Un rival al que nos cuesta meterle goles

Fue una pena no haber aprovechado el bajón anímico -no pareció que lo tuvieran- del Betis tras su eliminación de la Europa League esta pasada semana y sacar partido a los resultados que se han dado en esta jornada. Ambos clubes llegaban a la cita de ayer en dinámicas totalmente opuestas en Europa. La Real, líder de grupo y en octavos de Champions. Los andaluces, en cambio, fuera de la segunda competición continental más importante.

El Betis es un rival que siempre nos ha plantado cara y que desde hace ya unas cuantas temporadas lucha con nosotros por conseguir un puesto en Europa. No se le da del todo bien el equipo verdiblanco a los de Imanol, que no han conseguido marcarle en los últimos cinco partidos ligueros a los de Pellegrini. Por contra, los txuri-urdin suman cuatro partidos consecutivos con la portería a cero.

El de ayer fue el primer partido como titular en Liga de André Silva. Apenas le habíamos visto ahora más allá de unos pocos minutos y las rondas previas de la Copa. Se le ven maneras y tiene algo diferente a Sadiq y a Carlos, pero la suerte no estuvo de su lado y le anularon hasta dos goles por dos fuera de juego bastante claros.

Quienes realmente me están gustando esta temporada en la Real son los laterales, sobre todo Traoré. Hemos mejorado mucho en esas posiciones. No sabía nada de él y me ha sorprendido cómo se ha adaptado al equipo y a su estilo de juego. El escocés, por su parte, ha disfrutado de pocos minutos por la lesión y el buen rendimiento de Aihen, que no ha querido quedarse rezagado, se lo ha impedido.

No podemos olvidarnos tampoco de la presencia de nuevos jugadores de Zubieta con el primer equipo. Las lesiones de Brais y Cho -éste último ya estaba convocado- han abierto las puertas a futbolistas como Magunazelaia y Olasagasti, ayer también con minutos contra el Betis. Somos un equipo de cantera y y nunca debemos olvidarnos de ello.

Qué pena tener que hacer homenajes como los de ayer, pero qué necesarios son. Son situaciones de miedo que hemos vivido los que acostumbramos a viajar con el equipo. Algo que nunca debería de darse en el fútbol.