cabalgadas por la banda y con su entrega. En más de un partido, desde el lateral derecho, ha terminado siendo el mejor atacante de la Real, el desatascador. No había mejor delantero que él. El resultado fue sensacional cuando la espalda la tenía cubierta con Iñigo y Yuri. Se fue Yuri, se fue Iñigo y sus carencias se empezaron a notar. Pero Lopetegui confió en él, se lo llevó al Mundial y ahora se lo lleva al campeón de Europa. En Madrid, Álvaro Odriozola tendrá cerca el hipódromo de La Zarzuela y Las Ventas. El turf –es propietario de un pura sangre– y los toros son dos de sus pasiones.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El pueblo de Castilla y León que se congela a 7,1 grados bajo cero
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.