De Itxas Bide a la Cripta: Así fue la boda del realista Aritz Elustondo e Idoia Marin

Según ha podido conocer DV la jornada salió a pedir de boca, con una mañana en la que el tiempo respetó y pudieron disfrutar de todo lo preparado en la finca Itxas Bide de Igeldo. Un espacio espectacular donde los asistentes disfrutaron desde el primer minuto. Así lo reflejan también las publicaciones en redes sociales de los asistentes al enlace.

Una ceremonia que arrancó con la singular llegada del novio, que sorprendió a todos. Aritz llegó del brazo de su ama, por un lado, y con uno de sus perros tirando de su brazo derecho. Toda una llegada especial que ovacionaron los asistentes. Ella llegó vestida de Isabel Zapardiez del brazo de su aita y les acompañaba el otro perro de la familia.

Las imágenes a las que ha tenido acceso DV muestran a ambos muy emocionados caminando juntos hacia el altar por un improvisado pasillo de flores. Gran parte de la actual plantilla txuri-urdin, con los capitanes Mikel Oyarzabal y Asier Illarramendi a la cabeza, compartieron el especial momento con los nuevos novios, salvo los que no han podido acudir por compromisos internacionales, tal el es el caso de Jon Pacheco, Alexander Isak o Matt Ryan, entre otros.

Al enlace tampoco fallaron miembros del cuerpo técnico y del club, así como excompañeros de Aritz como Sergio Canales, Carlos Martínez, Alberto De la Bella, Miguel Ángel Moyá, Juanmi o David Zurutuza.

La felicidad de los novios y los asistentes fue completa, como pudo comprobarse tanto en la comida como en la posterior fiesta en el interior de la carpa instalada en Itxas Bide, con la habitual llegada de los novios a la mesa que fue jaleada por todos los asistentes.

Pese a la llegada de nubes de tormenta la tarde fue de nota en Igeldo y la fiesta se trasladó ya de noche a la Cripta del Covent Garden, donde los que más aguantaron terminaron de una manera muy especial lo que fue todo un día de fiesta.

Todo salió, por tanto, a pedir de boca en el enlace de uno de los jugadores más queridos en el vestuario txuri-urdin. ¡Que vivan los novios!