¿Cuándo llega el pico?

Lo decía Imanol, bendita crisis con el equipo vivo en la lucha europea en Liga –cada vez es más importante que LaLiga logre una plaza extra para Europa este curso– y con opciones nítidas de plantarse en semifinales de Copa y octavos de la Europa League, que dirimirá en casa ante Osasuna y a doble partido ante el Midtjylland –eskerrik asko, control 'C', control 'V'–. Pero en Liga ya se ha perdido demasiado terreno y de los 16 partidos que restan, cinco son en algunas de las plazas más complicadas, como las del Madrid, Barça, Atlético de Madrid, Villarreal y Betis. Alerta.

En el momento en el que debería llegar ese pico, están pinchando los cracks. Óskarsson sujeta la ilusión con sus goles, asoma con éxito por todas partes Olasagasti, Becker tiene cierto impacto, gustó Aritz el jueves. Pero Remiro falló en el 1-0 de Budimir, Zubeldia llega varios partidos blando, desconocido, Zubimendi, aparentemente fatigado, no pasa del gris, Oyarzabal no engancha y Kubo, siempre punzante e inventor, tiene partidos como el de Iruñea en los que se equivoca cuando le toca decidir. Tampoco Brais está fino. Y el tiempo sigue pasando también para Barrene. Cuando éstos salgan del valle, saldrá el sol en Anoeta.

Ese sol comenzará a dorar la piel del 'realzale' si el domingo por la noche puede estar celebrando el pase a semis de Copa y por fin una victoria liguera ante el Espanyol. Una pareja de 'realzales' se quedó dormida en El Sadar, como captaron las cámaras, pero todavía hay licencia para soñar. Quizá algo tarde, pero la Real se ha dado cuenta de que tiene un '9' que remata los centros y ya presenta un mejor registro goleador que el que firmaron Isak, Sorloth, Willian José y Oyarzabal cuando ha jugado de ariete. Óskarsson es de hielo y fuego en el área, como la tierra de Islandia. Frío, pero ardiente a la vez. Hay que mojarse en este géiser de ilusión. Ya que la Real no ha empleado el mercado invernal para fortalecerse –es de los pocos equipos que no lo ha hecho–, habrá que agarrarse a lo que funciona mientras aguardamos al pico.