André Silva: Al pistolero de Gondomar le quedan nueve balas

En pleno agosto, cuando las carabelas portuguesas acechaban las costas guipuzcoanas, la Real presentó a André Silva, de 28 años, el gran fichaje del verano. «Este portugués no pica, pero sí que marca», lanzó el club en su comunicado. Ahora, en plena primavera, se puede decir que su cesión no está cumpliendo con las expectativas generadas puesto que suma tres goles, no ha dado una asistencia y su participación se reduce a solo veinte partidos debido a sus problemas físicos, sobre todo al comienzo de temporada. Pese a todo, y como ya ocurriera con Sorloth, no está descartado que la Real pueda volver a intentar su cesión en verano y, por qué no, lanzarse a por su fichaje. No sería una mala opción después de que su valor de mercado haya caído en picado.

Es un hecho porque así lo dicen los datos. André Silva está cuajando la peor temporada de su historia. El portugués, un delantero de Champions, tal y como ha demostrado en su amplia y dilatada trayectoria, solo se ha puesto la camiseta txuri-urdin veinte partidos, en los que solo ha podido hacer tres goles. Algo insólito durante su carrera al salirse del mapa en cada equipo en el que ha estado. El curso en el que menos había producido es el 17/18, donde marcó diez goles y dio dos asistencias con el Milan. El luso, que pugnará el domingo por entrar en el once como punta con Mikel Oyarzabal ante el Deportivo Alavés, tiene nueve partidos para mejorar sus guarismos y convencer a una dirección deportiva que tendrá trabajo en verano. Todavía tiene margen de maniobra en el sprint final de liga.

André Silva debutó con el Oporto en 2016, con apenas 20 años. El pistolero de Gondomar, que lo bordó con el filial portugués, dio el salto definitivo al primer equipo en una temporada en la que hizo diecisiete goles y seis asistencias. Su primer curso, ya como futbolista del Oporto a todos los efectos, firmó 21 dianas y 8 asistencias, cifras que le catapultaron al Milan a cambio de 38 millones de euros. Precisamente esa campaña en el conjunto rossoneri fue la 'peor'. Doce tantos generados en 40 partidos, su carta de presentación en Italia. Ahí comenzaron sus continúas cesiones, primero al Sevilla, luego dos años al Eintracht Frankfurt y finalmente este verano llegó a préstamo a Zubieta procedente del Leipzig.

Silva estuvo cerca de la Bota de Oro en el año de la pandemia, cuando firmó nada más y nada menos que 29 goles en el Eintracht Frankfurt. Alguien capaz de firmar esas cifras será toda su carrera un grandísimo delantero, pese a que no ha podido demostrar su valía este curso como realista. La lesión severa con la que arribó desde Alemania condicionó su inicio de temporada. Su último partido con el Leipzig fue ante el Bayern el 20 de mayo y no debutó con la Real hasta el 30 de septiembre ante el Athletic. Una recaída en octubre terminó de reventar todos los planes con él en el primer tramo de la temporada. Silva se ha perdido demasiados partidos. En caso de que juegue los nueve encuentros que le quedan a la Real de aquí a final de temporada concluiría su préstamo con 29 partidos, la cifra más baja desde que es futbolista.

Su aportación ha llegado tarde en la temporada, aunque en caso de que contribuya a que el club consiga la quinta participación europea consecutiva ya habrá merecido la pena. Hubo que esperar para disfrutar del primer gol de André Silva con la Real. El portugués se estrenó en Copa contra el Andratx, de Segunda RFEF, tras aprovechar un gran centro de Odriozola. Metió bien el interior para superar al portero. Los otros dos tantos no fueron de demasiada bella factura aunque el rechace que envió a la red en Los Cármenes sirvió para voltear el resultado adverso ante el Granada. Ante el Sevilla ejecutó con facilidad el penalti que también debió lanzar ante el Mallorca en la vuelta de semifinales.

Por otro lado, también ha dejado claro que, de momento, entiende mejor el juego colectivo y lo que pide Imanol que Sadiq. Se mueve bien entre líneas, cuida el cuero de espaldas y descarga de cara para sus compañeros. También echa una mano en las acciones a balón parado defensivas. Pero a un '9' se le piden goles, y ahí tiene mucho margen de mejora.

El Leipzig y la Real pactaron en verano unas condiciones similares a las del contrato de Alexander Sorloth. El noruego firmó una opción de compra de 16 millones –solo en la primera temporada y no en la segunda– y Silva de 15, cifras a las que de momento la Real no parece que se va a acercar después del desembolso que realizó en septiembre de 2022 cuando abonó al Almería 20 millones de euros para adquirir a Sadiq Umar. Los quince millones de euros parecen demasiados por un futbolista que no está cuajando una buena temporada, aunque el análisis tiene una doble lectura puesto que puede ser un buen momento para intentar su fichaje.

Con contrato hasta 2026, el Leipzig querrá recuperar parte de la inversión que realizó en verano de 2021 cuando pagó 23 millones de euros al Eintracht tras aquella asombrosa campaña con 29 goles. Su precio actual de mercado está lejos de esos 15 millones que pactaron ambos clubes. Según el portal especializado Transfermarkt, el valor de mercado de Silva ahora mismo es de 7,5 millones de euros, una cifra más que interesante teniendo en cuenta que se trata de un futbolista de 28 años al que todavía le quedan temporadas al máximo nivel. Sería una ganga si repite los 17, 21, 10, 11, 16, 29, 17 y 9 goles que ha marcado en los cursos anteriores. De momento, al pistolero le quedan nueve balas para demostrar lo buen delantero que es.

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